Con el dólar a $ 80 la salida de dólares por turismo fue la menor para un mes de enero en casi una década

El primer mes del año suele ser temporada alta de salida de divisas por la vía de turismo. Pero luego del nacimiento del dólar solidario la sangría por ese rubro se desplomó 60% interanual en la medida en que los argentinos optaron por veranear en el país o moderar los gastos

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La salida de dólares por turismo para un mes de enero cayó a su menor nivel desde el verano de 2011. En el primer mes de este año, poco después de que empezó a regir el impuesto del 30% para operaciones cambiarias, las compras de moneda extranjera por viajes y otros pagos con tarjeta fueron de apenas USD 312 millones según datos del Banco Central, un derrumbe de casi el 60% respecto a mismo mes del año pasado y la quinta parte de lo que salió en enero de 2018, momento récord del dólar barato de la era Macri.

El dólar solidario a más de $ 80 fue suficiente para disuadir a argentinos que en los últimos años mostraron una enorme predisposición por viajar y gastar en el exterior a veranear en el país, reducir sus gastos o, al menos, a recurrir a dólares atesorados para evitar el pago del impuesto PAIS. Si se incluye en el cálculo el ingreso de divisas por gasto de turistas extranjeros en el exterior, el déficit por turismo se redujo a USD 121 millones en el mes, 78% por debajo de enero 2019.

“Fue una caída fenomenal, bajó cerca de 58% la venta de pasajes al exterior con respecto al año pasado. La gente no está pudiendo salir más a ningún lado, no tenemos que darle mérito al impuesto solamente, estamos hablando de dos años de muy alta inflación también”, dijo a Infobae Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT). “Comprar dólares a un arbolito era casi como pagar el dólar turista, llevar dólares propios tampoco sirve porque al reponerlos tenés que pagar el impuesto, lo que más vimos es que se optó por veranear mucho más en el país, vimos niveles récord en el Partido de la Costa por ejemplo”, agregó.

El concepto de “viajes y otros gastos con tarjeta” que releva cada mes el Banco Central va más allá de los gastos de turismo. También incluye cualquier pago en moneda extranjera hecho desde el país, como una compra online o el pago de servicios de streaming, entre otros. En todos esos ítems los argentinos estuvieron tan ahorrativos como pudieron.

“La corrección estuvo vinculada al impuesto PAIS, pero de todos modos hay que tener en cuenta que en enero ya había viajes planificados, de hecho hubo mucho adelantamiento de compras de viajes con lo cual vamos a seguir viendo eso en los próximos meses. Lo que sí estamos viendo es que hay menos gasto y lo más afectado, es el turismo regional a Uruguay o a Brasil porque son los que se planifican con menor antelación”, dijo Martín Vauthier de EcoGo.

La salida de dólares por la ventanilla de viajes y otros gastos supo ser un ítem de preocupación para analistas y funcionarios durante el Gobierno de Mauricio Macri y lo últimos años de Cristina Fernández de Kirchner, aún con cepo cambiario.

En 2017, antes de la crisis de balanza de pagos que disparó al dólar en abril del año siguiente, los argentinos llegaron a comprar más de USD 10.500 millones en el año, récord desde la salida de la convertibilidad. Sólo en enero de 2018 las compras superaron los USD 1.400 millones.

Estamos viendo es que hay menos gasto y lo más afectado, es el turismo regional a Uruguay o a Brasil porque son los que se planifican con menor antelación (Vauthier)

Descontando de esa cifra la entrada de divisas por visitas de turistas extranjeros, se generaba 2017 una balanza turística deficitaria de unos USD 8.500 millones, casi la mitad del déficit de cuenta corriente de ese año (la cuenta corriente es la diferencia entre entrada y salida de dólares por actividades de la economía real, que generaba la necesidad de un flujo constante de divisas financieras para evitar una disparada del dólar como la que finalmente ocurrió).

Pero no fue algo exclusivo de ese año. En 2015, aun con cepo y un adelanto en concepto de Impuesto a las Ganancias que se cargaba sobre el precio del dólar, las compras superaron los USD 7.200 millones y, al año siguiente, cayeron apenas a USD 6.600 millones anuales. Se necesitaron dos años de salto del dólar y caída de los ingresos reales para que esa cifra empezara a reducirse por las malas: el año pasado el déficit cambiario por turismo cayó a USD 4.644 millones.

“En 2017 el déficit de turismo fue un rubro muy importante en el déficit de cuenta corriente, con lo cual hoy estás en un nivel que es un cuarto o un quinto de lo que fue el déficit de ese año, el peor momento de apreciación cambiaria, fue muy relevante como variable”, señaló Vauthier.

Lejos del superávit

Quedaron lejos los años en los que los viajes de turismo y compras a países limítrofes tensionaban al frente cambiario. Pero a pesar de que el saldo negativo se redujo por la vía de menor actividad, devaluación, trabas cambiarias y un impuesto del 30% a las compras de divisas, no se ve un repunte de lo que es la entrada de divisas por parte de turistas extranjeros que visitan el país ahora que está más barato en dólares.

El que viene de EEUU o Europa no es ningún tonto, no va a ir a cambiar dólares o usar la tarjeta a $ 59 por dólar cuando puede ir al mercado informal y recibir $ 80 (Elías)

No sólo porque no aumentó tanto la llegada de turistas y sus gastos, sino también porque el mercado paralelo resulta más atractivo que el formal para los visitantes extranjeros, con lo cual mucho queda fuera del sistema.

Entraron, al menos al mercado formal, apenas USD 192 millones en el mes, un 13% menos que el año pasado. En el sector sostienen que esto se debe, por un lado, a que aunque el país se abarató en términos relativos no es tan barato en comparación con otros destinos de la región. Por el otro, claro, a la existencia de un nutrido mercado cambiario paralelo en el que los turistas obtienen muchos más pesos a cambio de su dinero.

Argentina es el cuarto o quinto país del mundo en presión impositiva. Estamos fuera de competencia con cualquier país que se digne llamarse de turismo recpetivo, cuando tenés una devaluación te ponés a tiro, no le ganás a nadie. Vas a tener algo más de movimiento desde Brasil, pero no la diferencia que querías ver. Además acabás de hacer un desdoblamiento cambiario, y el que viene de EEUU o Europa no es ningún tonto, no va a ir a cambiar dólares o usar la tarjeta a $ 59 por dólar cuando puede ir al mercado informal y recibir $ 80. Esos dólares no entran al país. Por eso hubo algún crecimiento en vuelos de extranjeros al país o estadías, pero no en entrada de divisas”, dijo Elías.

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