Las economías de Asia Pacífico e India crecieron 4,5% en 2019, menor al crecimiento de 5% que tuvieron en 2018 y al 5,4% de 2017. Con la guerra comercial con Estados Unidos de fondo, China continuó con la desaceleración en su tasa de crecimiento. En los países del sudeste asiático (ASEAN), el crecimiento fue de 4,3%, destacándose los países con menor nivel de PBI per cápita que presentaron tasas de crecimiento de entre 6 y 7%. El ASEAN (Indonesia, Filipinas, Malasia, Singapur, Tailandia, Vietnam, Brunei, Camboya, Laos y Myanmar) es el tercer socio comercial de la Argentina, y con quien nuestro país tiene el mayor superávit (USD 3600 millones en 2019).
Japón continuó con bajo crecimiento e India se transformó en la quinta economía del mundo, sobrepasando a Francia. Las exportaciones argentinas a India crecieron 35% en 2019 y la balanza es superavitaria para nuestro país en USD 1.350 millones. Asia Pacífico es cada vez más importante como destino de exportaciones argentinas y una caída en su actividad puede tener efectos significativos en la balanza comercial argentina y en su tasa de crecimiento.
El coronavirus ha generado pánico en toda la región. En los países del ASEAN ha habido pocos casos hasta ahora, pero los efectos han sido fuertes por la importante relación comercial, turística y de inversiones que tiene con China. El arribo de turistas chinos prácticamente se ha detenido y el de europeos a sus destinos, como las paradisíacas playas de Tailandia, se ha reducido a la mitad. Los gobiernos han activado sus protocolos de crisis sanitaria, los gastos en seguridad y en preparaciones para la epidemia son altos y hay un faltante de barbijos ante la explosión de la demanda.
La epidemia podría también paralizar proyectos de inversión e intercambios comerciales, académicos, gubernamentales y deportivos. Los costos derivados de la emergencia sanitaria podrían poner presión en la ya deteriorada situación fiscal del país
También ha afectado a los millones de trabajadores asiáticos que se establecieron en China y otros países, lo que podría derivar en una reducción de las remesas, importante fuente de dinero para algunas economías (en Filipinas, por ejemplo, superan el 10% del PBI). Las economías de Singapur y Hong Kong podrían entrar en recesión por su alta dependencia de la demanda china, y todas las economías asiáticas en su conjunto están sufriendo el impacto de la crisis. Si bien no ha pasado aún el primer trimestre de 2020 y no se tienen datos sobre variaciones del PBI, varios organismos oficiales han advertido sobre los fuertes efectos a causa de la epidemia.
Impacto en la Argentina
Más allá del impacto en el plano sanitario y en el político, el coronavirus tendrá un efecto en diversos sectores de la economía argentina:
- Habrá una caída en la demanda por parte de países asiáticos, lo que ya está impactando en el precio de los commodities.
- Habrá una menor importación de alimentos, minerales y petróleo que redundará en menores precios de exportación para productos clave para el país.
- La baja del precio del petróleo entorpecerá la entrada de inversiones en Vaca Muerta y habrá menos espacio para incrementar retenciones.
- Si bien el turismo asiático no es de los principales en Argentina, este se reducirá a niveles mínimos.
El Centro para el Control y Prevención de enfermedades de Estados Unidos tiene la hipótesis que el clima caluroso modera al virus. Esto sería importante para prevenir su expansión en el hemisferio norte en los próximos meses, pero presenta un problema de mediano plazo para los países del hemisferio sur.
Una potencial expansión del virus en países con escasos recursos, sistemas de salud deficitarios y fronteras porosas podría derivar en una caída importante del turismo, que en la Argentina, según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, representa el 9,6% del PBI nacional. La epidemia podría también paralizar proyectos de inversión e intercambios comerciales, académicos, gubernamentales y deportivos y los costos derivados de la emergencia sanitaria podrían poner presión en la ya deteriorada situación fiscal del país.
Por último, en momentos en que Argentina necesita refinanciar su deuda, el mundo está preocupado por temas hoy más urgentes. Con las bolsas cayendo y un vuelo hacia la seguridad de los fondos financieros, el apetito por el alto riesgo argentino disminuirá. Argentina representa solo el 0,6% del PBI global. Aunque llore y patalee, difícilmente vaya a ser escuchado por un mundo en crisis.
El autor es economista e investigador de la Universidad del Salvador (USAL)
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