No hay reacción a los esfuerzos oficiales de los EEUU para apuntalar la actividad económica y las cotizaciones bursátiles. La voluntad del gobierno de Donald Trump y de la Reserva Federal es tan grande como los fondos comprometidos para el auxilio económico, pero no alcanzan para revertir los temores sobre el futuro, bajo amenaza por la pandemia de coronavirus.
Este lunes, al inicio de los negocios la Fed anunció un nuevo plan de estímulo monetario sin precedentes, mientras que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steve Mnuchin, declaró que la Cámara de Representantes “está muy cerca” de alcanzar un acuerdo para poner en marcha un plan de rescate que amortigüe las caídas por la crisis del COVID-19.
La Fed anunció medidas sin precedentes, como la compra ilimitada de activos para sostener al mercado
Pero las bolsas, aún con marcadas oscilaciones, volvieron a caer. Los indicadores de Wall Street sondearon nuevos pisos desde que se desató la salida de fondos en acciones, el 19 de febrero pasado. El Dow Jones de Industriales perdió 3%, casi 600 puntos, y regresó a la zona de las 18.600 unidades de noviembre de 2016.
Quiere decir que el Dow Jones consolidó un recorte de 11.000 puntos o 37% desde el récord histórico del 12 de febrero y resignó todas las ganancias acumuladas en tres años y tres meses, desde que el republicano Trump asumió la presidencia de los EEUU.
El pesimismo inversor revitalizó el interés por los activos de refugio como bonos del Tesoro y el oro
La Fed declaró que el paquete de medidas destinadas apunta a que los mercados funcionen de la manera “más eficiente posible” y que contempla la compra de activos sin límite y “en las cantidades necesarias para respaldar el buen funcionamiento del mercado y la transmisión efectiva de la política monetaria a condiciones financieras más flexibles”.
Con semejante panorama, el devenir de los precios de las acciones y los bonos de Argentina no podía ser positivo. Aunque no habrá operatoria en los mercados locales hasta el miércoles, la caída financiera no se detiene debido a que los principales activos argentinos se negocian en el exterior.
La mayoría de los ADR de empresas argentinas que operados en las bolsas de Nueva York terminaron en rojo. Destacó el desplome de 27% en los papeles de Despegar, la firma líder regional en turismo online, cuyo negocio colapsó por el cierre de fronteras y la extinción del turismo emisivo en el corto plazo.
Para YPF fue una rueda oscilante que se definió por las bajas sobre el cierre. La semana pasada tocó un precio mínimo desde que salió a cotizar en Bolsa en 1993. El ADR de la petrolera cedió 2,9%, a USD 3,40, de la mano del precio del crudo, que se sostuvo durante la rueda volátil.
“Los principales ADR exhiben importantes retrocesos promedio del 3%, liderados en especial por los papeles bancarios y energéticos, que continúan respondiendo como aquellos más sensibles al humor externo, ya que son los vehículos más líquidos para reducir el riesgo de sus carteras por parte de los fondos globales”, comentó Gustavo Ber, economista del Estudio Ber.
En cuanto a los bonos argentinos, la imposibilidad de arribar a un acuerdo consensuado con los acreedores en medio de la turbulencia financiera, a lo que se añade una actividad global que podría caer más allá de lo previsto y que también arrastrará a la Argentina, hunde en zona de cesación de pagos a los títulos soberanos.
Los bonos en dólares más representativos terminaron con una caída promedio de 1,5% y paridades entre el 24 y el 37 por ciento. Consistente con esto y con el descenso de los rendimientos de los bonos norteamericanos, el Riesgo País argentino volvió a escalar más de 500 enteros, un 12,6% en un solo día, para superar los 4.500 puntos básicos, al cierre de Wall Street, a las 17 horas.
El pesimismo inversor volvió a revitalizar el interés por los activos de refugio. La demanda por bonos del Tesoro de los EEUU llevó a una drástica baja de las tasas de retorno, al 0,76% anual para las emisiones a 10 años, mientras que la onza de oro subió 5,2%, a 1.562 dólares.
“Al pánico por la pandemia se le sumaron las estimaciones de consultoras que por primera vez reconocen que habrá recesión en los Estados Unidos”, señaló el economista Martín Tetaz. “La incertidumbre sobre el impacto sobre la economía se profundizaba y de acá, las revisiones a la baja en el crecimiento”, coincidieron desde Portfolio Personal Inversiones.
La Fed dijo que deben realizarse esfuerzos agresivos para limitar las pérdidas de empleos e ingresos
Goldman Sachs estimó una contracción del PBI de 3,8% para los EEUU este año, con un piso en el segundo trimestre del año que podría caer un 24%, para recuperarse en el tercer y cuarto trimestre, 12 y 10%, respectivamente.
Similar fue el pronóstico de Morgan Stanley, que proyectó que el crecimiento mundial estaría cerca de los mínimos desde la crisis financiera global de 2008-2009 y que la recesión en los Estados Unidos podría ser la más profunda en 74 años.
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