El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya analiza el pedido que formularon los países en desarrollo como la Argentina para destinarles más recursos sin necesidad de contar con un programa a raíz de la crisis generada por el coronavirus.
En un mensaje destinado a los países del G20, cuyos ministros de Finanzas hoy tuvieron una teleconferencia, la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, dio detalles sobre las herramientas que trabaja el organismo para enfrentar esta pandemia en el terreno económico.
En este encuentro virtual, el ministro argentino Martín Guzmán pidió que el FMI eleve la cantidad de derechos especiales de giro (DEGs, la moneda con la que se cursan los créditos del organismo) a los países más afectados por la pandemia. Cabe recordar que la Argentina ya utilizó una ampliación de los DEGs en 2009 por USD 2.500 millones para reducir su déficit fiscal.
En su mensaje, Georgieva sostuvo que el organismo se focaliza “en la supervisión bilateral y multilateral sobre esta crisis y en las medidas de política económica para atemperar su impacto”.
Con este objetivo, el organismo incrementará “de forma masiva el financiamiento de emergencia, del que ya hemos recibido solicitudes de casi 80 países, y estamos trabajando en estrecha colaboración con las otras instituciones financieras internacionales para brindar una sólida respuesta coordinada”.
Además, se repondrán “los recursos de nuestro Fondo Fiduciario para Alivio y Contención de Catástrofes a fin de ayudar a los países más pobres”. Más allá de los recursos ya comprometidos, pidió “a otras partes a sumarse a este esfuerzo”.
“Estamos preparados para desplegar la totalidad de nuestra capacidad prestable, de USD 1 trillón”, destacó.
Luego, subrayó que, como fue el caso de la Argentina, “varios países de bajo y mediano ingreso han solicitado que el FMI realice una asignación de DEG, como lo hicimos durante la crisis financiera mundial, y analizaremos esta opción con nuestros países miembros”.
Por otro lado, indicó que “los principales bancos centrales ya han establecido líneas bilaterales de swap con países de mercados emergentes”.
“A medida que la compresión de la liquidez mundial se agudice, es necesario que los países miembros proporcionen nuevas líneas de swap”, afirmó; hoy Guzmán también señaló que el Gobierno busca reforzar el swap con China.
En este sentido, Georgieva indicó que el organismo analizará “una propuesta que contribuya a facilitar una red más amplia de líneas de este tipo, entre otras formas mediante un servicio financiero similar a una línea de swap del FMI”.
“Estas son circunstancias extraordinarias. Muchos países ya están tomando medidas que no tienen precedentes. En el FMI, trabajando estrechamente con los países miembros, haremos lo mismo. Luchemos juntos para sobrellevar esta emergencia ofreciendo apoyo a la gente en todo el mundo”, concluyó.
Cabe destacar que el viernes pasado Georgieva dialogó con el presidente Alberto Fernández y con Guzmán en forma telefónica, luego de que el staff técnico del organismo diera a conocer una nota que avala el pedido del Gobierno de disminuir en forma sustancial la deuda argentina en dólares.
Hoy, el Presidente reiteró la importancia de este análisis del Fondo, que incluye un escenario en el que el país debería reducir sus vencimientos en USD 85.000 millones en la próxima década, a pocos días de que Guzmán dé a conocer la oferta a los bonistas para evitar un default.
Duro diagnóstico
Georgieva también afirmó que “las perspectivas de crecimiento mundial, que para 2020 son negativas: se prevé como mínimo una recesión tan aguda como durante la crisis financiera mundial o peor, pero esperamos una recuperación en 2021”.
“Para llegar a ese punto, es fundamental que demos prioridad a la contención y al fortalecimiento de los sistemas sanitarios, en todo el mundo. El impacto económico es y será grave, pero cuanto antes se logre frenar el virus, más rápida y vigorosa será la recuperación”, destacó.
“Las economías avanzadas se encuentran en general en mejores condiciones de responder a la crisis, pero muchos países de mercados emergentes y de bajos ingresos confrontan importantes desafíos. Se ven muy afectados por la salida de capitales, y la actividad económica interna sufrirá un grave impacto a medida que los países respondan a la epidemia”, indicó.
Al respecto, precisó que desde el inicio de la crisis, los inversores “ya han retirado USD 83.000 millones de los mercados emergentes, la mayor salida de capitales jamás registrada”.
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