El aumento de 3 puntos de las retenciones a la soja generaría solamente un ingreso adicional de USD 475 millones al fisco

La posibilidad, cada vez más cercana, de que el Gobierno lleve del 30% al 33% la carga impositiva a los exportaciones de la oleaginosa podría dar esos fondos adicionales pero traería problemas para la producción futura

Según el experto Salvador Di Stefano, "la Argentina es el único país del mundo en donde los agricultores pagan para exportar. En los últimos dos años, Estados Unidos le dio subsidios a los agricultores por USD 28.000 millones"

El sector agropecuario atraviesa un momento de incertidumbre ante la posibilidad, cada vez más cercana, de que el gobierno aumente tres puntos las retenciones a las exportaciones de soja, que pasarían de 30 a 33%, en un contexto de precios a la baja por los efectos del coronavirus. Las disposiciones previstas en la ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva habilitan al Poder Ejecutivo a incrementar esos 3 puntos porcentuales con una simple resolución de los organismos pertinentes que podría concretarse en los próximos días.

Según estimaciones del asesor en Negocios Salvador Di Stéfano, si el gobierno aumenta 3 puntos porcentuales las retenciones a las exportaciones de soja, recaudaría solamente unos USD 475 millones adicionales si se tiene en cuenta que el año pasado el gasto público ascendió aUSD 67.378 millones, contra ingresos de USD 65.749 millones, y donde el déficit fiscal primario de 2019 fue de USD 1.589 millones.

“El gobierno está bastante confundido, no hace pie en lo económico, y el debate puertas adentro ayuda poco. La suba de retenciones será un escándalo”, aseguró en su último informe el experto.

La ecuación económica de sembrar soja no cierra en todo el territorio del país y el área sembrada de la próxima campaña disminuirá o se sembrará con menos tecnología, según los expertos

“Si el Fondo Monetario Internacional cree que recaudando USD 475 millones por aumentar las retenciones a la soja cambia la historia, está muy equivocado. Además, la ecuación económica de sembrar soja no cierra en todo el territorio del país y el área sembrada de la próxima campaña disminuirá o se sembrará con menos tecnología, lo que afectará la producción futura de cultivos”, agregó.

Además, el especialista recordó que la Argentina “es el único país del mundo en donde los agricultores pagan para exportar. En los últimos dos años, Estados Unidos le dio subsidios a los agricultores por USD 28.000 millones y parecería que extenderá los subsidios para la campaña 2020. En 2013 Estados Unidos producía 83 millones de toneladas, el año pasado produjo 97 millones con una mala cosecha, un año antes 121 millones, otro país que agradece a nuestra clase política”.

Los efectos del coronavirus

En las últimas ruedas del mercado de granos de Chicago los precios recibieron el impacto del coronavirus, cuyo origen se produjo en China pero que ya está afectando a algunos países de Europa. Ante esta situación, Di Stéfano sostuvo: “El complejo de granos y cereales está con precios muy deprimidos y el gobierno, preso de su relación con el Fondo Monetario Internacional, desea subir retenciones. Ojalá no triunfen los burócratas del Fondo, porque si ello ocurre, el presidente se comprará un problema político con el campo de cara a todo su mandato”.

El coronavirus tuvo su lugar de inicio en China pero ya afecta a muchas economías de la Unión Europea

Y agregó: “La economía argentina no está mostrando signos de reactivación, la falta de señales concretas para incentivar la inversión hace que los emprendedores se tomen su tiempo para iniciar nuevos proyectos. No hay créditos a tasas atractivas, y tampoco empresas con carpetas presentables para garantizar financiamiento a mediano plazo”.

Ante los efectos del coronavirus, economistas de la Bolsa de Comercio de Rosario expresaron: “Aún transitamos una fase inconclusa de la expansión del virus por lo que no pueden evaluarse sus consecuencias totales. Actualmente, el coronavirus continúa propagándose y no se conoce con exactitud cuánto más llevará controlar sus efectos en la vida humana".

Sin embargo, para la entidad "es posible advertir que por el cese de actividad productiva en la principal región industrial de China tanto la demanda como la oferta del gigante asiático se ha recortado, poniendo un límite a sus posibilidades de crecimiento en 2020. La caída en el consumo chino se refleja en una reducción de los precios de los commodities y agrega un fuerte fundamento bajista al mercado de la soja que atraviesa una fase de claro estancamiento”.

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