El coronavirus tiene efectos encontrados para la Argentina. Es un gran beneficio para la renegociación de su deuda externa, como quedó demostrado en la baja del riesgo país a 2.224 puntos básicos, pero atrás del beneficio hay un costo de recesión que es imposible de calcular.
Ahora la crisis argentina no es tan notable como antes, porque es una baraja que está en un mazo donde todos están complicados.
La baja de tasas, ya lo descubrieron los inversores, no cura el coronavirus. De hecho, la Reserva Federal bajó medio punto su tasa de referencia a un rango de entre 1% y 1,25% y probablemente el 18 de marzo repita la experiencia. Esto trajo optimismo en el principio de la rueda de las bolsas de Nueva York, pero terminó con un golpe de realidad y Wall Street cerró en baja.
En la Reserva Federal estiman que la caída del comercio mundial será de más de USD 1,1 billón y es una cifra que puede seguir en aumento si la pandemia no cede.
Si bien, la Argentina encontrará mejor clima para negociar su deuda, todos los demás rubros de la economía se verán afectados. Por caso, la fuerte baja del petróleo Brent de los últimos tiempos, a USD 51 por barril, afectará a Vaca Muerta que genera miles de empleos. También perjudicará al resto de la industria petrolera y en la Argentina ya se conocen los efectos de las crisis petroleras donde los trabajadores dejan de percibir ingresos extras por su trabajo pero sus tarjetas están endeudadas como si esos adicionales fueran parte del sueldo fijo. A esto hay que sumarle el riesgo de suspensiones o despidos, algo que es más cruel en la Patagonia.
La inflación se verá favorecida, pero el costo es peor que el resultado. La carne puede bajar porque al suspenderse las exportaciones a China aumentará la oferta. Lo mismo ocurrirá con todos los alimentos porque en Chicago están cayendo la soja, el maíz y el trigo, principalmente. La única materia prima confiable es el oro que es refugio en época de crisis.
“Los lugares públicos verán mermar su público incluido restaurantes, cines y otras salidas, también afectará al transporte marítimo aéreo y compañías de seguros. La lista es innumerable”, señaló Federico Sidi de Compass Group. “El único dato positivo es que la Argentina podrá renegociar mejor su deuda y ya no le pedirán superávit fiscal porque en el mundo no lo va a haber. La Argentina esta vez se iguala a los demás países y atravesará por la misma calvario”, agregó.
El mundo todavía no ha visto lo peor y eso pone mal a los inversores que se alejaron de los activos de riesgo. Por caso, los confirmados Juegos Olímpicos de Tokio, puede tener un cambio repentino de decisión que dejará en quiebra a compañías de turismo y aerolíneas. Los buques mercantes verán mermar sus fletes y los aviones y cruceros sus pasajeros.
La lista de damnificados es interminable y abarca desde las compañías de seguros hasta fábricas de automóviles pasando por la industria de la construcción. Todos grandes generadores de empleos. Cada país verá ahora índices en caída después de haber pasado una época inolvidable de reactivación que se inició a fines de 2016.
En la Argentina, todos estos antecedentes se tradujeron en un dólar oficial que operó con normalidad. El que se vende en bancos y casas de cambio, aumentó 12 centavos a $ 64,51 y el dólar solidario cerró en $ 83,20. En la plaza mayorista el dólar tuvo una leve suba de 5 centavos a $ 62,31.
El dólar libre se mantuvo en $ 79 y los dólares alternativos tuvieron bajas de 45 centavos en el dólar bolsa que cerró a $ 80,80 y de 47 centavos en el contado con liquidación que terminó a $ 82,01. Las reservas tuvieron una leve suba de USD 16 millones a 44.817 millones..
Los dólares deberán ser cuidados por el Banco Central porque le van a disminuir las entradas por exportaciones y va a tener conflicto con el campo por el alza de las retenciones a la soja.
Hay un éxodo de divisas a Estados Unidos desde los países emergentes que se reflejó en la tasa de retorno del bono del Tesoro Norteamericano a 10 años que por primera vez en su historia está en menos de 1%. El bono rinde ahora 0,78% y esto presiona a la Reserva Federal, el Banco Central de Estados Unidos, a bajar aún más sus tasas.
Lo que cambió también fue el humor para la licitación de bonos en pesos del miércoles con la que se piensa atraer a los tenedores del Bogato 2020. El día anterior el título había subido casi 7% y el martes terminó la rueda con una caída de 0,51% que indica que no serán muchos los que aceptarán el canje por los nuevos bonos que ofrecerá el miércoles el Banco Central. Es probable que elijan cobrar los pesos el viernes, el día que vencen $ 55.000 millones en manos de los privados y $30.000 millones que posee la Anses.
La Bolsa, venía en alza, pero cuando comenzó a declinar Wall Street donde los índices bajaron casi 3%, el mercado se dio vuelta.
El S&P Merval, el indicador de las líderes que a las 13.00 estaba 3% en alza finalizó con una caída de 0,70%.
Ternium (-5,44%) y Aluar (-4,24%) fueron las más afectadas porque están muy cercanas a Estados Unidos con sus exportaciones.
Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street- tuvieron cierres mixtos. Las subas más importantes fueron las de Irsa Propiedades Comerciales (+6,55%) y Edenor (+5,15%). Entre las caídas las afectadas fueron Banco Supervielle (-3,60%) y Central Puerto (-3,41%).
Para hoy se espera que las bosas de Europa, que cerraron en alza, porque por el huso horario, no fueron alcanzadas por la huida de los inversores de los activos de riesgo, soporten fuertes bajas. No hay demasiadas esperanzas en los mercados bursátiles y las apuestas son a los refugios en monedas fuertes o a bonos de alta rentabilidad como algunos argentinos que en estos momentos de crisis parecen más atractivos que cuando el mundo estaba en crecimiento.
Por caso entre los títulos en dólares, el Bonar 2020 subió 0,33% y el Bonar 2024, 1,36%. El Discount con ley de Nueva York, que es el que más incide en la medición del riesgo país creció 1,17%, pero no pudo lucir esta aza, porque el Bono del Tesoro de Estados Unidos se lo impidió con su fuerte rally y el riesgo descendió apenas 38 unidades a 2.224 puntos básicos.
Seguí leyendo: