Una vez pasado el particular fin de semana largo que atraviesa la Argentina, el miércoles 25 se reanudará el pago de jubilaciones, pensiones, Asignación Universal por Hijo (AUH) y otras prestaciones de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).
El aislamiento obligatorio dispuesto por el gobierno impedirá las habituales filas en los bancos ya que las 4.500 sucursales de todo el país permanecerán cerradas, sin excepción, hasta el 31 de marzo inclusive. Para acceder a cobrar su haber en efectivo, los beneficiarios tendrán dos vías: los 15.300 cajeros automáticos y los 4.900 puntos de cobranza extrabancarios, es decir, aquellos comercios en los que comprando con tarjeta de débito puede retirarse dinero en efectivo.
La recomendación de comprar con tarjeta de débito, que sería válida en cualquier momento, es esencial y hasta solidaria en estos días, para evitar que se formen largas colas en los cajeros en plena cuarentena
Muchas cadenas de supermercados y estaciones de servicio de todo el país (Coto, Carrefour, Jumbo, Libertad, ChangoMas, La Anónima, YPF, Wal Mart, Axion, Makro, Vea, Disco y otras) ofrecen esta posibilidad. El servicio funciona tanto con las tarjetas de débito Visa, con la marca “Extracash”, como con Mastercard, con “Cashback”.
El abastecimiento de dinero a la red de cajeros automáticos es una de las actividades exceptuadas de la cuarentena dispuesta por el gobierno. Todo el personal de bancos, transportadoras de caudales y el Tesoro del Banco Central continuará trabajando. Tanto desde las entidades financieras como desde el gobierno se ha garantizado que los cajeros tendrán dinero mientras dure el aislamiento. Los jubilados, además, pueden extraer dinero de sus cuentas previsionales desde cajeros de cualquier entidad financiera y tipo de red (Link o Banelco) sin costo alguno
La clave: comprar con tarjeta de débito
La principal recomendación que surge desde la Anses, la AFIP, los bancos y cualquier otro actor vinculado al sistema financiero es coincidente: hay que utilizar la tarjeta de débito para comprar todo lo que sea posible y destinar el efectivo solamente cuando no existe otra opción. Esa recomendación, que sería válida en cualquier momento, es esencial y hasta solidaria en estos días, para evitar que se formen largas colas en los cajeros en plena cuarentena, al tiempo que reduce un instrumento propagador del virus. Esa aglomeración y circulación de público, en plena pandemia, pone en riesgo no solo la salud propia, sino la de empleados bancarios y clientes.
Para los comercios que funcionarán en los próximos días, aún los minoristas, es obligatorio aceptar la tarjeta de débito como medio de pago. Y para los beneficiarios de AUH y los jubilados y pensionados que cobran la mínima, además, trae un beneficio concreto: desde el 1° de marzo pasado, rige la devolución del 15% del monto total de las compras hechas con tarjetas de débito.
Por lo tanto, un jubilado de la mínima o un receptor de la AUH que haga una compra de $1.000 en un almacen o un supermercado, recibirá $150 en su cuenta previsional al día hábil siguiente. La devolución tiene un tope mensual de $700, casi el 5% de una jubilación minima, y puede duplicarse a $1.400 en el caso de quien cobra la AUH por dos o más hijos. Para acceder a este beneficio no hace falta ningún trámite, solo debe utilizarse la tarjeta de débito para las compras cotidianas.
Aquellos jubilados, pensionados o beneficiarios de AUH que no dispongan de su tarjeta de débito no podrán acceder a su dinero en efectivo hasta el 31 de marzo, aún cuando la Anses lo deposite en su cuenta. No obstante, quienes estén en esa situación pero tengan habilitados sus servicios de homebanking, aplicaciones de celular o banca telefónica para usar sus cuentas podrán, por esas vías, podrán pagar las facturas de servicios públicos o hacer transferencias inmediatas y gratuitas a otras personas.
Por otra parte, los jubilados no necesitarán hacer el trámite de la “fe de vida”, con el que acreditan su supervivencia ante el banco. La Anses dispuso suspender la obligatoriedad de hacer ese trámite para el cobro de las jubilaciones y pensiones de marzo y abril, “para garantizarles de esta manera el cobro de sus haberes estos dos meses sin poner en peligro de contagio de coronavirus a este grupo de riesgo” y de esa manera “garantizar el inmediato cobro de las prestaciones”, según explicó en un comunicado. Muchos bancos, de todas maneras, ya habían decidido no exigirla.
Las estrictas medidas del Ejecutivo obligaron a una modificación en el cronograma de pagos de la Anses que decidió adelantar para el viernes 27 de marzo todos los pagos de jubilaciones, pensiones, Asignación Universal por Hijo (AUH) y otros beneficios originalmente previstos para el lunes 30 y el martes 31.
La decisión respondió a que los últimos dos días de marzo fueron declarados días inhábiles por el Poder Ejecutivo Nacional, con el objeto de no interrumpir el aislamiento obligatorio. Quienes debían cobrar, según el calendario publicado, el miércoles 25 y el jueves 26, mantendrán sus fechas sin cambio alguno.
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