Los bancos centrales en Estados Unidos, y también de Japón, Australia y Nueva Zelanda, anunciaron medidas coordinadas de alivio cuantitativo (Quantitative Easing) para atacar los efectos recesivos de la propagación global del coronavirus. En una iniciativa sin precedentes desde la crisis financiera de 2008, los gobiernos buscan paliar una retracción de la actividad general, el transporte, el comercio y el consumo, mientras los mercados financieros, abrumados por el escepticismo, aceleraron el descuento en los precios de los activos.
El índice Dow Jones de Wall Street recortó 2.997 puntos, la mayor caída absoluta de la historia del recinto de Nueva York. Y en términos porcentuales cedió un 13%, la mayor pérdida relativa desde el “crash” bursátil del 19 de octubre de 1987 (-22%).
La pérdida de la rueda, la más holgada en 32 años, superó la reciente marca del jueves 12 de marzo, cuando el Dow Jones recortó 2.352 puntos en el día o 10 por ciento.
Los analistas económicos y financieros interpretan que en esta instancia, alicientes fiscales como rebajas, exenciones o aplazamiento en el vencimiento de impuestos, serían más eficaces para compensar las pérdidas por la baja en la actividad que inyectar más fondos para apuntalarla. La desconfianza acerca de la posibilidad de una reactivación en el corto plazo gracias a los estímulos monetarios detonó una corriente vendedora de acciones y bonos que también afectó los índices de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
El panel S&P Merval de ByMA cedió 9,7%, para operar en los 25.697 puntos, mientras que los ADR de compañías argentinas que se negocian en Wall Street registran bajas de dos dígitos en dólares. El panel líder llegó a desplomarse más de 10% por la mañana.
El ADR de YPF se operó con caída de hasta 22% en dólares en Wall Street. Después de tocar un piso de USD 3,50. Restó al cierre un 14,2%, a 3,86 dólares, que deja a la capitalización bursátil de la petrolera en unos USD 1.518 millones, un valor irrisorio para una empresa de ese tamaño. También fue superlativa la caída de 35% para el ADR de Corporación América, el holding argentino que opera y administra aeropuertos en América y Europa, debido a que el transporte aéreo es el sector más afectado por el avance del coronavirus.
Medido en dólares, el panel líder de la Bolsa de Buenos Aires quebraba el piso de los 300 puntos por primera vez desde marzo de 2009. “Ya sabemos que el índice del panel líder del S&P Merval, medido en dólares, se está hundiendo. En la caída post-PASO cayó y rodó ya por debajo de los 300 dólares. No así en pesos, por más que está bajando, aun tiene espacio de baja”, comentó Jorge Fedio, analista técnico de Clave Bursátil.
En 285,2 puntos en dólares, el índice S&P Merval registra su valuación más baja desde el 16 de marzo de 2009 (284 puntos), exactamente 11 años atrás.
El pánico financiero no se disipó luego de que la Reserva Federal (Fed) de EEUU anunció el domingo su mayor paquete de estímulo monetario desde la crisis financiera de 2008, con un recorte de las tasas de interés hasta casi 0% y una inyección de liquidez de 700.000 millones de dólares.
En ese mismos sentido, China -donde el virus tuvo foco incial y la mayor cantidad de contagios- redujo los encajes de efectivo en bancos por segunda vez este año, con lo que liberó 550.000 millones de yuanes (unos USD 79.000 millones) para darle liquidez a la economía, en franca desaceleración por el brote.
Según los expertos de Research for Traders, “los inversores temen a que el coronavirus, que fue declarado como pandemia por la Organización Mundial de la Salud, genere una desaceleración de la economía mundial. Esto provocó una elevada volatilidad y pánico generalizado en los mercados globales”.
“Los factores globales y locales nos llevan a ser conservadores y preferir una dolarización de carteras ya que aún no hay señales claras que marquen un piso en la caída”, recomendó el Grupo SBS.
Las medidas de estímulo de las autoridades económicas alrededor del mundo no son suficientes para mitigar el impacto del coronavirus
El Riesgo País de Argentina subió casi 500 puntos, por encima de las 3.500 unidades, impulsado por el temor a una recesión global por causa del coronavirus, luego de que la Reserva Federal aplicara un nuevo recorte de tasas de interés como medida de emergencia.
Según la consultora Economía & Regiones, con un Riesgo País de semejante magnitud "crece la probabilidad que haya fondos ‘buitres’ comprando bonos argentinos, y en consecuencia aumenta la probabilidad de default. En este escenario, también crece la probabilidad que se adelante el desequilibrio cambiario, el salto del tipo de cambio, la suba de la tasa de interés, y, posteriormente, la aceleración de la inflación, que siempre explicamos que más temprano que tarde debe ocurrir”.
El Riesgo País argentino medido por el banco JP Morgan, que cerró 2019 a un nivel de 1.770 puntos y alcanzó un nivel de casi 2.600 puntos en septiembre pasado, no mostraba estos niveles desde desde junio de 2005.
La caída de 13% en el Dow Jones de Wall Street fue la más amplia desde el 19 de octubre de 1987
“Muchos de los fondos tenedores de bonos argentinos que mantenían una posición constructiva comenzaron a ver un retiro inédito en sus fondos por parte de los cuotapartistas”, advirtió un reporte de Delphos Investment.
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