En medio de la renegociación de la deuda externa, y frente a las críticas que comenzaron a escucharse en las últimas semanas sobre la marcha de la economía y la “falta de un plan”, el Gobierno citó a la UIA y a la CGT, en primer lugar, para dar certidumbre respecto del programa vigente y, además, para iniciar una mesa de diálogo que luego derive en futuros acuerdos. Así lo planteó el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, al dar inicio a la reunión.
¿Se trató del comienzo del acuerdo económico y social? ¿Qué buscó el Gobierno con este encuentro, que organizó de forma repentina en las últimas horas? Lo que puede inferirse del relato de varios participantes de ese encuentro es que el equipo económico de Alberto Fernández buscó garantizarse el apoyo de dos actores clave como son los sectores industrial y sindical respecto del programa económico y del proceso de renegociación de la deuda que se está encarando desde la cartera que preside Martín Guzmán.
Participaron del encuentro todos los ministros que integran el gabinete económico: Santiago Cafiero, Martín Guzmán (Economía), Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), Mercedes Marcó del Pont (AFIP), Claudio Moroni (Trabajo), Miguel Pesce (BCRA) y Cecilia Todesca Bocco (vicejefa de Gabinete).
Del lado empresario, asistieron el titular de la UIA, Miguel Acevedo, y los vicepresidentes Daniel Funes de Rioja, Luis Betnaza, Guillermo Moretti, y Adrián Kaufmann. Por la CGT, asistieron Antonio Caló (UOM), Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (estacioneros); José Luis Lingieri (obras sanitarias), Andrés Rodríguez (UPCN) y Armando Cavalieri (comercio).
El principal foco de los ministros, especialmente de Guzmán, fue remarcar que existe un programa económico y que se está llevando a cabo más allá de lo que suceda con la renegociación de la deuda. Según dijeron fuentes empresarias, así lo dijo claramente el titular de la cartera económica, además de remarcar que hay que trabajar en cuestiones estructurales y coyunturales.
En este sentido, sostuvo que es fundamental la coordinación que se está llevando a cabo con todo el gabinete y que querían sumar, por primera vez, a los sectores industrial y sindical para que hagan su aporte y comience un trabajo tripartito. Guzmán se refirió a un plan en el que se está atacando el nivel de actividad, el empleo y el problema de la inflación. Quedó claro en la reunión de que aún con el problema de la deuda resuelto, “acá no hay magia. Nadie cree que la Argentina vaya a crecer rápido”, dijo un industrial a Infobae. Es decir, las expectativas son favorables, pero llevará tiempo.
Los ministros repasaron todas las medidas que se fueron tomando y aclararon algunas inquietudes de los industriales, que se venían viendo reflejadas a partir de algunas declaraciones públicas. Un ejemplo es el dólar. Qué pasará con el tipo de cambio, en un contexto en el que el foco del Gobierno está puesto en bajar la inflación era uno de los principales interrogantes que desde la UIA venían planteando, así como también cuál es el horizonte en materia de tasas y de precios que tiene en mente el Gobierno. Sin esas variables claras, difícil es pensar en un acuerdo de precios y salarios, coinciden los industriales.
Pero el titular del BCRA, Miguel Pesce, les transmitió tranquilidad. El Gobierno no quiere que el tipo de cambio se atrase y que funcione como ancla antiinflacionaria, pero tampoco quedará libre, sin controles, con el riesgo de que se disparen los precios. Y esta estrategia quedó demostrada en las últimas semanas, con la decisión del organismo monetario de seguir bajando la tasa de referencia y permitir que se deslice levemente el dólar.
Precios y salarios
Los referentes sindicales insistieron en la fuerte pérdida de poder adquisitivo acumulada en los últimos dos años y en la necesidad de recuperación salarial. Incluso, aprovecharon la presencia de los industriales para cuestionarles que mientras que no subían los sueldos, los precios seguían en alza. Hicieron foco en los alimentos, que en enero treparon 4,7%, bien por encima de la inflación promedio, y que en febrero mantienen una tendencia de suba más elevada que el resto de los sectores.
Fue Daer quien remarcó que tiene que haber esfuerzos compartidos de los sectores empresarios y de los sindicatos y que los alimentos subieron a pesar de que no hubo suba salarial. Rápidamente, el titular de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Funes de Rioja, salió a refutar esta posición y le planteó que en enero los trabajadores de la alimentación habían recibido 14,5% entre el bono dispuesto por el Gobierno y el porcentaje de paritaria que tocaba ese mes, y que en febrero la cuenta daba 6% de incremento.
Pero más allá de eso, los dirigentes de la UIA remarcaron que el costo salarial no es el único en la composición del precio de un alimento y que, incluso, en muchos casos, tiene baja incidencia. “Te afecta mucho más el nivel de tasas de interés o los insumos dolarizados que el salario”, dijo otro empresario de los presentes.
Los empresarios coincidieron en la necesidad de que mejore el poder adquisitivo para que se reactive el mercado interno, aunque también destacaron que en el último mes y lo que va de febrero comenzó a notarse un freno en la caída de la venta de alimentos.
“Se habló del tema de la deuda, del espaldarazo del FMI, de las expectativas, de la cuestión inflacionaria, de cómo estaban viendo la situación general. La idea que nos plantearon era que nos convocaban para que podamos intercambiar ideas, pero no como parte del acuerdo económico y social”, aseguró uno de los dirigentes de la UIA. Lo cierto es que no fue expresado de esa manera y ese acuerdo en el sentido amplio de la palabra llegará una vez conformado el Consejo Económico y Social, que saldrá por ley y contará con la participación de todos los actores de la economía.
Sin embargo, y así lo plantearon fuentes oficiales, hay un interés de corto plazo en poder generar acuerdos que ayuden a moderar la inflación y a que el salario vaya recuperando poder adquisitivo de a poco. Y así se se leyó también este primer encuentro con empresarios y sindicatos.
El Gobierno tiene en mente avanzar en un acuerdo socio laboral que contenga el pacto precios y salarios, pero que además incorpore cuestiones vinculadas a la productividad y la reducción de la informalidad. El foco será que la recuperación del salario se dé en un marco de desinflación, por lo que el objetivo final de estos encuentros tripartitos será lograr que, una vez encaminada la renegociación de la deuda y con pautas más claras de las principales variables económicas, pueda sellarse un compromiso en materia de precios y salarios que ayude a moderar las expectativas.
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