Con el mismo nivel de hermetismo que está caracterizando todo el proceso de renegociación de la deuda externa, el ministro de Economía, Martín Guzmán, está llevando a cabo en Nueva York encuentros con bancos y fondos de inversión. La agenda en esta ciudad, luego de su paso por Washington, comenzó ayer y tendrá hoy su segunda y última jornada, antes de emprender su regreso a Buenos Aires esta noche, confirmaron fuentes oficiales.
El silencio fue tal que hasta está habiendo informaciones cruzadas, ya que mientras que desde el Gobierno aseguran que el titular de Economía se está reuniendo con entidades financieras y con acreedores, desde algunos bancos y representantes de acreedores niegan estos encuentros.
Los grandes fondos de inversión que poseen fuertes participaciones en bonos argentinos son Blackrock, Templeton, Marathon y Fidelity, mientras que entre los bancos que están detrás del negocio de la reestructuración y con los que se podría reunir figuran, entre los más relevantes, Morgan Stanley, Bank of America, Citibank y JP Morgan.
Lo que está claro es que Guzmán está manteniendo en Nueva York “reuniones de carácter estratégico”, según dijeron cerca del ministro, de cara al proceso de renegociación de la deuda que debería finalizar a fin de marzo, según el cronograma que presentó Economía a fines de enero.
Pero los tiempos de ese esquema no se están cumpliendo al pie de la letra. La cartera de Hacienda todavía no eligió al agente de información, previsto para la segunda semana de febrero, y tampoco designó a los bancos que participarán del negocio. Las entidades financieras presentaron el jueves pasado sus propuestas y el Gobierno tenía un plazo de hasta diez días para elegir con qué instituciones trabajará en este proceso. Según fuentes ligadas a la negociación, se elegirían entre dos y tres bancos. En cuanto al agente de información, podría ser definido entre lo que queda de esta semana y la próxima.
“Todavía el Gobierno no definió una oferta, no podemos dejarnos llevar por trascendidos”, dijeron fuentes cercanas a algunos fondos de inversión, al ser consultadas sobre las perspectivas de aceptación de una oferta agresiva en materia de quita de capital e intereses. Y así como se rehuzaron a opinar sobre algo que aún no existe formalmente, también desestimaron la opinión del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la necesidad de que exista una “contribución apreciable” por parte de los acreedores privados, para “ayudar a restaurar la sostenibilidad de la deuda con una alta probabilidad”.
También desde el G-20 apoyaron una renegociación de la deuda para que sea sustentable. El comunicado final de esta cumbre de la que participó Guzmán en Riad, Arabia Saudita, realizó una alusión a la necesidad de que los países tengan deudas “sustentables”, lo que fue leído como un triunfo por parte de los negociadores argentinos.
Desde los bancos, en tanto, aseguran que los grandes fondos ya están al tanto de lo que implicaría la oferta final y auguran un final feliz de este proceso, ya que la otra opción es el default. Si bien trascendió en los últimos días que podría estar en juego una quita de capital, una alta fuente del sistema financiero aseguró que lo que podría haber es una importante quita de intereses -ya que un cupón de 3% cuando la tasa en el exterior es 0 no está tan mal, argumentan- y dos o tres años de gracia en los cuales los acreedores no cobrarían ni capital ni intereses, lo que implicaría en sí también una quita de capital por la propia extensión de plazos.
De acuerdo con el cronograma definido por Economía, el lanzamiento de la oferta debería realizarse durante la segunda semana de marzo y luego está previsto un road show para presentarles la propuesta a los acreedores. Esta gira está prevista para la segunda y tercera semana, pero la sospecha es que como todo el proceso se está demorando, este paso ocurra recién a mediados o fin de mes.
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