Los indicadores de la Bolsa de Buenos Aires cayeron de manera sostenida este miércoles, en línea con los mercados globales, debido a una nueva huida de inversores ante el temor de que el brote de coronavirus castigue fuerte a la economía mundial.
La preocupación constante por la propagación del virus arrastró al índice bursátil S&P Merval de Buenos Aires a perder 4,1% en pesos, hasta las 31.491 unidades.
Los principales mercados del mundo presentaron caídas de precios en sus activos. El Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, operó con baja de 5,9%, en una jornada especialmente volátil, provocada por el miedo de los inversores a una desaceleración económica derivada de la crisis del coronavirus.
En la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones retrocedió más de 1.400 enteros, hasta los 22.553 puntos, con sus 30 cotizantes en rojo. Desde el 12 de febrero pasado, el referente de las bolsas de Nueva York recortó un 20 por ciento.
En el recinto neoyorquino se mira con preocupación los últimos acontecimientos en relación a la crisis del COVID-19 y los inversores se mostraron algo decepcionados después de que la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no haya desglosado el paquete de medidas fiscales que prepara para tranquilizar a los mercados y entre las que se incluye la baja al 0% del impuesto sobre los salarios.
En medio de tanta adversidad externa, el Gobierno del presidente Alberto Fernández busca avanzar en una millonaria reestructuración de deuda soberana por unos 100.000 millones de dólares.
A su vez, el Riesgo País de Argentina, medido por el banco JP Morgan, se movía con alza de 160 unidades y llegó a un máximo intradiario de 2.978 puntos básicos, el mayor registro desde junio de 2005.
Los mercados se volvieron a derrumbar luego de esbozar una recuperación el martes, alineados con la tendencia global, arrastrados, nuevamente, por la baja de 4% en los precios internacionales del petróleo, en medio de una disputa en cuanto a los niveles de producción de hidrocarburos.
El mercado petrolero acaparó buena parte del impacto por la expansión del coronavirus y sus efectos nocivos para la demanda y el consumo.
Los precios del crudo perdieron esta semana cerca de la cuarta parte de su valor, en su mayor desplome diario desde la Guerra del Golfo de 1991, después de que Arabia Saudita decidiera un aumento de la producción, para lograr una mayor cuota de mercado, en un momento en que el virus ya está generando un exceso de suministros.
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