Default o reperfilar la deuda, las opciones que le quedan al Gobierno ante el pánico global por el coronavirus

Banqueros y negociadores creen que un acuerdo negociado con los acreedores se hace cada vez más difícil en este contexto de derrumbe financiero mundial

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Wall Street perdió todo interés en la Argentina en el escenario de pánico financiero global por el coronavirus
Wall Street perdió todo interés en la Argentina en el escenario de pánico financiero global por el coronavirus

Con el riesgo país encima de 4.000 puntos básicos y el derrumbe de todos los activos financieros globales, el arreglo de la deuda argentina se aleja cada día más.

Por esta razón, ejecutivos de fondos de inversión y analistas del sistema financiero creen que a la Argentina solo le quedan los escenarios de reperfilar la deuda o caer en un default, en un escenario en el que tal vez no sea el único país que caiga en una cesación de pagos.

“No hay posibilidad de un acuerdo. Se les cerró la ventana, porque perdieron un tiempo valiosísimo”, se lamentó el ejecutivo de un fondo de inversión desde Nueva York.

En diálogo con Infobae, cuatro calificadas fuentes del sistema financiero indicaron que, más allá de la demora del Ministerio de Economía para solucionar esta situación, el pánico financiero mundial impide pensar en cualquier acuerdo, sobre todo si el Gobierno insiste en querer imponer una quita importante a los acreedores.

“La demora del proceso ya tiene un costo fuerte. En este escenario hay que apurarse, porque el costo de oportunidad de esperar es muy bajo para los fondos buitre. A los acreedores que pueden aceptar deberían ofrecerles un cupón del 2% y un período de gracia de dos o tres años sin quita de capital, que siempre es lo más engorroso de aceptar”, explicó un banquero.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, creía que si los precios de los bonos bajaban, era mejor para la renegociación de la deuda
El ministro de Economía, Martín Guzmán, creía que si los precios de los bonos bajaban, era mejor para la renegociación de la deuda

Y si hace algunas semanas el ministro Martín Guzmán especulaba con la idea de bajar el precio de los bonos para que la deuda fuera “sustentable”, el derrumbe de los activos transformó a los bonos argentinos en piezas muy apetecibles para los fondos que ya litigaron contra el país hasta la salida del default en 2016.

“Cuidado que estos precios son muy atractivos para que los fondos buitre aceleren si el país no paga y se ingrese en un default de toda la deuda”, advirtió el ejecutivo del banco internacional.

Más acongojado, desde un fondo de inversión un ejecutivo dijo que “no hay precios de referencia como para pensar en una oferta; se perdió todo interés en la Argentina, que, por otro lado, va a tener que destinar todos sus recursos fiscales a salvar a sus empresas y a mitigar el impacto sobre el empleo”.

“Es posible que haya que ir hacia un gobierno de unidad nacional en varios países y la Argentina no es la excepción”, expresó la fuente.

Aunque con varias crisis encima a lo largo de su carrera, el ejecutivo aseguró que “nunca se vio algo igual, con activos que cada día valen menos, pocos refugios de valor y una falta de liderazgo internacional muy preocupante”.

Los países centrales no están pensando en la Argentina sino, literalmente, en su salud y su alimentación.

Con más calma pero no menos escepticismo, un histórico negociador de la deuda dijo que cualquier escenario de arreglo “es imposible de imaginar”.

“Ni siquiera es posible pensar en que los acreedores necesarios para llegar a las mayorías de cada bono puedan sentarse a dialogar para evitar un default. Hoy la gente en los países centrales está preocupada literalmente por su salud y su alimentación”, explicó.

Ante este panorama, la alternativa podría ser que “el Fondo Monetario Internacional rehabilite los desembolsos pendientes por USD 11.000 millones”, como parte del crédito acordado durante el gobierno de Mauricio Macri, que se frenó a fines de 2019.

La otra, menos compleja, es “pagar con las reservas del Banco Central los vencimientos bajo ley extranjera y reperfilar los que están bajo ley local”, sugirió. Los vencimientos con ley Nueva York llegan a unos USD 3.700 millones este año.

El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, otro de los mandatarios en problemas por la violenta caída del petróleo
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, otro de los mandatarios en problemas por la violenta caída del petróleo

Cualquier otro camino, advirtió, llevará a un default, en un contexto en el que posiblemente otros países de la región, sobre todo los más ligados a la renta petrolera, como Ecuador, puedan sumarse a la situación de incumplimiento de Venezuela, que hace varios años que ya no paga su deuda.

“El problema lo van a tener los países con un esquema fiscal más débil en la región, tal vez Bolivia también, pero no veo un escenario parecido a los 80, a menos que el lock down global se extienda por mucho tiempo. Por ahora, los paquetes de estímulo fiscal no hacen insostenible la deuda. Si se tuvieran que extender, muchos países volverían a recurrir a la emisión monetaria”, expresó un economista con amplia comprensión de la situación regional.

El expresidente de la Reserva Federal estadounidense, Paul Volcker, que instrumentó la fuerte suba de tasas de EEUU en los 80, disparador del default en casi toda América latina
El expresidente de la Reserva Federal estadounidense, Paul Volcker, que instrumentó la fuerte suba de tasas de EEUU en los 80, disparador del default en casi toda América latina

A principios de los 80, la suba de las tasas de los Estados Unidos llevó a un default generalizado en toda la región, en el inicio de la denominada “década perdida”.

En los 90, el escenario se repitió con la crisis del “efecto Tequila”, producida en México en 1994.

A principios del siglo 21, la Argentina cayó en el default más grande de su historia, pero los países centrales se aseguraron de que el “efecto contagio” en la región fuera el mínimo posible.

Dos décadas después, el país vuelve a estar en una situación similar, pero sin prestamistas externos y en un escenario de confusión mundial.

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