El Fondo Monetario Internacional destacó que las medidas que tomó el Gobierno permitirán contener el rápido crecimiento de los casos de coronavirus y precisó que, por ahora, tendrán un costo fiscal del uno por ciento del PBI.
Al detallar las decisiones que adoptó cada uno de los países del G20, el FMI se refirió a las que desarrolló la Argentina desde el inicio de la pandemia. Por otro lado, la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, aseguró que el mundo sufrirá una recesión este año y que las chances de una recuperación dependerán del éxito de las medidas que se adopten a nivel global para mitigar el daño generado por la pandemia.
En un documento, el FMI indicó que las autoridades argentinas “han adoptado medidas para prevenir un rápido crecimiento de las infecciones, que implican un cierre total de las fronteras y una cuarentena en todo el país, a partir del 20 de marzo y hasta al menos el 31 de marzo”, destacó el organismo.
Las autoridades argentinas han adoptado medidas para prevenir un rápido crecimiento de las infecciones
Por otro lado, subrayó que “las medidas de gestión del flujo de capital (MFC) que ya estaban vigentes desde agosto de 2019 han protegido en gran medida a Argentina hasta ahora del impacto de las salidas de capital”.
En el terreno fiscal, precisó que las medidas adoptadas costarán alrededor del uno por ciento del PBI basadas en estimaciones preliminares. Las mismas se focalizaron en “un mayor gasto en salud, incluidas mejoras en el diagnóstico de virus, compras de equipo hospitalario; y construcción de clínicas y hospitales; apoyo a trabajadores y grupos vulnerables, incluso a través de mayores transferencias a familias pobres, mayores beneficios de seguridad social (especialmente a beneficiarios de bajos ingresos) y mayores beneficios de seguro de desempleo y pagos a trabajadores con salario mínimo”.
También, se destinó “apoyo a los sectores más afectados, incluida una exención de las contribuciones a la seguridad social y préstamos subsidiados para actividades de construcción; demanda de apoyo, incluido el gasto en obras públicas; y políticas contra el aumento de precios, incluidos controles de precios de alimentos y suministros médicos”.
A la vez, se determinó un “anillo de suministros esenciales, incluidas ciertas restricciones a la exportación de suministros y equipos médicos, y apoyo a la investigación y desarrollo en empresas farmacéuticas; e indulgencia, incluida la provisión continua de servicios públicos para los hogares en mora”.
En materia financiera, el FMI recordó que el Gobierno dispuso “una suspensión de los cierres de cuentas bancarias debido a cheques sin fondos y extensión de crédito a empresas con atrasos en los impuestos sobre la nómina” salarial.
Además, acotó, “se otorgarán garantías de crédito a los préstamos de los bancos a las micro, pymes para la producción de alimentos y suministros básicos. Parte de estas medidas podría financiarse mediante la reasignación del gasto de menor prioridad”.
En el plano monetario y macrofinanciero, las medidas buscaron relajar algunas exigencias para contribuir con una mayor liquidez a empresas e individuos.
En este sentido, detalló que se establecieron “menores requisitos de reserva para préstamos bancarios a hogares y pymes; regulaciones que limitan las tenencias de papel bancario del banco central para proporcionar espacio para préstamos a las PYME; y alivio temporal de las necesidades de aprovisionamiento bancario y de las reglas de clasificación de préstamos bancarios, es decir, 60 días adicionales para ser clasificados como morosos”.
En el plano externo, recordó que luego de las elecciones primarias de agosto pasado el país implementó un amplio abanico de medidas de control de capitales para restringir las transacciones de cuentas financiera y algunas transacciones de cuenta corriente”.
Se adoptaron medidas desde agosto pasado que permitieron reducir la salida de capitales y estabilizar la situación financiera
“Si bien los controles han ayudado a limitar las salidas y reducir la volatilidad del tipo de cambio, desde el 9 de marzo el Banco Central ha intervenido en el mercado de divisas, vendiendo un acumulado de USD 1.000 millones o el 2,2 por ciento de las reservas brutas, para evitar condiciones desordenadas”.
Crisis sin precedentes
Por otra parte, hoy la presidenta del Comité Monetario y Financiero Internacional, Lesetja Kganyago, y Georgieva, destacaron que se vive “una situación sin precedentes donde una pandemia mundial de salud se ha convertido en una crisis económica y financiera”.
“Con una interrupción repentina de la actividad económica, la producción mundial se contraerá en 2020. Los países miembros ya han tomado medidas extraordinarias para salvar vidas y salvaguardar la actividad económica”, destacó.
Al respecto, indicó que “se necesita más; se debe dar prioridad al apoyo fiscal dirigido a hogares y empresas vulnerables para acelerar y fortalecer la recuperación en 2021”.
Y si bien el impacto en términos de salud fue mayor hasta ahora en las economías más desarrolladas, “los mercados emergentes y los países en desarrollo, especialmente los países de bajos ingresos, se verán particularmente afectados por una combinación de crisis de salud, una reversión repentina de los flujos de capital y, para algunos, una fuerte caída en precios de productos básicos”.
“Muchos de estos países necesitan ayuda para fortalecer su respuesta a la crisis y restablecer el empleo y el crecimiento, dada la escasez de liquidez cambiaria en las economías de mercados emergentes y la elevada carga de la deuda en muchos países de bajos ingresos”, advirtió.
En este sentido, indicó que “acciones políticas fuertes y coordinadas, incluso a nivel multilateral, son clave para resolver de manera efectiva esta crisis global”.
“El FMI está listo para usar su capacidad financiera de USD 1 billón para apoyar a sus países miembros”, aclaró.
El organismo reiteró que “más allá de sus servicios tradicionales de préstamos, el FMI explorará opciones adicionales para ayudar a los miembros que experimentan escasez de divisas”. Una de las opciones mencionadas días atrás en la teleconferencia del G20 fue que se amplíen los derechos especiales de giro (DEGs) a los países miembros, lo que le permitiría a la Argentina específicamente contar con unos 2500 millones de dólares.
Estas cuestiones se discutirán en las próximas semanas para ser votadas en la reunión de primavera del Fondo, a fines de abril.
Georgieva dijo hoy en una conferencia de prensa que 81 países (50 pobres y 31 de ingreso medio) pidieron ayuda para enfrentar esta crisis. El primer caso aprobado fue el de la Republica de Kirguistán, con un desembolso rápido de 120 millones de dólares.
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