Las medidas con las que se intenta contener la expansión del coronavirus Covid-19 en la Argentina generarán un duro golpe a la actividad económica, cuyas dimensiones hasta ahora son difíciles de precisar. Pero en el caso de sectores directamente afectados, como el turismo interno, ya saben que no van a contar con los ingresos que esperaban para este fin de semana largo por el feriado del 24 de marzo.
Según estimaciones privadas, se esperaba que entre el sábado y el martes próximos se desplazaran más de 3,4 millones de personas por el país, entre turistas y excursionistas. Esos consumos hubieran generado un movimiento por casi $9.000 milllones.
Los cálculos son de la Confederación General de la Mediana Empresa (CAME), entidad que ante cada fin de semana largo calcula el nivel de actividad del turismo en base a encuestas de estadía y gasto promedio de los viajeros.
A partir del tránsito habitual de turistas en fines de semana largos anteriores, y teniendo en cuenta que luego de la creación del impuesto PAIS que recarga con un 30% a los consumos en moneda extranjera la actividad turística interna tuvo una mejora del orden del 3% más allá del efecto de la inflación en precios, en la cámara privada esperaban que el movimiento fuera importante.
“Va a haber problemas de gente que no puede ir a trabajar por la edad, va a haber un parate bastante generalizado. Hay provincias en las que los bares, restaurantes va a estar prácticamente paralizados. Todo lo que son servicios está prácticamente frenado. Y ahora se suma que no vamos a contar con el microturismo interno que es muy importante para las economías regionales”, dijo Pedro Cascales, vocero de CAME.
Según la entidad, para el próximo fin de semana largo se esperaba el movimiento de 1,25 millón de turistas por todo el país, más el desplazamiento de 2,125 millones de excursionistas que pasean en el día, sin pernoctar en sus destinos. Al mismo tiempo, el sector turístico aspiraba a una estadía promedio de 3,7 días y un gasto diario promedio de $1.690 por persona, en el caso de los primeros, y un gasto promedio de $550 por persona, en el de los segundos.
El resultado son $ 8.985 millones menos en consumo que se van a echar de menos en distintos puntos del país.
Estos fines de semana, sobre todo, en una época en que la playa no atrae tanto y el flujo se distribuye a otras partes del país va a haber un impacto en hotelería, restaurantes, recreación, productos regionales que empiezan a sumar gracias al fin del verano (Giarrizo)
Como parte de las medidas sanitarias asociadas a la pandemia, el Gobierno nacional decidió esta semana recortar la oferta de transporte precisamente para desincentivar los viajes en el fin de semana largo. Entre el 20 y el 25 de marzo no habrá servicio de colectivos y trenes de larga distancia, ni de aviones de cabotaje, anunció el martes el ministro de Transporte, Mario Meoni. En el Gobierno seguían la consigna de Alberto Fernández de que “no son vacaciones”, preocupados por la reacción de muchas personas que ante la suspensión de las clases y el parate en muchas empresas optaron por el miniturismo.
En el sector no critican el freno reforzado. Las propias secretarías de turismo y organizaciones de comerciantes distribuyen mensajes en los que agradecen el interés de los viajeros pero piden que no los visiten. Pero, aunque las medidas de aislamiento social gocen de consenso, los bolsillos van a sentirlo.
“Hay ciudades que hoy por hoy se están moviendo gracias al turismo. Cada feriado largo se te van incorporando nuevos destinos, pequeñas ciudades que organizan fiestas, eventos y mejoran hotelería para captar más turistas. Estaban paralizadas y reactivaron con el turismo. Estos fines de semana, sobre todo, en una época en que la playa no atrae tanto y el flujo se distribuye a otras partes del país va a haber un impacto en hotelería, restaurantes, recreación, productos regionales que empiezan a sumar gracias al fin del verano”, dijo Victoria Giarrizo, economista a cargo de las encuestas que encarga CAME.
“Por ejemplo, en Entre Rios tenés todos los circuitos termales que en esta época empiezan su temporada alta en la que generan ingresos para todo el año. Ahí el impacto va a ser muy fuerte. En Córdoba tenés muchos pueblitos que se recorren en estas fechas. El sur vive mucho del turismo internacional, algo que ya estaba caído, y ahora se suma esto. También algunas ciudades de San Luis, Córdoba, Mendoza. El resto son destinos que combinan con otras actividades, que van a sentir menos el impacto”, agregó.
Seguí leyendo: