Volantazo del Banco Central: tras haber emitido para prestarle al Tesoro ahora debe absorber pesos de la calle para no fogonear a la inflación

En febrero la autoridad monetaria emitió a pedido del gobierno, acosado por el déficit y la falta de financiamiento. Temeroso por el riesgo de una echarle nafta a la inflación o a los dólares paralelos, ahora la entidad sacó de circulación casi $1 de cada $5 en circulación

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El BCRA debe manejar la
El BCRA debe manejar la base monetaria para evitar presión sobre el dólar y la inflación

Algo más tarde de lo que esperaban analistas y operadores bancarios, el Banco Central (BCRA) encendió la aspiradora de pesos. Después de que entre octubre y diciembre tuviera lugar la mayor expansión de dinero en circulación en casi una década, desde la segunda mitad de febrero la entidad conducida por Miguel Pesce se hizo eco de las preocupaciones de los especialistas y se dedicó a sacar pesos de circulación a través de sus licitaciones de Leliq. El cambio viene a compensar por los primeros tres giros del año de emisión monetaria para financiar al Tesoro.

Desde la segunda quincena de febrero el BCRA sacó de circulación $368.787 millones a través de sus licitaciones de Letras de Liquidez (Leliq). Es más del 19% de la base monetaria, es decir, casi $1 de cada $5 que existen volvieron a la autoridad monetaria en poco más de 15 días.

¿Cómo reduce la cantidad de pesos en circulación? Los “esteriliza” o “aspira” con sus Leliq. Esas letras son emisiones de deuda de corto plazo que el Central coloca a los bancos a cambio de pesos excedentes. A diferencia del dinero en manos de los bancos que vuelve al sistema en forma de préstamos o inversiones, los pesos que la autoridad monetaria capta por Leliq quedan inmovilizados en el BCRA, es decir, no circulan y reducen la oferta monetaria. De esa manera, a cambio de una tasa que está por ahora en el 40%, regula la cantidad de dinero.

Hasta el 20 de febrero, el Central dejaba que la base monetaria creciera al 15% mensual, mientras que el circulante en poder del público -la variable que más miran los economistas a la hora de tratar de entender lo que se viene en materia de inflación- avanzaba al 1%. Desde entonces, “el énfasis puesto en aspirar pesos supuso un volantazo para tratar de poner en caja las variables monetarias que redujo esa tasa de expansión a alrededor del 1% o 2% mensual”, dijo Agustina Guzian, de Neix. O, más sencillo, evitar que un exceso de pesos acelere a la inflación o genere corridas hacia dólares paralelos.

La “aspiradora” de pesos del BCRA se había mantenido prácticamente apagada desde el cambio de Gobierno. De hecho, también desde antes, en los últimos meses de gestión de Guido Sandleris al frente de la entidad. Esto es porque con la imposición de severos controles de cambio a fines de octubre, los banqueros centrales pasaron a tener margen para emitir dinero sin una corrida cambiaria, al menos no en el mercado formal.

De la mano del aumento estacional en la demanda de dinero de cada fin de año -en diciembre vuelan las necesidades de pesos del Estado y la demanda de privados-, entre octubre y diciembre se vio la mayor expansión de dinero en circulación en 9 años sin que el BCRA saliera a absorber esos pesos con sus Leliq. Era un dato que los analistas miraban con alarma ante la llegada de febrero, momento en que la demanda de dinero se desploma frente al pico del cierre del año previo.

Algunos analistas ven al Banco
Algunos analistas ven al Banco Central "corriendo de atrás" en su intención de controlar la cantidad de dinero en el mercado

Pero después de más de dos meses de mirar sin intervenir, Pesce parece haber dicho basta. En la licitación del martes aspiró más de $ 106.000 millones en un sólo día, según datos del BCRA. Es la quinta licitación consecutiva en la que toma más dinero del que vencía en el día, lo que da como resultado un aumento del stock de Leliq y una reducción en la cantidad de pesos en circulación. Si el BCRA aspiró el 20% de la base monetaria en unos pocos días es porque había un rumbo que corregir.

El reciente celo oficial por reducir la cantidad de dinero coincidió con un sorpresivo aumento en la emisión monetaria para financiar al Tesoro. En febrero, el Central emitió $ 107.000 millones a través de adelantos transitorios -una especie de préstamo al gobierno que expande la base monetaria- para que el ministro de Economía, Martín Guzmán, pueda cubrir los gastos de la administración pública, que sufrió un déficit en enero y todavía está afectada por la caída de la recaudación en febrero.

Hacienda sufre, también, la falta de financiamiento en pesos posterior al reperfilamiento del Bono Dual, que le redujo su acceso a financiamiento en moneda local y la forzó a recurrir a emisión monetaria para cerrar sus cuentas. Ante la renovada necesidad de volcar pesos a la calle para asistir al Tesoro, el BCRA reaccionó a su vez con mayor esfuerzo de esterilización en un intento de que las variables monetarias no generen problemas cambiarios o inflacionarios.

La “aspiradora” de pesos del BCRA se había mantenido prácticamente apagada desde el cambio de Gobierno. Pero en un solo día, Pesce absorbió $106.000 millones a través de las Leliq

Sin embargo, hay quienes creen que la aspiradora del BCRA llega algo tarde. “Están corriendo detrás de la curva”, dijo Juan Manuel Pazos de TPCG. “Tienen que levantar el nivel de esterilización pero la corren de atrás. Porque creyeron que tenían a la base monetaria controlada y tuvieron que salir a financiar al Tesoro. Yo veo riesgo que en unas semanas empecemos a tener presión en el dólar contado con liquidación, agregó.

El BCRA está conteniendo la expansión monetaria que tuvo que hacer para financiar al Tesoro, pero si puede hacerlo es porque el crédito no reacciona. Los bancos están muy líquidos porque no tienen a quien prestar, entonces ponen ese dinero en Leliq”, dijo Martín Polo de Mills Capital Group. “En el final del camino te diría: financia al tesoro al 40%, porque emite plata para asistirlo y después se da vuelta y paga esa tasa para sacar el dinero de circulación”, comentó.

Como resultado del esfuerzo de Pesce por esterilizar más dinero del que tuvo que emitir para asistir al Tesoro, el stock de Leliq se disparó casi 30% en poco más de 15 días. Llegó a $ 1,643 billón este martes, un nuevo récord nominal histórico para esas letras que fueron blanco de críticas por parte de Alberto Fernández durante la campaña que lo llevó a la presidencia.

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