Emisión, cadena de pagos y sucursales: con todos los frentes abiertos Pesce se cortó solo en el Central

El presidente de la autoridad monetaria hizo uso del artículo 11 de la Carta Orgánica, que le permite prescindir del directorio ante situaciones de emergencia. Deberá tomar fuertes decisiones para atender la crisis

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Miguel Pesce, president of Argentina's central bank, listens during an interview in Buenos Aires, Argentina, on Wednesday, Jan. 8, 2020. Argentina's new central bank president pledged to further cut interest rates to boost a free-falling economy while fighting inflation through a "social pact" that would encourage companies to raise production rather than prices. Photographer: Maria Amasanti/Bloomberg
Miguel Pesce, president of Argentina's central bank, listens during an interview in Buenos Aires, Argentina, on Wednesday, Jan. 8, 2020. Argentina's new central bank president pledged to further cut interest rates to boost a free-falling economy while fighting inflation through a "social pact" that would encourage companies to raise production rather than prices. Photographer: Maria Amasanti/Bloomberg

Tiene todos los frentes abiertos al mismo tiempo. Pero en vez de consultar con el resto de los directores o apoyarse en “la línea" de la institución, Miguel Pesce define prácticamente en soledad temas claves para el futuro de la economía argentina. El presidente del BCRA decidió echar mano al artículo 11 de la Carta Orgánica de la institución, que básicamente lo autoriza a tomar decisiones en soledad ante “razones de urgencia”.

Dicho artículo marca que para resolver asuntos reservados al directorio el presidente del Central podrá tomar decisiones por sí mismo, debiendo apenas “consultar" al vicepresidente y a un director. Se estima que quienes lo asesorarían en esta tarea serían, por lo tanto, su segundo en la institución, Sergio Woyecheszen, y su director más cercano y quien también lo acompañó cuando presidió el Banco de Tierra del Fuego, Claudio Golonbek, quien es además superintendente de Entidades Financieras.

En situaciones de emergencia, el presidente del Banco Central puede prescindir del directorio para tomar decisiones claves. La futura emisión monetaria para atender la crisis, el funcionamiento de las sucursales y qué pasará con la cadena de pagos son los temas más urgentes

En todo el mundo los bancos centrales tuvieron un papel fundamental para dar asistencia y respuestas en medio de una crisis inédita que desató el coronavirus y en la Argentina no es la excepción. Pero Pesce tiene menos herramientas para resolver que el resto de sus colegas en mercados desarrollados y en casi todos los países emergentes.

En todo el mundo se avecina una gran expansión monetaria, pero aquí sólo puede hacerse a cuentagotas, teniendo en cuenta que la inflación del año pasado fue de casi 54%. Cualquier chispa puede encender una mecha que lleve a los precios por las nubes, aún en plena depresión económica. Por ahora aumentó la base monetaria en $ 180.000 millones, vía reducción de Leliq y pases, para que los bancos puedan prestar a las PYME para que paguen sueldos, a través de la línea del 24% anual.

Pero lo más grueso vendrá por el lado de monetizar el fuerte aumento del déficit fiscal, ante las mayores necesidades del fisco por la caída de la recaudación y el aumento del gasto para atender distintas urgencias. Ahora se viene el pago de $ 10.000 a través del Ingreso Familiar de Emergencia y de la ayuda extraordinaria a las PYME para que paguen salarios. Todo ello saldrá de una sola fuente: la “maquinita” de emitir billetes que deberá hacer trabajar a pleno el Central. Más adelante será el turno de absorberlos, pero para eso falta.

Pero hay además otros temas inmediatos que deberá resolver Pesce apelando a aquel artículo 11. Sólo deberá “informar” al resto del directorio lo definido “en la primera oportunidad que se reúna”. Estos son los temas urgentes que el titular del BCRA deberá atacar en forma inmediata:

- Apertura de sucursales bancarias: continúan las negociaciones con banqueros y sindicatos para tratar de brindar un servicio restringido a partir del viernes. Sólo atenderían a jubilados y beneficiarios de la AUH, como una forma de descomprimir las largas colas en cajeros automáticos. Pero igual se esperan jornadas caóticas ante las dificultades para conseguir efectivo.

- Evitar que colapse la cadena de pagos: es uno de los temas más delicados, ante la ausencia de facturación en la mayoría de las empresas y la gran cantidad de cheques rechazados. Para colmo, el aislamiento forzoso impide a muchas compañías ir a depositar cheques que poseen en su poder y en otros casos pasar a buscarlos a una oficina que dispone el librador. Todo esto complica todavía más las cosas. Además, la venta de cartera de cheques y otros instrumentos crediticios se hace en forma física, con lo cual ahora resulta imposible canalizar esos recursos para conseguir capital de trabajo. El Central había dispuesto que los cheques no se compensaran hasta hoy, pero luego dio marcha atrás y habilitó el clearing a partir del jueves, ante la queja de las empresas. Claramente las respuestas que se dieron hasta ahora han sido poco satisfactorias, pero también es cierto que se trata de una situación inédita de casi total parálisis económica.

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