El Banco Central bajó otra vez la tasa de interés y los analistas advierten sobre lo arriesgado de la decisión

Es la octava reducción de la tasa de referencia desde que asumió la actual conducción del BCRA. La reducción fue de dos puntos porcentuales, del 40% al 38%

Guardar
Foto de archivo.  Fachada
Foto de archivo. Fachada del edificio principal del Banco Central de Argentina en Buenos Aires. Oct 16, 2013. REUTERS/Enrique Marcarian

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) bajó dos puntos porcentuales la tasa de las Leliq y la ubicó en el 38%. Se trata de la octava reducción de la tasa de interés de referencia desde que Miguel Pesce asumió la conducción de la autoridad monetaria en diciembre pasado, con la intención de que un menor costo del dinero dinamice el crédito, en particular al consumo, y con ello se ponga en marcha la actividad económica.

Con esta reducción, la tasa de referencia en términos efectivos se ubica en 45,4% anual. Lo que la mantiene en terreno positivo suficiente para promover el ahorro en pesos y a la vez recomponer la situación crediticia de familias y empresas a través de la reactivación del crédito”, afirmó el BCRA en un comunicado.

“La decisión fue adoptada en base a las señales de consolidación del proceso desinflacionario y con vistas a generar condiciones que favorezcan la recuperación de la actividad económica”, agregó.

En relación con la actividad económica, el Directorio del BCRA consideró que “si bien hay una mejora incipiente en varios indicadores de actividad, aún no hay evidencias firmes de salida de la fase recesiva”.

Juega un papel muy importante la reestructuración de la deuda, que hace que todo sea muy volátil; si la conclusión de ese proceso se demora, la economía lo va a sentir (Gabriel Zelpo)

El 19 de diciembre, en los inicios del actual gobierno, el BCRA bajó el límite inferior de la tasa de las Leliq, que sirve como referencia para el resto de las tasas, de 63% a 58%. Una semana más tarde, de 58% a 55%. En enero hubo otras tres bajas: el 9 de ese mes, la redujo de 55% a 52%, una semana después, de 52% a 50% y el 30, de 50% a 48%.

En febrero, tras conocerse el índice de inflación del 2,7% para enero, el BCRA decidió otras dos bajas de 4 puntos porcentuales cada una, que la dejaron en 40%, hasta hoy. La nueva tasa de política monetaria del 38% regirá a partir de la próxima licitación de LELIQ, a realizarse el martes 10 de marzo.

La baja es muy agresiva y arriesgada. No solo por cuestiones estacionales, ya que es un momento del año en que la demanda de dinero es muy baja y podría haber poco tiempo para absorber pesos. También juega un papel muy importante la reestructuración de la deuda, que hace que todo sea muy volátil y si la conclusión de ese proceso se demora, la economía lo va a sentir,” señaló Gabriel Zelpo, economista de la consultora Seido.

“Mientras se mantenga la incertidumbre de la deuda, hay una exigencia para el Banco Central para ser muy prudente”, agregó.

Miguel Pesce, presidente del Banco
Miguel Pesce, presidente del Banco Central

El economista Martín Vauthier, del estudio Eco Go, consideró que “profundizar la baja de la tasa de interés no parece prudente en el contexto actual, marcado por una muy alta incertidumbre vinculada a la renegociación de la deuda en moneda extranjera. Eso sostiene un riesgo país muy alto y una demanda de dinero en niveles muy bajos, solo sostenida por el cepo cambiario”.

Para Vauthier, seguir profundizando la baja de la tasa de referencia en ese contexto, con un nivel de tasa que remunera el ahorro al 30% o 31%, que son “tasas reales prácticamente en terreno negativo”, y con “el deslizamiento que viene haciendo el Central con el tipo de cambio, no luce prudente”.

La tasa Badlar, para depósitos superiores a $1 millón, pagada por bancos privados, quedó ayer en un promedio de 31,18%. Para el ahorro minorista, ya no quedan bancos líderes que paguen por encima del 30% para plazos fijos de $100.000, según la información que publica el BCRA en su web. El Banco Nación, que sirve como referencia para el sistema, paga 29%.

Es una mala señal de cara al programa económico que se espera una vez finalizada la reestructuración de la deuda. La consistencia monetaria es una pata fundamental de ese programa, junto con la consistencia fiscal, el esquema cambiario y el acuerdo de precios y salarios”, agregó Vauthier.

Seguí leyendo:

Guardar