En los próximos 30 días un grupo de seis provincias deberán definir si pagan vencimientos de deuda por USD 105,3 millones o si entran en un proceso de discusión con los bonistas por avanzar en un reperfilamiento. Seguramente buena parte de ellas avanzará por este último camino y utilizará el plazo de 30 días que corren entre el vencimiento y la caída en default, por lo menos así lo pide el equipo del ministro de Economía, Martín Guzmán, a cada uno de sus pares provinciales que pisan el Palacio de Hacienda.
Este grupo de seis provincias la primera provincia que tiene que enfrentar los vencimientos es Salta, que tiene que pagar el próximo 16 de marzo un bono por USD 13 millones. Ese mismo día Buenos Aires también deberá enfrentar un pago de USD 57 millones. Cuatro días más tarde, el 20 de marzo, la provincia de Jujuy tendrá que afrontar un pago de USD 9 millones y Santa Fe tendrá un vencimiento el 23 del mismo mes por USD 8,7 millones. Para completar los USD 6 millones de Córdoba y por último Chubut por 11.6 millones de dólares.
“Nosotros ya empezamos el proceso de conversaciones con los acreedores. Más allá de las restricciones propias que tenemos para hacer frente a los vencimientos, desde el equipo de Guzmán nos pidieron que avanzaramos con un proceso de reperfilamiento en línea con lo que está haciendo la Nación”, explicaron a Infobae desde el ministerio de Economía de una de estas provincias. “Vamos a aprovechar el plazo de 30 días al máximo, ojala tengamos más suerte que Kicillof”, agregaron.
Sin embargo, desde el Palacio de Hacienda, y en medio de un contexto complejo en el que se acelera la negociación por la deuda soberana nacional, aseguran que “de ninguna manera” les hacen ese tipo de recomendaciones a los gobernadores.
Reperfilamientos
El primer ejemplo de que ese iba a ser el camino fue el de la provincia de Buenos Aires que estiró hasta el último día la negociación para no pagar y obtener un nuevo acuerdo y no lo logró. El segundo caso es el que comenzó ayer La Rioja que no pagó USD 14 millones de intereses de un bono que utilizó para financiar un parque eólico.
“Buenos Aires contaba con los fondos y lo de La Rioja es apenas USD 14 millones, no es una suma abultada para pagar. Sin embargo fueron por ese camino porque esa es la estrategia que plantea el equipo del ministro Martín Guzmán y que el presidente Alberto Fernández le comunica a los gobernadores”, señaló un segunda fuente consultada.
Un ejemplo de ese pedido presidencial es lo que sucedió en Neuquén. La provincia tiene que enfrentar vencimientos por $ 7.000 millones durante el primer semestre y cuenta con los fondos para hacerlo. Sin embargo, el ministro de Economía provincial, Guillermo Pons, días atrás señaló en una entrevista radial que existía la posibilidad de reestructurar o “reperfilar” la deuda en pesos. “Hay que charlar con los inversores en cuanto a qué condiciones ellos pretenden para mantener ese stock en sus carteras. Va a ser un poco un traje a medida, de acuerdo a lo que nos están pidiendo".
Lo que sí quedó establecido en varias conversaciones con los ministros provinciales es que los distritos pidieron libertad de acción para llevar adelante esta estrategia. “Queremos encarar una negociación amable, no nos queremos ir a pelear ni ponernos en duros como le pasó a Buenos Aires”, dijo un alto funcionario de una de las provincias que aceptó acompañar la estrategia. “En nuestro caso, la alternativa que elegimos fue que sean los agentes financieros quienes lleven a cabo la negociación sobre los intereses y el capital. Que no lo haga la política”, señalaron desde otro distrito más comprometido financieramente.
Buena parte del mercado entiende que las provincias avanzarán en esta línea como una estrategia de wait and see mientras miran de reojo la reestructuración de Guzmán. Más teniendo en cuenta que el propio presidente Alberto Fernández se puso como fecha límite el 31 de marzo, por lo que si todos apelaran al plazo de gracia que tienen los bonos para no caer en default tendrían margen para saber. "En este escenario, esperan los ministros y pero también esperan los tenedores de los bonos”.
“Hasta que la reestructuración nacional no esté definida a nadie le conviene salir a hacer una oferta porque están todos a la expectativa. Si sale bien ningún gobernador va a querer quedar como pagando todo cuando la Nación anuncie la reestructuración”, explicó un ex funcionario acostumbrado a tratar con las provincias. “El dato positivo es que ahora hay una estrategia global entre Nación y provincias, que no pareció haber en lo que sucedió con Axel Kicillof”, agregó. “El problema es que si los acreedores no saben que esto es una estrategia corrés el riesgo que te meta ruido y te aumenta el riesgo país y soberano. No es una buena señal que tengas una provincia que aunque no sea de las centrales no pueda pagar apenas 14 millones de dólares si no forma parte de una estrategia global, pero si no lo explicas que es por eso, puede complicar la estrategia”, sentenció
Seguí leyendo: