Jubilados y coronavirus: cómo cobrar sin ir al banco y hacer las compras sin efectivo

Trámites a través de apoderados, compras con tarjeta de débito, retiro de dinero en supermercados y otras alternativas para evitar la presencia de los mayores en las sucursales bancarias

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Los jubilados y pensionados pueden
Los jubilados y pensionados pueden utilizar su tarjeta de débito para comprar en comercios y extraer dinero de los cajeros automáticos

Si bien el Banco Central dispuso que los bancos atiendan con exclusividad a los jubilados y pensionados en las primeras dos horas de apertura al público, los adultos mayores tienen amplias posibilidades de acceder a su pago mensual y de hacer sus gastos básicos sin necesidad de ir al banco y, en muchos casos, sin necesidad de manejar dinero en efectivo.

En primer lugar, cabe recordar que todos los jubilados poseen, en forma gratuita, una caja de ahorro y una tarjeta de débito vinculada a ella. Aún cuando parezca obvio, en la Argentina existe mucha gente que desconoce que es cliente de un banco. Por ello, no todos los jubilados distinguen entre ir al banco a “cobrar la jubilación” una vez al mes y el hecho de que ese pago es acreditado en una cuenta previsional, radicada en un banco determinado, con la que puede acceder gratuitamente a otros servicios.

La tarjeta de débito permite retirar dinero de la cuenta previsional a través de cajeros automáticos de cualquier banco y de cualquier red sin costo alguno. El jubilado puede retirar su jubilación en el cajero que desee y en el horario que desee o bien, como es muy frecuente, pedirle a algún familiar que haga esa gestión por él, con su tarjeta y la clave para operar en el cajero.

Para los jubilados que cobran el haber mínimo, usar la tarjeta de débito tiene otro incentivo. Desde el 1° de marzo, rige la devolución del 15% del monto de todas las compras que hagan en supermercados, autoservicios y almacenes, hasta alcanzar un tope de $700 por mes

Asimismo, la tarjeta de débito puede servirle como tarjeta de compra, sin necesidad de usar el efectivo. Por normativa de la AFIP, es obligatorio que todos los comercios, aún los minoristas, acepten pagos con tarjeta de débito. Por ello, muchos gastos cotidianos de un jubilado pueden ser abonados sin necesidad de llevar efectivo encima, lo que en tiempos normales implicaría ganar en seguridad y, en la situación actual de la pandemia, significa reducir las visitas al banco y con ello los riesgos para la salud.

Para los jubilados que cobran el haber mínimo, usar la tarjeta de débito tiene otro incentivo. Desde el 1° de marzo, rige la devolución del 15% del monto de todas las compras que hagan en supermercados, autoservicios y almacenes, hasta alcanzar un tope de $700 por mes. Por ello, un jubilado que cobre la mínima y gaste $1.000 en un supermercado, recibirá $150 en su cuenta previsional al día siguiente y así sucederá con cada compra hasta llegar al tope de $700.

Esta devolución del 15% es exclusiva para jubilados y pensionados que cobran el haber mínimo y no requiere de ningún trámite adicional ni inscripción. Para quienes usen la devolución en su totalidad representará un incremento de la jubilación de 4,5%. En la web de la AFIP hay un buscador en el que se puede verificar, ingresando el número de CUIL, si se cuenta con ese beneficio.

La tarjeta de débito, y
La tarjeta de débito, y la cuenta bancaria a la cual está ligada, pueden facilitar la vida cotidiana de los jubilados.

Otra vía para conseguir efectivo sin ir al banco es retirar dinero al comprar en un supermercado con tarjeta de débito.Todas las grandes cadenas de supermercados lo ofrecen, por lo que existen en todo el país 4.900 comercios en los que se puede retirar efectivo. Este servicio lo ofrecen tanto las tarjetas de débito Visa, con la marca “Extracash”, y Mastercard, con “Cashback”.

Poseer una cuenta previsional permite también pagar las facturas de luz, agua, gas, telefonía o cualquier servicio a través del homebanking o de una aplicación para celulares. Resulta otra vía para pagar sin necesidad de contar con efectivo ni hacer filas en un banco o en una empresa de recaudación, como Rapipago o Pagofácil.

Con la aparición de la pandemia del coronavirus se flexibilizó otro trámite que requería la presencia del jubilado en los bancos: la “fe de vida”, la acreditación de supervivencia que exigen los bancos para habilitar el cobro. El Banco Nación suspendió el control de supervivencia hasta el próximo 14 de mayo y el Banco Ciudad hasta el 31 de mayo. El Banco Macro lo hizo hasta el 30 de abril y, como modo de promover el uso de la tarjeta de débito, ofrece un descuento del 25% en farmacias los días jueves.

El Banco Provincia ya había dejado de exigir la fe de vida para los jubilados de Anses, porque cruza los datos con el Registro Nacional de las Personas; ahora, lo extendió a todos los jubilados, incluyendo los del Instituto de Previsión Social bonaerense. Otros, como el Banco Piano, permiten hacer la acreditación a través de una compra con tarjeta de débito.

Apoderados

Otra novedad que trajo la pandemia es la flexibilización del cobro a través de apoderados. Al ya mencionado trámite de la fe de vida, la Anses añadió la posibilidad de que el mismo se reemplace por una declaración jurada firmada por un familiar que acredite la supervivencia.

Al mismo tiempo, en los últimos días se dispuso que el apoderado puede retirar efectivo de la cuenta del jubilado, algo que algunos bancos hasta ahora no permitían. Existe normativa vigente del BCRA que obliga a los bancos deben proveer sin cargo de una tarjeta de débito tanto al jubilado como al apoderado.

La imperiosa necesidad, por razones sanitarias y no económicas, de que los jubilados no acudan a las sucursales bancarias, impuso para las autoridades el criterio de que el apoderado debe poder realizar las mismas operaciones que el propio jubilado, sin excepción.

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