La pandemia del coronavirus ya está provocando un efecto negativo en los precios internacionales de los granos y que a su vez afectan a los valores del mercado local.
En este contexto la soja es la más complicada, ya que a los menores precios se suman menores rendimientos y producción a cosechar por la falta de precipitaciones, y una mayor presión impositiva, de la mano del nuevo aumento de las retenciones a las exportaciones del poroto y sus derivados.
En su informe mensual, los consultores Teo Zorraquín y Alejandro Meneses aseguraron que se aguarda el impacto que tendrán las últimas medidas para contener el contagio del coronavirus, y manifestaron: “La lógica indica que veremos una fuerte caída en el nivel de actividad, y en un escenario de algunos precios reprimidos por los controles y el congelamiento de algunas tarifas públicas”.
Agregaron: “Nadie preveía y tampoco se puede pronosticar dónde termina el impacto de la pandemia en cualquier mercado. Asistimos a todos los efectos que alguna vez estudiamos o leímos: ‘Cisne negro', ‘Efecto aleteo de Mariposa’, ‘Hiperconectividad del mundo’, ‘Globalización’”.
El productor de soja en agosto pasado tomó la decisión de siembra con una ganancia que se proyectaba en USD 84,94 por hectárea. Tras 8 meses de esa decisión, se encuentra actualmente con un quebranto de USD 117,92 por hectárea
Además, manifestaron que los mercados “se mueven sin lógicas definidas, con variaciones muy importantes en corto plazo de tiempo. Al respecto lo que debemos hacer es no contradecir tendencias, lograr coberturas en porcentajes muy altos de la producción estimada, valores que nos den la renta, y de ser posible utilizar más los mercados de futuros que los mercados físicos”.
En un contexto económico local de alta incertidumbre por la demora que hay para alcanzar un acuerdo por la deuda, la falta de un plan económico explícito, la aparición de la crisis generada por el coronavirus, y la pelea entre Rusia y Arabia Saudita que despliega el precio del petróleo, los consultores dijeron: “La macroeconomía hace lo que puede”.
Los efectos de la baja de los precios de la soja
Por otro lado, el analista y ex Sscretario de Agregado de Valor de la Nación, Néstor Roulet, elaboró un documento titulado “¿Quién gana y quién pierde con la baja del valor de la soja?”.
En el mismo, Roulet aseguró que el productor de soja en agosto pasado tomó la decisión de siembra con una ganancia que se proyectaba en USD 84,94 por hectárea. Tras 8 meses de esa decisión, se encuentra actualmente con un quebranto de USD 117,92 por hectárea. Para el analista, “todo esto se debe básicamente al diferencial de rendimiento entre lo proyectado y lo real por los efectos de la falta de precipitaciones, a la baja del precio internacional de la oleaginosa que pasó de USD 333,27 a USD 302 por tonelada, y al aumento de las retenciones y de los impuestos provinciales, como Inmobiliario Rural e Ingresos Brutos, y Municipales, mediante la Tasa de Red Vial”.
Y con este panorama, para Roulet “el que gana es el Estado tanto nacional, provincial y municipal. El Estado nacional a pesar de la baja del valor de la soja por el aumento del 30% de las retenciones, que pasó del 24,7% al 33%, va a recaudar USD 32,53 USD extras por hectárea. Es increíble que a pesar de que el productor pierde USD 117,92 por hectárea, igual tiene que tributar USD 328,87 por hectárea de retenciones”.
Para terminar, según el mapa de rentabilidad agrícola que elabora la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, con el esquema actual de retenciones, con la soja en el 33% y el maíz y trigo en 12%, se observa que sólo la Región Pampeana (Buenos Aires, sur de Córdoba, sur de Santa Fe y algún departamento de Entre Ríos) hay probabilidades por encima del 50% de cubrir los costos de producción, y todo el NEA, NOA, centro-norte de Santa Fe y centro-norte de Entre Ríos tienen menos de 50% de probabilidades hasta 0% de cubrir los costos.
Al respecto, desde la bolsa de cereales porteña indicaron: “Todos estos datos demuestran la inviabilidad económica y productiva de los tres principales cultivos extensivos con bajos precios internacionales y actual esquema de retenciones”.
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