Fue otra jornada negativa para los mercados internacionales, en alerta por el avance del coronavirus y las secuelas que puede dejar sobre la actividad económica.
Con una baja próxima al 2% en el promedio de bonos de referencia en dólares, el Riesgo País de Argentina aumentó más 100 puntos y quedó cerca de los 2.200 puntos.
La corriente vendedora afectó a las acciones globales y también se observó en los títulos de deuda soberana emergentes. En el plano local, el desgaste de las cotizaciones de los bonos continuó con la expectativa de los inversores por el alcance de la masiva reestructuración de deuda que impulsa el Gobierno de Alberto Fernández.
Mientras que los bonos soberanos en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) registraron una merma promedio del 1,1%, el indicador de JP Morgan para Argentina subió 102 unidades o 4,9%, a 2.182 puntos básicos, frente a los 1.769 puntos anotados a finales de 2019, y los más de 2.500 registrados a fin de agosto y comienzos de septiembre pasados.
Al promediar la rueda se conoció un informe de Fitch Ratings que consideró que “el veredicto del FMI acerca de que la deuda de Argentina es insostenible es coherente con nuestra opinión de que la deuda necesita un alivio significativo para superar los desafíos de solvencia y liquidez”.
“Sin embargo, los posibles desacuerdos sobre el tipo y la magnitud del alivio necesario para la deuda necesario y cuánto ajuste fiscal es realista, podrían dificultar una reestructuración consensuada, especialmente a finales de marzo, como pretenden las autoridades argentinas”, agregó Fitch.
El portavoz del Fondo Monetario Internacional, Gerry Rice, afirmó este jueves que las conversaciones entre el organismo y los funcionarios argentinos siguen bien encaminadas y y continuarán en los próximos días.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, y su equipo se reunieron con el personal del FMI en Washington el lunes, luego de un encuentro con la directora gerente Kristalina Georgieva en Riad (Arabia Saudí), en el marco de una reunión de funcionarios financieros de las 20 economías más grandes del mundo (G-20).
Guzmán confirmó que Argentina iniciaría consultas del Artículo IV que podrían allanar el camino para un nuevo programa del FMI.
La semana pasada, el FMI describió la situación de la deuda de Argentina como insostenible
Ante las previsiones de una desaceleración global, Wall Street cerró con pérdidas del 4,4% en el índice Dow Jones, en 25.764 puntos, para encadenar la sexta rueda consecutiva de bajas, en las que se acumuló una caída de 12,2%, para quedar más lejos del récord del 12 de febrero (29.551 unidades).
Bank of America recortó las estimaciones sobre crecimiento económico mundial hasta su menor nivel desde el pico de la crisis financiera en el 2009.
La entidad prevé un crecimiento mundial en 2020 de 2,8%, desde la anterior proyección de 3,2%, mientras que para China circunscribió el crecimiento a un 5,2% este año, por debajo del pronóstico anterior de 5,6 por ciento. “Proyectamos una expansión económica de apenas 2,2% fuera de China, la menor tasa desde 2009”, apuntó Bank of America.
El avance del coronavirus aumentó la presión bajista sobre las monedas latinoamericanas
El Ibex-35, el índice de referencia de la Bolsa de Madrid, registró así la segunda mayor caída del año y lideró las bajas en Europa, seguida por Londres, que cedió el 3,5%; París, el 3,3%; Fráncfort, el 3,2%, y Milán, el 2,7 por ciento. En Asia, las bolsas de Hong Kong y Shanghái cerraron en positivo, con subas del 0,1% y del 0,2%, respectivamente, mientras que Tokio bajó un 2,1% y Seúl, un 1,1 por ciento.
Los ADR de compañías argentinas que se negocian en Nueva York no escaparon a la tendencia y finalizaron con caídas promedio del 4 por ciento.
El ADR de YPF resignó un 4,3%, para operarse a USD 8,20, cerca de su piso histórico de USD 8,13 del pasado 3 de septiembre. Influyó en este caso la renovada caída de los precios del petróleo cercana al 5% en la rueda.
El índice bursátil S&P Merval de ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos perdió un 2,8%, en 35.387 unidades, luego de desplomarse un 5,7% en la rueda anterior. El referente líder de la Bolsa de Buenos Aires acumula en 2020 una pérdida en pesos de 15,1%, que se amplía a 21,5% cuando se la mide en dólares, según la paridad “contado con liqui”.
“El miedo al coronavirus, pero sobre todo al daño económico que puede ocasionar a nivel global, ha originado ventas masivas en grandes fondos de inversión”, estimó un analista consultado por Reuters.
El miedo al impacto negativo del coronavirus en la economía mundial se mantuvo en el mercado del petróleo: el crudo Brent, de referencia en Europa, y también en Argentina y Brasil, bajó en torno al 2,5%, a USD 52,30 el barril, y acumuló ya un descenso del 13% desde el pasado 20 de febrero. El crudo ligero de Texas cedió 5% a USD 46.22 y sumó un descenso de más de 12% en lo que va de semana.
En cambio, el oro, uno de los activos refugio en momentos de incertidumbre, subía hasta USD 1.660 la onza. Goldman Sachs prevé que su precio llegue a los USD 1.700 por onza en tres meses y a USD 1.800 en un año, una ganancia interanual superior al 9 por ciento.
Las lecturas de sentimiento del inversor están rozando ya la situación de máximo pesimismo
La demanda de bonos del Tesoro de los EEUU como cobertura inclinó a la baja de los rendimientos a 1,299% para las emisiones a diez años. También el dólar se mantuvo como valor refugio: el billete verde escaló a un máximo de 10 meses frente al yen japonés después de aumentar casi un 2% desde el martes.
Por eso, el real de Brasil tocó un nuevo mínimo histórico de 4,49 por dólar, en medio de la mejora del atractivo del dólar como refugio seguro, ya que los datos apuntaban a la fortaleza de la economía estadounidense, mientras que los pesos mexicano y chileno cayeron 1,3 por ciento.
En ese marco, pasó desapercibida la ligera alza del dólar formal en la Argentina, en un mercado atenazado por las restricciones. En el mercado mayorista subió cinco centavos, a $62,14, mientras que promedió en bancos $83,38, por la imposición del recargo de 30 por ciento.
Ante la caída estacional de la demanda de dinero, propia de febrero, el BCRA acentuó la absorción monetaria a través de las Letras de Liquidez (Leliq), cuyo monto es récord histórico y se aproxima a 1,6 billón de pesos.
Este jueves, la autoridad monetaria colocó deuda a 28 días de plazo por $147.000 millones, que frente a vencimientos en el día por $63.848 millones significaron una absorción de 83.152 millones de pesos. El stock de estos pasivos remunerados, cuya tasa de 40% anual demarca el sendero de política monetaria, alcanza los 1.589.614 millones de pesos.
Desde que Miguel Ángel Pesce asumió la presidencia del BCRA, la entidad efectuó siete recortes de los rendimientos de referencia por un total de 13 puntos, desde el 63%, en un intento de reactivar la actividad económica luego de que observara una desaceleración inflacionaria.
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