Coronavirus: por la profundidad de la crisis, el precio internacional del petróleo podría llegar a caer debajo de cero

El colapso de la actividad económica, la guerra de precios entre Arabia y Rusia y el agotamiento de la capacidad de almacenamiento amenazan con llevar los precios a cero e incluso a “territorio negativo”, un concepto usado para la basura. En el primer trimestre, cayó 66% . En la Argentina, empresas y provincias petroleras piden la fijación de un “barril criollo” que sirva de sostén

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Vista aérea de un parque
Vista aérea de un parque de tanques de almacenamiento petrolero en Oklahoma.

El precio internacional del petróleo no solo cayó un 66% en el primer trimestre del año, sino que podría caer a cero y llegar incluso a ser negativo, según analistas de Goldman Sachs.

Un “precio negativo” significa que quien produce o tiene un bien le paga a otro para que se lo lleve. En economía, es un concepto que normalmente se asocia a la disposición y almacenamiento de desechos nucleares o de basura.

Esto se debe a que la capacidad de almacenamiento de petróleo está muy cerca de sus límites y podría ser sobrepasada en poco tiempo de persistir la actual situación, en la que se conjugan varios factores:

- La crisis mundial por la pandemia de coronavirus, que paralizó enormes franjas de actividad de la economía mundial.

- El fin de un acuerdo de tres años sobre cuotas de producción que habían acordado, hasta el 31 de marzo, los países productores de petróleo miembros y no miembros de la OPEP. Ese acuerdo ya se sabía muerto desde principios de enero, cuando fracasó un intento para renovarlo por diferencias entre Arabia (el principal productor de la OPEP) y Rusia (el segundo principal productor no miembro de la OPEP; el primero es EEUU, que es de todos modos un importador neto del hidrocarburo).

Un “precio negativo" significa que quien produce o tiene un bien paga por dehacerse de él. Es un concepto que normalmente se asocia a la disposición y almacenamiento de desechos nucleares o de basura

- La tendencia de los países productores, en particular Arabia, a compensar la caída de los precios con aumentos de la producción y la exportación, lo que a su vez tiende a agudizar el problema.

Con la actividad económica virtualmente paralizada y los precios por el piso, las refinerías están perdiendo dinero y cada vez tienen menos lugar para almacenar su producción, y cuando las refinerías cierran, los productores ya no tienen donde enviar su producción, porque en definitiva las refinerías son también parte de una cadena logística.

Esto significa, dijo a la cadena CNBC, Bjarne Schieldrop, analista de commodities de SEB, que –en especial para los productores en áreas no costeras- “el precio local de su producción será cero o incluso negativo, porque si tienen mucho petróleo tendrán que pagarle a alguien que se lleve la producción hasta que logren sellar sus pozos”.

Este miércoles, el precio del crudo Brent (una variedad de petróleo del Mar del Norte) era de USD 25,33 el barril y el del WTI (West Texas Intermediate) de USD 20,54 el barril. Ambas variedades tuvieron su peor trimestre histórico. El Brent cayó más de 65% y el WTI más de 66%.

El presidente ruso, Vladimir Putin,
El presidente ruso, Vladimir Putin, y el príncipe y hombre fuerte de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, fueron muy efusivos cuando se encontraron en Buenos Aires en la reunión del G-20. Pero sobre el petróleo no se ponen de acuerdo REUTERS

Producción terrestre vs. producción marina

También analistas de Goldman Sachs señalaron que el shock por la pandemia “es extremadamente negativo para los precios petroleros y está llevando los precios de zonas no costeras o alejadas de los puertos de salida a territorio negativo”.

Según el banco, el mundo tiene hoy una capacidad de almacenamiento adicional de 1.000 millones de barriles, aunque buena parte de esa capacidad nunca será usada pues el actual shock también está rompiendo las redes de transporte.

“Dado el costo de sellar un pozo, un productor estará dispuesto a pagarle a alguien que disponga del barril, lo que implica un precio negativo en áreas sin salida al mar”, dice un análisis de Goldman publicado esta semana.

Eso afectará más al precio del crudo WTI (cuya área de producción es Texas, EEUU, con yacimientos a hasta 800 kilómetros de los centros de almacenamiento) que al del Brent, que podría llegar a sostener un precio de USD 20 el barril, cercano a su costo de producción. De hecho, esta misma semana el precio del WCS, una de las subvariedades del WTI, llegó a cotizar a USD 4,18 el barril.

La situación afectará más al precio del WTI (que se produce en Texas, en algunos casos a hasta 800 kilómetros de los centros de almacenamiento) que al Brent, que podría llegar a sostenerse en USD 20 por barril, cercano a su costo de producción. El WCS, una subvariedad del WTI, ya llegó a cotizar a USD 4,18 el barril

De hecho, en el sector petrolero reconocen que es “virtualmente imposible” encontrar tanques de almacenamiento disponible en áreas terrestres y que la capacidad de almacenamiento llegará al límite a mediados de año

En el mismo sentido, un análisis del Eurasia Group, una de las más prestigiosas consultoras de economía y geopolítica internacionales señaló que “con la demanda colapsando y la oferta en aumento luego de que la OPEP y Rusia no pudieron alcanzar un acuerdo para recortar la producción, los inventarios globales llegarán a un máximo en semanas”.

Puertos y refinerías ya están rechazando el acceso a buques-tanque petroleros, lo que pondrá más presión, dice el paper del Eurasia Group.

Para peor, la guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia mantendría elevada la producción hasta fines de año.

¿Y por casa cómo andamos?

En la Argentina, la cuestión arroja dudas sobre el desarrollo de Vaca Muerta y generó el reclamo de empresas y provincias petroleras de un precio de “barril criollo” que mantenga en pie la actividad y ponga un piso a la recaudación de los gobiernos provinciales en concepto de regalías y de ingresos brutos, clave para provincias como Neuquén, Chubut y Santa Cruz.

Al respecto, Julián Rojo, experto del Instituto Argentino de Energía General Mosconi, calculó que un precio de USD 45 el “barril criollo”, en el supuesto optimista que el precio internacional del petróleo promedie, en los próximos 12 meses, USD 40 el barril, significaría que los consumidores transfieran a empresas y provincias petroleras USD 840 millones (o el doble si se satisface el pedido de las provincias nucleadas en la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI) de un “barril criollo” de USD 50).

Provincias y empresas fundan su pedido en la defensa de las inversiones y la producción y de unos 65.000 empleos. Rojo, sin embargo, sostiene que entre 2014 y 2018 la política del “barril criollo” como sostén significó pagar el petróleo local un 33% más caro que el internacional y “no tuvo ningún impacto sobre las inversiones, ni sobre el empleo, ni aumentó la producción en el país”.

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