Ante el colapso que sufrió la red de cajeros automáticos durante el fin de semana para el pago de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y otros beneficios sociales, el Gobierno analiza la posibilidad de incorporar a las recaudadoras extrabancarias para poder pagar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) de $10.000.
Según pudo saber Infobae de fuentes oficiales, se encuentra bajo análisis una propuesta de la Cámara Argentina de Empresas de Cobranza Extrabancaria de Impuestos y Servicios (CAECEIS) de agregar entre 1.000 y 1.500 locales a las bocas de cobro.
En el gobierno hubo un fuerte impacto por las imágenes aparecidas con grandes aglomeraciones de público alrededor de los cajeros automáticos, contrarias a todas las recomendaciones sanitarias. Por tal motivo, se aceleró un plan para abrir con restricciones las sucursales bancarias el viernes 2 para el pago de asignaciones sociales. La IFE comenzará a pagarse el 15 de abril y en la preinscripción hecha por la Anses se anotaron 8 millones de personas, según informó el organismo previsional.
En el gobierno hubo un fuerte impacto por las imágenes con grandes aglomeraciones de público alrededor de los cajeros automáticos, contrarias a todas las recomendaciones sanitarias.
“Hemos mantenido contactos con el Banco Central, la Anses y el ministerio de Economía para poner a disposición una red de los locales de nuestras empresas, en especial los ubicados en algunas zonas sensibles del conurbano para pagar la asignación de $10.000” señaló Gustavo Gómez, presidente de CAECEIS, y gerente general de Rapipago.
Gómez aseguró que, contando con la base de datos de Anses, en estos locales podría pagarse incluso a aquellos beneficiarios que no poseen tarjeta de débito, uno de los puntos críticos del pago del IFE. Ese fue uno de los aspectos salientes de la propuesta, que aún no tuvo respuesta definitiva.
“Disponemos de la tecnología para pagar a quien se presente con su DNI a cobrar. Por supuesto que no sería en todos los locales de nuestras empresas, sino en aquellos que cuenten con ciertas condiciones tanto en materia de seguridad como en la logística para albergar mucha gente, siempre cumpliendo con la distancia entre las personas en las filas y todas las condiciones sanitarias exigidas”, explicó el titular de CAECEIS.
Los punto de atención al público de las recaudadores (alrededor de 15.000 en todo el país) se encuentran en su mayoría cerrados, tanto los que son locales autónomos como los que están ubicados bajo las forma de stands en supermercados y otros comercios. En CAECEIS, cuya actividad esencial es cobrar, aseguran que disponen de la logística para poder pagar la IFE, incluyendo el transporte de caudales.
De toda la red de cobranza extrabancaria, desde que el Gobierno dictaminó la cuarentena total solamente funciona alrededor del 10% de las bocas de la red, que son las instaladas en autoservicios de barrio. Las grandes cadenas de supermercados cuentan con stands, que están inhabilitados como tantas otras actividades comericiales.
En las últimas horas, el Banco Central habilitó que en esos 1.500 autoservicios y otros comercios se puedan cobrar facturas de servicios públicos en la línea de cajas, tanto en efectivo como con tarjeta de débito. En el contexto de las restricciones, la dificultad radica en que además de que el dueño del comercio tiene que aceptar prestar el servicio, debe encontrar la logística para depositar el efectivo en una sucursal cercana.
Para cumplir con las restricciones, el Central habilitó solamente este margen mínimo de esas bocas de cobro dado que no requieren personal propio. Son cobros que se hacen en la propia línea de cajas, con el personal del comercio. El BCRA no permite a las recaudadoras tener cajas exclusivas para cobranzas ni tampoco afectar a personal propio.
Desde todo el sector financiero han surgido mecanismos para pagar las facturas de luz, gas, agua, telefonía, televisión por cable, acceso a Internet y cualquier otro servicio de manera online, sin necesidad de utilizar efectivo ni de hacer filas.
El mercado de las empresas de cobranza extrabancaria atraviesa un punto crítico ante tan reducida actividad provocada por la contención de la pandemia de coronavirus. Al mismo tiempo, desde todo el sector financiero han surgido mecanismos para pagar las facturas de luz, gas, agua, telefonía, televisión por cable, acceso a Internet y cualquier otro servicio de manera online, sin necesidad de utilizar efectivo ni de hacer filas.
Tanto los bancos, como las fintech y las propias recaudadoras tienen aplicaciones para celulares, páginas web y otras herramientas para pagar las facturas con dinero electrónico, empleando tarjetas de débito o de crédito o bien haciendo una transferencia desde una cuenta bancaria o una billetera electrónica. Asalariados, jubilados y beneficiarios de asignaciones sociales, por definición, poseen una cuenta bancaria, por lo que pueden pagar por vía electrónica.
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