“Las medidas de aislamiento a quienes tenemos una relación con las actividades del ocio nos afectan muy estrechamente: si no trabajamos, no cobramos. Es una ecuación muy directa”, dijo Walter Duche, jefe de prensa de espectáculos teatrales.
“Deberemos sobrellevarlo como todos los argentinos que no tienen una relación de dependencia, pero esperamos que sigan en estudio medidas para los trabajadores que nos veremos afectados con ingresos económicos en cero y que debemos seguir aportando en impuestos y servicios básicos”, explicó.
Su caso se multiplica por todos los profesionales independientes, emprendedores y dueños de pequeños comercios que verán un desplome de sus ingresos durante las próximas semanas, en una situación de parate inédita hasta ahora para la economía local, que solo puede compararse con la crisis de 2001-2002, como es el caso de las inmobiliarias.
Las inmobiliarias que estaban al borde del abismo, con una estructura compuesta por muchos costos fijos y poquitos variables, temen desaparecer
En cada sector de la economía “cuentapropista”, el temor es similar. “Estoy muy preocupado por el impacto económico. El mercado inmobiliario, que ya venía mal, está muerto desde el jueves pasado. Ojalá pasemos esto rápido, si no me fundo. Hasta febrero teníamos unas cinco reservas y la semana pasada cero. Somos 13 en la inmobiliaria. No quiero llorar las mil penas, pero el coronavirus va a detonar el mercado”, comentó el dueño de una inmobiliaria.
“La prioridad es sobrevivir. Ya 2020 estaba siendo el peor año de toda la historia. Con este parate absoluto, los escribanos no pueden trabajar y los bancos están cerrados, las inmobiliarias que estaban al borde del abismo, con una estructura compuesta por muchos costos fijos y poquitos variables, desaparecerán”, advirtió.
De acuerdo con un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), solo el 55% de los hogares argentinos tiene como jefa o jefe a un empleado registrado (en relación de dependencia). Mientras que el 22% corresponde a asalariado no registrado (de este grupo el 43% de los hogares es pobre) y el 23% es un cuentapropista. En este segmento, la pobreza llega al 35 por ciento.
En diciembre de 2019, se contabilizan 9,74 millones de asalariados registrados y 2,39 millones de trabajadores independientes puros, sin otro empleo en relación de dependencia
En diciembre de 2019, se contabilizaron 9,74 millones de asalariados registrados y 2,39 millones de trabajadores independientes puros, sin otra actividad en relación de dependencia. En el empleo no asalariado, los monotributistas únicos sumaron 1,6 millones de trabajadores, 13,5% del total, y los autónomos 398.000. El conjunto de ocupados independientes aumentó 3% frente a diciembre del año anterior.
En el comercio, más allá de que los rubros que pueden seguir abiertos, los efectos de un cierre total son, por ahora, bastante inciertos. “No recuerdo una crisis de esta naturaleza en la Argentina, por lo menos en los últimos 60 años. Ya está afectando económicamente a todas las empresas, pequeñas medianas y grandes. El día después, cuando esto termine seguramente muchas firmas van a quedar en el camino; por eso es importante que el Gobierno siga creando herramientas para cuidar el empleo, los empresarios queremos poder pagar los sueldos”, destacó Mario Grinman, secretario de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CACyS).
“Estos sectores durante todas las recesiones son los menos protegidos, hablamos de trabajos que se hacen por día y se pagan a jornada y mucho trabajo autónomo que es referido al rubro servicios que quizás no se puede prestar o en una recesión son prescindibles. De la magnitud de este parate no se registra en la historia reciente algo similar. Hay que recurrir a la comparación con la crisis de 2001-2002, la más profunda de la historia argentina donde fue el gran sacudón fuerte que sufrieron estos sectores”, destacó el economista Guido Lorenzo, de la consultora LCG.
Según su opinión, la magnitud de la caída es difícil de mensurar porque aun no se sabe la extensión de las medidas de aislamiento general o parcial, que puede ser de entre uno a dos meses. “Es difícil de mensurar porque no sabemos la extensión. Si es de 45 días, un promedio, contraerá la actividad o le aportará una caída sobre cualquier escenario de alrededor de 1,5 puntos porcentuales en el total general. Nuestras proyección es de 2,9% de caída del PBI para 2020, hasta ahora, pero es muy dinámico esto”, agregó el economista.
No recuerdo una crisis de esta naturaleza en la Argentina, por lo menos en los últimos 60 años
¿Qué tipo de medidas podrían aliviar más a este grupo de trabajadores y emprendedores comprendidos en monotribustistas y también autonómos? Especialistas en temas tributarios recomiendan más un subsidio directo que una exención del pago de la cuota monotributo que hoy, en la categoría más baja es de 1.955 pesos.
“Monotributistas y autónomos, algunos encuadran en esa categoría incluso con montos de facturación menores al monotributo, están en una situación muy compleja porque esta situación está rompiendo la cadena de pagos. No tienen ingresos porque no pueden abrir sus locales o no le pagan sus servicios”, dijo a Infobae el tributarista Sebastián Domínguez, del estudio SDC Asesores Tributarios.
“Después de las PASO, el presidente Macri había dispuesto eximir una cuota impositiva de parte del monotributo como medida paliativa, pero estamos ahora en una situación mucho peor. Más que la cuota, se puede disponer un subsidio, que sea mayor que la cuota y que pueda ser recibido en una cuenta, muchos ya tienen su CBU registrado en la AFIP. Hay que ir pensando medidas para que esas personas tengan algún ingreso para subsistir", agregó.
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