El sector agropecuario aguarda un alto acatamiento del cese de comercialización de granos y hacienda que comenzará el lunes y finalizará el jueves de la semana próxima. Ayer, tras intensas negociaciones entre los dirigentes del campo y sin que existiera un pronunciamiento conjunto de las cuatro entidades que representan a los productores, los integrantes de la Mesa de Enlace coincidieron en avanzar con la protesta en rechazo a la elevada presión impositiva.
Los dirigentes aclararon que la protesta no incluirá cortes de rutas, tampoco habrá controles de cargas y está garantizado la libre circulación del transporte con alimentos y productos de consumo, por lo que está descartado que el reclamo derive en un desabastecimiento de los productos de la canasta básica.
Una medida de fuerza que significará una demostración de “unidad de la Mesa de Enlace” y que busca contener a las Bases que en los últimos meses estuvieron muy activas y movilizadas. Esas mismas bases que habían cuestionado el pasado martes a la dirigencia del campo, tras la reunión con el titular de la cartera agropecuaria, ya que consideraban que “no se había interpretado correctamente el mensaje del interior productivo, sobre bajar la presión impositiva y eliminar las retenciones".
El disparador para llegar a esta situación, fue la propuesta de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) de iniciar una protesta, lo que instó al resto de las entidades gremiales a sumarse al cese de comercialización. Mientras se aguarda ese comunicado conjunto de las entidades, por separado Sociedad Rural Argentina, Federación Agraria y Coninagro ratificaron la adhesión a la protesta por diferentes vías.
La Sociedad rural lo hizo a través de una comunicación interna en la que su presidente, Daniel Pelegrina, ratificó en el documento: “La Sociedad Rural Argentina decidió convocar a un cese de comercialización de granos y hacienda en pie desde las 0 horas del lunes 9 de marzo hasta las 24 horas del jueves 12 de marzo del corriente, en respuesta al aumento de los derechos de exportación anunciado por el Gobierno en estos días y formalizado este jueves en el Boletín Oficial”.
Por su parte, en declaraciones a Radio Continental, Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro, afirmó: “Creemos que con una protesta por cuatro días puede haber algún tipo de impacto en la liquidación de los cereales, pero el cese de comercialización no afecta al ciudadano en general, sino que tiene un impacto en la recaudación del impuesto”.
Además aclaró: “No habrá cortes de rutas: el diálogo con el ministro Luis Basterra fue muy bueno, donde la propuesta no pudo satisfacer a nuestras bases. No hay ninguna instrucción de salir a las rutas y hubo una expresa petición de la vicejefa de gabinete respecto a la paz social”.
En tanto, en declaraciones a Radio El Destape, Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina, manifestó: “Hemos tenido un alto debate para llegar a acompañar la medida de fuerza; ha habido una situación desprolija, en la que los medios sabían lo que nosotros aún no habíamos decidido”.
Y destacó: “Estamos en diálogo permanente con el ministro Luis Basterra, a quien valoro y rescató; vamos a seguir negociando, pero aún teniendo acercamientos, vamos a acompañar la medida. Nosotros adherimos al paro porque no teníamos claro los alcances de las compensaciones para una gran parte de los productores; fue todo muy precipitado”.
Rechazo a la protesta
En las negociaciones de ayer quedaron al descubierto los problemas internos que atraviesan algunas de las entidades de la Mesa de Enlace. Por ejemplo, disidencias internas en la Federación Agraria Argentina, donde sectores críticos de la conducción actual y con acercamiento a los gobiernos nacional y bonaerense, manifestaron su rechazo al cese de comercialización de granos y hacienda por considerar que las medidas de segmentación y compensaciones de las retenciones a la soja, y la baja de las alícuotas en las economías regionales, benefician a los pequeños y medianos productores.
Sebastián Campo, presidente Federación Agraria Argentina de Pergamino, dijo en declaraciones radiales: “Los productores más pequeños se ven beneficiados, porque van a recibir una compensación; esto ha sido una lucha histórica de la Federación Agraria y es una batalla cultural ganada, lograda a partir del diálogo en ochenta días de Gobierno”.
Y además, aclaró: “Intentaremos mejorar el esquema de compensaciones, pero estamos convencidos que el camino es el diálogo. No le encontramos explicación a la medida de fuerza. Es un paro dominguero, porque los pequeños productores ya no tenemos más nada para vender. Yo me veo obligado a parar porque no tengo nada más para vender. “Los pequeños productores tenemos un sesenta o setenta por ciento de la tierra que trabajamos que no es nuestra; hoy escuchamos la queja por tres puntos de retenciones, pero pagamos entre quince y veinte quintales de alquiler de la tierra... ¿cuál es el problema real del pequeño productor argentino?”.
Por último, el ex presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, que se reunió en las últimas semanas con el ministro del Interior, Eduardo De Pedro, también fue crítico de la decisión de la Mesa de Enlace: "Los dirigentes tendrán sus motivos, porque son quienes han estado en la negociación. Entiendo que hay un enjambre de impuestos, pero en este momento el tres por ciento de aumento de la soja se redistribuye, ya que una parte va a los productores más pequeños y parte hacia los sectores de crisis social. “En 2008 el aumento era para pagar al contado al Fondo Monetario Internacional y el Club de París; hoy hay un presidente que entiende, convoca y se sienta a negociar”.
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