Un funcionario del Tesoro de los EEUU, Geoffrey Okamoto, reemplazará a David Lipton como número dos del Fondo Monetario Internacional (FMI), un cargo clave en la renegociación de la deuda de la Argentina.
La titular del organismo, Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), propuso hoy a Okamoto, de 35 años, como primer subdirector gerente, a partir del 30 de este mes. Aunque el nombramiento está sujeto a la aprobación de la Junta Ejecutiva del FMI, se trata del funcionario que representa al gobierno de Estados Unidos en la conducción del organismo multilateral.
Okamoto, que se desempeñaba como secretario asistente interino del Tesoro para Finanzas y Desarrollo Internacional, supervisó la estrategia frente a los mercados financieros mundiales y gestionó la coordinación con el G-7 y el G-20.
También, se ha dedicado a supervisar los asuntos monetarios internacionales; negociar sobre cuestiones económicas regionales y bilaterales; y coordinar la participación de Estados Unidos en instituciones financieras internacionales.
Por sus funciones, estuvo en Buenos Aires cuando la Argentina presidió el G20 en 2018.
Previamente, fue Subsecretario Interino de Asuntos Internacionales del Tesoro y dirigió las negociaciones sobre el comercio con China, que resultaron en un acuerdo de Fase I firmado en enero de este año.
Okamoto reemplaza a David Lipton, un respetado economista que fue clave en la negociación del acuerdo del FMI con la Argentina en 2018.
Dado que es un colaborador del secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, Okamoto será clave en la renegociación de esta deuda de 44.000 millones de dólares.
Mnuchin ya se reunió en el G20 con el ministro Martín Guzmán para dialogar sobre la renegociación de la deuda con el organismo multilateral.
Al anunciar su postulación formal, Georgieva elogió “su conocimiento, diplomacia y el buen juicio que aporta para abordar problemas difíciles”.
“Jugó un papel clave para ayudar a reforzar y preservar la dotación crediticia del Fondo durante las últimas dos revisiones de los recursos del FMI”, destacó la economista búlgara, en referencia a un tema clave.
Ese compromiso, “llevó más recientemente a un compromiso de nuestros accionistas para duplicar los nuevos arreglos para pedir prestado y, por lo tanto, ayudar a garantizar que el Fondo tenga recursos suficientes para responder a las necesidades de sus miembros”.
“Geoffrey cree firmemente en la misión del Fondo y se compromete a ayudarlo a servir a sus miembros", concluyó la directora gerente.
Okamoto fue el presidente de la escuela de Políticas Públicas de Georgetown y miembro del Council on Foreign Relations.
Tiene una maestría de Georgetown y título de frado de la Universidad Politécnica de California.
Cambio de prioridades
Aunque la Argentina sea su principal deudor, el Fondo colocó al brote de Coronavirus como su prioridad número uno y por esta razón anunció una línea de 50.000 millones de dólares disponible para la atención de esta pandemia.
Al respecto, el vocero del Fondo, Gerry Rice, mencionó hoy que Irán ya pidió esta línea de asistencia, mientras que aclaró que la Argentina todavía no la solicitó, pese a que el Gobierno dejó trascender que era una opción.
El vocero del Fondo destacó la importancia de las acciones coordinadas que están adoptando los bancos centrales para moderar el impacto del coronavirus sobre la economía. En particular, el diálogo entre los bancos centrales para proveer de mayor liquidez a la economía mundial ante la contracción del consumo y del comercio.
“La cooperación es esencial para afrontar el brote. Hemos expresado que los gobiernos adopten este tema en serio y tomen medidas focalizadas”, indicó.
Sobre el apoyo del Fondo a los países afectados por esta pandemia, dijo que “se trata de financiamiento para apoyar a los sistemas sanitarios y a la población afectada”.
Al respecto, indicó que la directora gerente mantuvo una videoconferencia con los 189 países miembro del organismo para dialogar sobre la situación mundial.
“En lo que respecta a la ayuda directa, anunciamos la ayuda a los países vulnerables a través de los servicios de crédito rápido. Son 50 mil millones de dólares para los países de bajos ingresos y mercados emergentes”, afirmó.
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