Los bonos en paridades de entre 25 y 30% están en default. Falta que alguien se los comunique oficialmente. En otras palabras, la Argentina va a negociar una quiebra, no una deuda.
El precio de los bonos en dólares, que cayeron hasta 12%, llevaron el riesgo país a quebrar la barrera de los 4 mil puntos básicos. Y este no es el techo. El riesgo país va a subir de aquí en más aceleradamente. Llevará la inercia del que está en caída libre.
La licitación en pesos de este jueves ya tiene asegurada una suscripción de $200 mil millones, que representa el 40% de lo que se quiere refinanciar. El problema es que una buena parte de ese dinero proviene de organismos del Estado. El Gobierno espera en una segunda licitación para renovar los $300 mil millones restantes. De esta manera, arrojará los vencimientos al 2021, 2022, 2023 y 2024. Si lo logra, aliviará el futuro inmediato de la deuda en pesos.
Lo que le pasa a la Argentina con su deuda es lo mismo que les sucede a los demás países emergentes. La diferencia es que ellos no tienen inflación y se mueven en una economía más ordenada y de menor riesgo. Ellos consiguen dinero en el exterior para renovar los vencimientos. Además, poseen más recursos económicos para atender las urgencias de la pandemia que, todavía, no explotó con la intensidad de Asia, Europa y Estados Unidos.
La pandemia es un mal en desarrollo. Las economías impulsadas por el virus, al que no se le encontró la manera de detenerlo, se encaminan a una recesión global.
Por eso, las negociaciones overnight (trasnoche), indican que este jueves puede ser otra rueda negativa para los mercados del mundo.
Las bolsas de Nueva York en las apuestas a futuro abrieron con tímidas alzas, pero pronto volvieron al lugar del miedo y comenzaron a marcar bajas que iban creciendo con el transcurrir de las horas. El Dow Jones y el S&P 500 bajaban más de 4%. El Nasdaq de las tecnológicas caía 3,15%.
Estas marcas de Wall Street preocupan porque es la referencia del mundo. De las últimas trece sesiones, once se suspendieron por 15 minutos porque las cotizaciones cayeron más de 7%. La sesión de hoy corre el mismo riesgo.
En Europa la situación no era mejor. El DAX de Alemania, el país menos afectado por el coronavirus, bajaba 4,14% y estaba en un decidido retroceso. El FTSE 100 de Londres caía 3,70% y el Euro Stoxx, que agrupa a los 50 principales papeles de Europa, marcaba un rojo de más de 7%.
El petróleo, intentaba reaccionar después de haber quebrado todos los pisos posibles y de haberse acercado a los pronósticos más pesimistas que le auguraban un mínimo de 20 dólares por barril. Cuando se hizo el pronóstico de 20 dólares, hace 10 días, los inversores pensaron que la consultora estaba exagerando.
Lo cierto es que el WTI en la medianoche argentina cotizaba a USD 22,37 por barril, es decir que recuperaba 7,35% de su caída. Sin embargo, luego emprendió un camino de retrocesos y en la primera hora del jueves marcaba una suba de 5,50%, pero la tendencia era a la baja. El Brent, que es referencia en la Argentina, tenía una suba más moderada de 2,52% y cotizaba a USD 25,48 por barril. Una hora después, esa suba se limitó a 1,41%, a USD 25,23.
En Asia, las bolsas operaban en rojo. El Nikkei de Tokio perdía 2,50%, el Hang Seng de Hong Kong, 4,53%, y el China A50, 3,66%.
En Buenos Aires, los dólares alternativos tuvieron una fuerte alza de hasta 1,7%. El dólar Bolsa subió $ 1,45, a $ 88,35, y el contado con liquidación avanzó $ 1,37, a $ 89,53.
Pero la alerta la dio el dólar libre. En la plaza marginal se operó a $ 88,25, casi al mismo precio que el dólar Bolsa. Esto significa que ante la enorme emisión de dinero que hizo el Gobierno para afrontar la crisis, la gente comenzó a dolarizar sus carteras y acude a la plaza marginal. Este dólar, que durante casi todo el año estuvo por debajo del dólar solidario, ahora lo supera por casi $ 4, ya que cerró a $ 84,50.
En la plaza oficial, en bancos y casas de cambio, la divisa se exhibió a $ 65,45 para la venta lo, que implica una suba de 51 centavos. El dólar mayorista aumentó 15 centavos a $ 63,33. El Gobierno aceleró la devaluación del tipo de cambio que se utiliza para el comercio exterior y para pagar deuda en dólares del sector púbico y de empresas.
Las reservas siguieron en baja, perdieron USD 267 millones y quedaron en 44.039 millones. La caída de las monedas y el oro frente al dólar.
Lo más preocupante es que la brecha con los dólares alternativos ahora es de 41%, un estímulo elevado para ir a comprar dólares en cualquiera de las plazas. De la mano de esta suba va la inflación, el otro enemigo a vencer por el Gobierno.
La Bolsa tuvo una rueda difícil. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, cedió 14,47% con un elevado monto de negocios de $ 1.055 millones.
La noticia del día fue el desplome de YPF de 25,98%. La empresa ahora vale menos de USD 800 millones. El gobierno compró en su momento 51% de las acciones en 6.000 millones. Ahora, su parte cuesta menos de 400 millones.
Por eso, no fueron pocos los que comenzaron a comprar acciones de la petrolera porque no creen que pueda tocar pisos más bajos, aunque se decía lo mismo la semana pasada cuando cotizaba más del doble del precio actual. Otras caídas que impactaron fueron las de Aluar (-19,77%) y Transener (-17,49%).
En Wall Street, los ADR’s argentinos (certificados de tenencia de acciones) se desplomaron. YPF perdió 26,78% y la acción cotiza en tan solo USD 2,57 menos de la décima parte que valía la compañía hace pocos años. La baja en dólares en lo que va del año es de 77,81%, por lo que es la empresa que más valor perdió.
Para hoy se espera un día negativo en todos los aspectos. La recesión es una amenaza mundial que no llegó a pleno, pero los inversores, a través de su comportamiento negativo, le están poniendo precio.
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