Ante la fuerte volatilidad del precio del crudo a nivel internacional, el Ministerio de Desarrollo Productivo dispuso la aplicación de Licencias no Automáticas (LNA) para la importación de petróleo crudo, gas oil y naftas, con el fin de evitar maniobras especulativas que afecten la producción local.
Fuentes de la cartera afirmaron que la norma se publicará mañana en el Boletín Oficial y quedarán excluidos los combustibles de aviación, nafta virgen, GLP (gas licuado de petróleo) y el fueloil (pesado para fuentes energía electrica, calderas, hornos, etc.).
Las LNA son un procedimiento de administración del comercio dentro de las normas de la OMC y otorgan un plazo de hasta 60 días para analizar las operaciones de importación para evitar distorsiones en el mercado interno. Por lo tanto, si un operador quisiera importar combustibles o crudo aprovechando una baja importante como la que tuvo el petróleo ayer (22% de baja), este mecanismo lo impedirá.
Hay quienes sostienen que esta medida es la antesala de la definición de un precio sostén para la industria local, que se ubica por encima del valor internacional y que garantice la producción y el empleo local. Desde el Gobierno no lo confirman, aunque reconocen que “algunas empresas piden una decisión de esas características”, como lo fue el “barril criollo” que operó entre 2015 y 2017.
“La medida se toma en medio de la volatilidad en los mercados internacionales por la crisis del coronavirus, que en el caso de petróleo suma además diferencias entre los productores de la OPEP”, aseguraron en la cartera que dirige Matías Kulfas, y desde donde ayer se informó que el ministro había estado reunido con el titular de YPF, Guillermo Nielsen, y que había medidas en estudio.
En este sentido, el ministerio llevará adelante una ronda de consultas con sindicatos, empresas y provincias productoras para monitorear la situación y evaluar próximos pasos.
“Tenemos un impacto muy fuerte que ha sido la abrupta caída del precio internacional del petróleo; si bien hay una recuperación, lo cual muestra una gran volatilidad, esto plantea muchos interrogantes respecto a cómo manejar la situación a futuro", dijo Kulfas hoy en declaraciones radiales. Y agregó: “Estamos pensando medidas para cuidar los empleos, la producción y tener una actitud proactiva en ese sentido”.
El titular de Desarrollo Productivo afirmó también que “la caída del precio internacional afecta a una parte de la producción". “Vaca Muerta tiene costos más altos y no hacer nada significaría que ciertos pozos dejen de producir. Nuestra idea es tener una serie de medidas en consenso con los sindicatos, las provincias productoras y las empresas para sostener el nivel de producción buscando sostener los empleos que hoy existen”, remarcó el ministro.
Esta situación de desplome del crudo a nivel internacional producto, primero del coronavirus, y luego de las disputas entre algunos miembros de la OPEC, se produjeron en momentos en que la actividad en el yacimiento neuquino de petróleo y gas no convencional está prácticamente paralizada. La decisión de congelar el valor del petróleo y de los combustibles pos PASO, que luego se extendió con el actual gobierno, hizo que las empresas decidieran sacar varios equipos de perforación. A diciembre del año pasado, de 89 habían bajado a 50.
En el medio, la administración de Alberto Fernández encaró un proyecto para sacar una nueva Ley de Hidrocarburos que, según anticiparon, le daría previsibilidad a la industria a mediano y largo plazo para potenciar las inversiones en Vaca Muerta. Pero esta iniciativa está demorada, situación que se suma a la baja del crudo y que generan un combo explosivo para el sector.
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