El economista Carlos Rodríguez, ex viceministro de Economía y ex rector de la Universidad del CEMA, opinó sobre las medidas tomadas por el gabinete económico para enfrentar la crisis como consecuencia del coronavirus y aseguró que la inflación que se pueda generar por la emisión monetaria no es hoy un problema de segundo nivel y no una prioridad.
—¿Apoya algunas de las medidas económicas que se tomaron para enfrentar la situación de crisis?
—No critico las medidas económicas. Estoy criticando más al Ministerio de Salud. Me parece bien la cuarentena, pero se está tomando sin saber realmente dónde estamos parados. Estamos copiando a los demás países, pero los demás países hacen test, ven los focos de infección, quiénes son los infectados y curados. Nosotros no sabemos nada, solo testean a los que viajaron en avión, pero no la transmisión doméstica. Hace falta alguien que sepa de administración, no de política. Estos muchachos se hicieron pegando carteles en la calle, pero no saben de administración de recursos, se quedan paralizados en el accionar.
—¿Cuál es la consecuencia de esta crisis económica generada por la pandemia de coronavirus que más le preocupa?
—Va a ser grave el impacto social. Tenemos un problema social grave, que va mucho más allá del crecimiento económico, la inversión, el comercio internacional. En el conurbano hay muchos millones de personas que ya vivían hacinadas y en la pobreza extrema, con problemas de hambre y salud. Esa es la situación de base de la que partimos después de décadas de populismo.
—¿Cómo estima que será el impacto?
—Con la cuarentena, esa gente hacinada ahora encima no puede salir de su casa. No puede ir a trabajar ni ir a cobrar el sueldo. No tienen cuenta en un banco. Es un problema social grave. Como estar en un campo de refugiados en Siria, pero sin equipos de militares especializados o de Médicos sin Fronteras. Son millones. Ni el gobernador Axel Kicillof ni el ministro Ginés González García están entrenados para eso.
—¿Y cómo se debería intervenir?
—Hace falta más un experto en administración, en manejo de crisis, de movilización de recursos. En los barrios del conurbano, hay grupos de gente que se están organizando entre ellos para ayudarse ante la ausencia del Estado. Son situaciones que no podés esperar que el mercado lo solucione. No puede haber mercado si la gente no puede transitar, es una situación de guerra total. Acá hace falta coordinación, un ente con miles de personas, como las Fuerzas Armadas si estuviesen entrenadas para esto. Miles de personas de rescate, que lleven a la gente servicio o comida. O van a surgir milicias populares.
—¿El rol de presidente como coordinador al frente de esta emergencia no le parece suficiente?
—Una persona sola no alcanza. Y los que están por debajo de él, no sirven. El barbijo y los test son fundamentales en esto. El presidente hizo lo que pudo al declarar la cuarentena, pero hoy tenés una crisis con los jubilados tratando de cobrar la plata.
—¿Las medidas como el bono de Anses o el apoyo a las pymes para que puedan pagar salarios pueden funcionar como contención?
—Las pymes por un mes más le van a pagar a los empleados, pero los empleados no pueden ir a trabajar. Está bien la cuarentena, pero si vos dejás que la gente vaya a trabajar, se infecta. Y ahí tenés el otro lado del problema: que no hay un sistema de salud capaz de atenderlos. Un respirador no cuesta plata y los reactivos tampoco. Hace dos meses que sabemos que los vamos a necesitar y no los tenemos.
—Las medidas de apoyo se van a generar con más emisión monetaria, ¿eso puede generar más problemas?
Va a haber más inflación y hay que bancársela. La inflación es un problema de segundo nivel en este momento en el cual la prioridad es resolver el problema de que la gente tenga dinero para comprar comida. Esto va a durar muchos meses. ¿Qué información precisa el presidente para decidir cuánto tiempo va a durar esto y para quiénes? Es inadmisible que no sepan la estadística de la curva porque se hacen pocos testeos.
—¿El default también está en el horizonte de los problema de la Argentina?
—El problema del default no nos afecta porque hoy no podemos estar peor. Pero cuando salgamos de esta situación, puede ser de acá a un año si hay algún tipo de cura, ahí va a venir el problema de cómo salimos. Ahí va a entrar el tema del default y de mirar un poco para adelante, cosa que no estamos haciendo. Estar o no en default no va a agravar el problema de hoy, que la gente no puede llegar a la comida y que es mucho más grave. Va a afectar a expertos en finanzas nada más, pero de acá a un año va a ser fundamental. Hay que mirar a mediano plazo.
—Esta crisis puso en evidencia el enorme peso que tiene la economía informal, ¿cómo se puede resolver?
—Es culpa de los más de 120 impuestos que existen (al trabajo, IVA, Ganancias, patrimonio, impuestos laborales, Ingresos Brutos, al cheque). Con el parate nos damos cuenta de que estamos mantenidos por la economía en negro, básicamente nuestro sistema populista expulsa a los trabajadores. Y los trabajadores expulsados por el sistema se van a trabajar en negro.
Seguí leyendo: