Luego de superar la semana pasada el vencimiento del bono Bogato 2020 mediante un canje y el pago en tiempo y forma de un porcentaje menor, el Gobierno volvió a colocar deuda en pesos este lunes a través de dos Letras del Tesoro con tasa Badlar (Lebad). Se trató de una Lebad con vencimiento el 13 de mayo, de los cuales adjudicó $6.076 millones a una tasa nominal anual del 30,1% y otra Lebad con vencimiento el 31 de julio por $10.325 millones a una tasa nominal anual del 35,41%.
En un comunicado, el Ministerio de Economía informó que se recibieron un total de 160 órdenes de compra por $ 21.883 millones, de los cuales se adjudicaron $16.401 millones.
La colocación superó las expectativas de las autoridades del Palacio de Hacienda, debido a que el monto inicial de la colocación era por $11.000 millones.
El Ministerio de Economía informó que se recibieron un total de 160 órdenes de compra por 21.883 millones de pesos, de los cuales se adjudicaron $16.401 millones
Cabe recordar que la semana pasada la cartera que conduce Martín Guzmán adjudicó $28.733 millones en una licitación cuya oferta total que alcanzó los $56.983 millones, en una operación en la que la mayoría de los títulos (el 67,64%) se obtuvo mediante canje del Bogato 2020, que venció el viernes.
Economistas consultados por Infobae coincidieron en que el resultado alcanzado fue “muy bueno” y lo atribuyeron a que un gran porcentaje de las tenencias estaban en manos de inversores locales con los que habían negociado previamente.
La sustentabilidad de la deuda es un objetivo macroeconómico relevante que requiere la construcción de un perfil de vencimientos y de tasas de colocación de deuda sostenibles en el tiempo y compatibles con el sendero de equilibrio fiscal
De esta manera, el Ministerio de Economía continúa recomponiendo la curva de deuda en pesos que sufrió un gran traspié el año pasado cuando se llevó a cabo un fuerte reperfilamiento de vencimientos y que también tuvo una postergación de pagos este año con el bono Dual.
“La restauración de la sostenibilidad de la deuda en moneda nacional exige una actitud colaborativa, constructiva y de alta participación de los tenedores de dichos instrumentos, creados en condiciones de alta inestabilidad y volatilidad macroeconómica, que además resultaban incompatibles con la capacidad de pago futuro de la Argentina”, resaltó la semana pasada la cartera que conduce Guzmán.
Destacó que la sustentabilidad de la deuda es un objetivo macroeconómico relevante que requiere la construcción de un perfil de vencimientos y de tasas de colocación de deuda sostenibles en el tiempo y compatibles con el sendero de equilibrio fiscal y de consistencia del resto de las variables económicas.
Y dejo un claro y contundente mensaje para los acreedores al afirmar que en el proceso de normalización de la curva de rendimientos en pesos, “las conductas de tipo oportunistas, y de persecución de rentas extraordinarias en períodos cortos de tiempo, no contribuyen a los objetivos de sostenibilidad antes mencionados y, de persistir en cuantías significativas, serán correspondientemente abordadas utilizando todas las herramientas legales disponibles”.
En este contexto, se espera que el Gobierno pueda seguir avanzando con la agenda de fuertes vencimientos que se acumulan a lo largo del año, especialmente en marzo y abril.
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