Cómo funciona el “índice del miedo” de los inversores globales que ayer llegó a los niveles más críticos de los últimos 8 años

El índice VIX implica una alerta amarilla cuando supera los 20 puntos; ayer, alcanzó casi los 40. En medio de la debacle financiera por el coronavirus, la Argentina salió indemne. “Es que nadie puede romper algo que está roto”, explicó un operador.

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Operadores en la bolsa de
Operadores en la bolsa de Kuwait en la jornada de ayer.

La Argentina es un jeroglífico para el mundo y para los argentinos. El coronavirus trajo pánico en todos los mercados. Se desplomaron las bolsas del planeta y los inversores y ahorristas buscaron refugio en el oro que subió más de 2% y en los bonos del Tesoro norteamericano que alcanzó un valor récord que ahora rinde la menor tasa de su historia: 0,92%. En enero esa tasa era de más de 2%.

Pero si alguien se guiara por el comportamiento de los inversores en la Argentina, no se daría cuenta de la debacle mundial porque los números locales no mostraron un estado de catástrofe. “Es que nadie puede romper algo que está roto”, explicó un operador.

Por eso mientras las bolsas del mundo se desplomaban, el llamado “índice del miedo” alcanzaba el nivel que tenía en la crisis de 2011 cuando Estados Unidos paralizó su actividad oficial porque se había desbordado su capacidad de tomar deuda. Había que recortar gastos y se cerraron reparticiones enteras porque se quedaron sin presupuesto. Las bolsas se derrumbaron y hasta las fortunas más grandes cambiario su posición en la tabla de Fortune de los hombres más ricos de mundo. Por caso, el mexicano Carlos Slim, después de dos años dejó el liderazgo al perder USD 8.000 millones en 4 días.

Fuente: Rava Online
Fuente: Rava Online

El VIX, conocido como “índice del miedo” entre los inversores, es la abreviatura de Chicago Board Options Exchange Volatility Index. En Chicago tienen una fórmula que analiza la volatilidad del mercado a futuro -30 días- estudiando lo que sucede con el índice más amplio de Wall Street, el S&P 500 que abarca la cotización de medio millar de acciones. El VIX no mide el valor presente de las acciones, sino los valores a futuro. En otras palabras, observan como están las apuestas de los inversores si son compradores o vendedores de acciones a fin de mes. El indicador se actualiza cada 15 segundos.

Cuando el VIX está en 20 puntos, hay alerta amarilla. Por encima de ese nivel es alerta roja e indica que crece la probabilidad de movimientos inesperados en las distintas plazas. Cuando cerró Wall Street, el VIX estaba en 39,62, el nivel más alto de los últimos 9 años.

En ese marco, el S&P 500 perdió 3,59%; el Dow Jones, 3,58% y el Nasdaq, 3,10%. Las Bolsas de Europa también cerraron con fuertes bajas y el dólar se desplomó 0,83% ante las seis principales monedas del mundo. En cambio, la divisa de Estados Unidos aumentó 2% en México, 2,8% en Brasil y 1% en Chile.

En la Argentina, el dólar mayorista que rige el comercio exterior y la deuda, creció 6 centavos o 0,10% y por voluntad del Banco Central. Pero lo sorprendente es que bajaron los dólares más libres. El marginal se mantuvo en $79, pero el dólar Bolsa o MEP, el más utilizado, cedió 67 centavos (-0,30%). El contado con liquidación perdió 7 centavos y cerró en $ 81,95.

En bancos y casas de cambio el dólar oficial cotizó a $ 64,41, doce centavos menos que el día anterior. Pero esto es producto de inversores que juegan a entrar y salir de los mercados tomando ganancias (o pérdidas) rápidamente. Las reservas, debido a la suba del euro, el oro y la libra esterlina, aumentaron 6 millones a USD 44.836 millones.

El petróleo brent, el de referencia de la Argentina, fue otra de las materias primas afectadas y bajó más de 2% a USD 50 por barril, un problema que afectará a Vaca Muerta y golpeó fuerte en las acciones de YPF que en Estados Unidos alcanzaron su menor valor histórico en dólares.

La otra paradoja se dio en los bonos en pesos, que no sintieron en su totalidad el movimiento. Hubo precios sorprendentes. El Bogato 2020, el bono que hasta ayer daban como seguro que se pagaba el viernes, perdió 1,55%. Nada indica que se va a reperfilar porque el Tesoro cuenta con los recursos para cancelar los $55.000 millones que están en manos de los privados. Pero, el absurdo fue la suba del Bono Dual, el que desencadenó la gran crisis de los títulos en pesos cuando la licitación fue declarada desierta y se reperfiló su vencimiento para setiembre próximo, que aumentó 1,55%.

En los bonos en dólares hubo dos caras. Los cortos sintieron la crisis como una brisa. El Bonar 2020 cedió 2,3% y el Bonar 2024, 2,5%. No son bajas llamativas para títulos con riesgo de default y que van a afrontar una negociación con quitas de capital e intereses. Pero donde se sintió el sismo fue en los bonos de más largo plazo, en particular el Discount con ley de Nueva York que perdió 3,78% al tiempo que en Estados Unidos subían fuertemente los bonos del Tesoro, que son la referencia para calcular el riesgo país. Este contraste entre los dos títulos, hizo que el riesgo país argentino subiera 129 unidades (+6%) a 2.353 puntos básicos.

La Bolsa local, con escasos negocios por $ 511 millones, perdió apenas 1,27%. Fue una caída leve si se la compara con el derrumbe de 4,65% del índice Bovespa de la Bolsa de San Pablo o el 2,44% de la Bolsa mejicana. Lo curioso, es que mientras el mundo se derrumbaba, la bolsa local a las 13.00 perdía apenas 0,40%.

Fuente: Rava Online
Fuente: Rava Online

YPF lideró las bajas con 4,67%, impulsada por mal balance de 2019 con fuertes pérdidas por el congelamiento de los precios de los combustibles y el derrumbe del petróleo en el mundo. Aluar lo siguió con 4,26%. El negocio del aluminio está afectado por la crisis. Las acciones de las empresas de servicios fueron las de mejor performance. Transener aumentó 2%.

Los ADR’s argentinos, certificados de tenencias de acciones que cotizan en Wall Street, tuvieron bajas casi generalizadas. Solo dos papeles aumentaron: Loma Negra (+0,89%) y Telecom (+0,59%). Entre las bajas lo peor pasó por Despegar (-6,75%) por su relación con el turismo, actividad que está entre las más complicadas por el coronavirus. Ternium (-6,68%) e YPF (-5,95) fueron víctimas de la baja del petróleo.

En la medianoche de la Argentina, los mercados asiáticos abrieron con decididas bajas de alrededor de 3%. El Nikkei de Japón empezó a recortar pérdidas en la tercera hora de la rueda y estaba 2,80% negativo. El Hang Seng de Hong Kong cedía 2,12% y el China A50, 1,34%. La tendencia era a la moderación del pánico.

Los futuros de las bolsas europeas eran rojos, pero no tanto. La caída más fuerte eran las del CAC 40 de París (-3,28%) e Italia 40 (-3,25%). Las demás bolsas estaban menos de 1% abajo.

Wall Street tenía apostadores de humores cambiantes. En el peor momento, el promedio era de una caída de 1%, pero no llegó a pasar esa barrera y aparecieron operadores más oportunistas que descendieron ese presagio a la mitad, pero cuando falta mucho terreno para recorrer hasta la apertura.

La volatilidad que alcanzó el mercado hace imposible predecir lo que sucederá el último día de la semana, porque el miedo no tiene comportamientos previsibles. En la Argentina, ahora se sabe que la euforia o el derrumbe, no hacen mella. Tal vez tengan razón los funcionarios más altos cuando definen a la situación del país como “un estado de coma”.

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