La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) advirtió que la facturación de las compañías este mes caerá un 70 por ciento interanual por la crisis generada por la pandemia del coronavirus.
Así surge de una encuesta entre 400 jóvenes empresarios del comercio y la industria de 22 distritos del país realizada entre el 23 y 25 de marzo por CAME Joven, el área de jóvenes emprendedores de la entidad.
Los resultados muestran el dramático agravamiento de la recesión a raíz del coronavirus y las medidas de cuarentena que comenzó hace una semana.
Según la encuesta, 49,1% de los consultados estima que la caída de facturación estará en un rango de 76 a 100%, y otro 19,2% cree que será de entre 51 y 75%.
“Si medimos el impacto negativo en cantidad de meses, se estima que alrededor del 68,1 % de los consultados no podría sobrevivir más allá de tres meses. Al día de hoy, el 8,3 % afirma no encontrarse en condiciones de afrontar la crisis económica, fruto de la emergencia sanitaria. Y apenas el 1,8 % cree que puede atravesar esta situación (la mayor parte de ellos pertenece a rubros esenciales)”, dice un pasaje del informe.
Estrategias de sobrevivencia
Hasta ahora, las estrategias para atravesar la situación incluyen la promoción de los productos de mayor rotación, mediante la modalidad de venta online, el aumento de la publicidad, una mayor presencia en redes sociales y canales digitales y la incorporación de sistemas de envío a domicilio (delivery) para los comercios vinculados a las llamadas “actividades esenciales”.
En esta situación crítica, una consulta fue cómo estaban lidiando los empresarios con sus empleados. La respuesta fue que el 88,6% dice que mantuvo hasta ahora a todo su personal, aunque este porcentaje incluye a su vez un 15,2% que decidió adelantar las vacaciones. En tanto, un 10,1% admitió haber realizado despidos.
La encuesta recogió también los problemas de logística y precios que afrontan las empresas del sector pyme. Dos tercios (66,2% exactamente) dijo estar sufriendo demoras de abastecimiento o insumos y 13,2% señaló “dificultades” al respecto. Y más de la mitad (53,2%) no implementó modalidades de teletrabajo o home office “porque no tienen posibilidad de funcionar de esa manera”.
En cuanto a precios, el 60% dijo haber recibido listas con aumentos de los bienes o insumos necesarios para su proceso comercial o productivos y, en la mayoría de los casos, la suba estuvo en un rango de 6 a 10%.
Ante ese panorama, CAME Joven propuso una serie de medidas para “subsistir y poder afrontar el difícil momento” como la interrupción del cobro de aportes patronales; ampliación del decreto de emergencia, para abarcar categoría como el monotributo; diferimiento o pago en cuotas de Ingresos Brutos; creación de un “Fondo de Empleo” para quienes trabajen formalmente en empresas privadas, que cubra el 50% de sus haberes por hasta 12 meses, bajo Declaración Jurada ante profesional contable y con garantías; exención del IVA a materias primas y la actividad turística por 3 meses y la interrupción del pago de alquileres mientras un negocio esté cerrado.
Los pedidos de CAME Joven se suman al de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), que solicitó apoyo financiero para permitir la sobrevivencia de empresas y proteger el empleo, como señaló su secretario, Mario Grinman, en declaraciones radiales.
Grinman dijo que “el Gobierno esta actuando de manera excelente, es el país de Latinoamérica y quizás del continente que más ha avanzado en este sentido, adelantándose a la problemática”, pero señaló que urge atender la situación de las empresas, golpeadas por las medidas de contención en un contexto recesivo que ya llevaba dos años.
En un comunicado la CAC recordó que “una fracción mayoritaria de la actividad mercantil se encuentra inactiva, en cumplimiento de las restricciones vigentes” y que las actividades de Comercio y Servicios que están paralizados emplean formalmente a tres millones de personas.
Una fracción mayoritaria de la actividad mercantil se encuentra inactiva, en cumplimiento de las restricciones vigentes. Esas actividades paralizadas emplean formalmente a tres millones de personas
“En seis días estos empleados tienen que cobrar los sueldos”, recordó Grinman, quien además señaló que “una empresa que no trabaja, en 30 días quiebra”. Por eso, si bien reconoció las medidas de alivio oficiales, enfatizó que se necesitan “acciones suplementarias”, como la habilitación de préstamos a tasa cero, a fin de evitar el corte de la cadena de pagos y cuidar el empleo, aunque ello signifique, por la consiguiente emisión monetaria, que “el proyecto de bajar la inflación se tenga que postergar por un tiempo”.
Grinman enfatizó la gravedad del momento y la simbiosis con el sector público al afirmar: “Los empresarios argentinos estamos acostumbrados a trabajar con alta inflación, pero no podemos trabajar con los comercios cerrados: si el sector privado se empieza a fundir no va a haber de dónde sacar recursos”.
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