Vaca Muerta se ha convertido en la esperanza de buena parte de la economía argentina. Junto con el sector agroexportador, el complejo de producción de gas no convencional es la apuesta más importante de la economía local. Y los números muestran que durante los últimos años el sector mostró dinamismo.
Un trabajo del Instituto Argentino de Gas y Petróleo (IAPG) señala que mientras la producción de Gas Natural total país alcanzó los 49,3 miles de millones de m3, es decir 135,2 millones de m3/día, un 5% superior a lo producido el año anterior que fue de 128,8 millones de m3/día. La producción de gas no convencional que se realiza en su totalidad en Vaca Muerta se incrementó 26,8 %, alcanzando los 21 miles de millones de m3, es decir 57,7 millones de m3/día superando los 45,5 millones de m3/día registrados en 2018.
Algo similar sucedió con la producción de petróleo. Según el trabajo de Estadísticas de Petróleo y Gas del IAPG la producción de Petróleo total país del año 2019 fue de 29,5 millones de m3, es decir 80.790 m3/día, casi un 4 % más que el año anterior que fue de 77.770 m3/día. Mientras que la producción no convencional de Petróleo, creció un 50 % alcanzando los 15.663 m3/día, contra los 10.454 m3/día correspondiente a 2018. En el caso del petróleo no convencional no sólo incluye a lo que se produce en la formación Vaca Muerta sino también lo que se produce en el resto de la cuenca neuquina.
Pero mientras los números de la producción mostraron un crecimiento el año pasado, para 2020 la situación no parece continuar por la misma senda. Se mantiene la caída de equipos en la zona y la conflictividad laboral continúa latente. Según había publicado el sitio especializado Econojournal, entre agosto y septiembre del año pasado la cantidad de equipos se derrumbó de 59 a 44 consecuencia de la política de congelamiento de las tarifas. En diciembre de 2018 operaban en el país 61 equipos, esa cifra bajó a 55 en febrero y se mantuvo relativamente hasta junio. En julio y agosto repuntó levemente trepando a 59 equipos, pero en septiembre cayó a 44, señaló el sitio.
Esa política continuó e hizo que también cayera la perforación en general, que pasó de 905 pozos terminados en el año 2019, contra 1.030 pozos perforados en el año anterior, señalando una merma de 12 por ciento.
También impactó fuerte en los empleados. A pesar de ser uno de los sectores que para apuntalar el crecimiento de Vaca Muerta flexibilizó su acuerdo laboral, la caída en la producción que produjo el congelamiento de tarifas que llevó adelante la última etapa de Cambiemos impactó de lleno. Hace unos días atrás desde el sindicato de Petroleros Privados, señalaron que las empresas estiman que en el sector sobran alrededor de 3.000 empleados y que no se espera una reactivación hasta que se resuelva la renegociación con el FMI.
“El número de 3.000 lo manifestaron desde las empresas. Sabemos que hay un excedente, pero estamos reacomodando con la rotación de los compañeros para que no estén en la casa. Esperamos una reactivación. Estamos en una situación crítica”, detalló Guillermo Pereyra, titular del gremio, en declaraciones a Radio Nacional de Neuquén.
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