La reunión que sucedió anoche en la residencia del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en la que participaron Máximo Kirchner y Sergio Massa tuvo un tema central: el presupuesto 2020 y la deuda. El gobernador tiene un plazo establecido por la Legislatura para presentar la norma y está en medio de una negociación fundamental para poder elaborar el texto.
Sin posibilidades de tomar deuda, Kicillof está en conversaciones con la administración nacional para conseguir que esta se haga cargo de los subsidios que se necesitan para tener congeladas las tarifas del transporte, el gas y la electricidad.
Kicillof necesita $60.000 millones para poder cubrir el traspaso de los servicios que inició la ex gobernadora María Eugenia Vidal que habían impuesto el resto de los gobernadores como requisito para firmar el Pacto Fiscal y que el ex presidente Mauricio Macri no dudó en otorgar.
Para la provincia la Ley de Emergencia es el paraguas por el cual entiende que es la Nación la que se tiene que hacer cargo del costo de congelamiento de los servicios. Pero, además, lo que pueda suceder con la tarifa el día siguiente. Según las estimaciones de los ministros de Kicillof, son $50.000 millones para el transporte público y otros $10.000 millones destinados a la tarifa social eléctrica y soluciones para los barrios más necesitados de la provincia.
“Nosotros no le exigimos nada, lo estamos conversando con la Nación para ver si le encontramos una solución entre todos”, explicó a Infobae una fuente de la provincia de Buenos Aires. “Van a buscarle la vuelta para que haya una recomposición”, agregaron desde el entorno de Kicillof.
La presencia de Massa en el encuentro también tiene que ver con parte de la estrategia de la provincia para obtener los fondos que necesita para el transporte público de pasajeros. El secretario de Transporte, Mario Meoni, es un hombre que llegó a ocupar ese despacho como parte de las negociaciones con el massismo, por lo que la relación entre el funcionario nacional y el presidente de la Cámara de Diputados es muy estrecha y la palabra de este último puede destrabar los fondos para mantener el costo del boleto.
Kicillof busca que, además de facilitar los fondos, se retrotraiga el traspaso de los servicios a la provincia y que, a través de Meoni, se cree una nueva comisión para discutir el rol de la Ciudad, la Nación y la provincia en el transporte interjurisdiccional. Algo similar buscan para el caso de la energía y el traspaso de los subsidios a Edenor y Edesur, que también cayeron bajo la órbita bonaerense. En este caso, el gobernador quiere un ente tripartito en donde Nación y Ciudad carguen con el peso de hacer los mayores aportes.
Conurbano
Pero mientras espera obtener los fondos que le permitan subsidiar la tarifa de los servicios, Kicillof avanza con otra negociación. Continuando con el reclamo que habían comenzado el ex ministro en la provincia Hernán Lacunza y la ex gobernadora Vidal, ahora el actual ministro de Economía Pablo López y Kicillof conversan con la Casa Rosada para obtener $20.000 millones.
La actualización del Fondo del Conurbano significaría una reactualización de los montos que tenía asignados la provincia y a los que, según las estimaciones que había realizado la administración de Vidal y que convalida la de Kicillof, el ajuste inflacionario los coloca en no menos de $20.000 millones. Para este año el ajuste de los desembolsos está atado a las mediciones del INDEC.
En un contexto en donde lo que no hay es dinero, una opción que también se está manejando –y que a Vidal le habían prometido algo similar– es que la Nación pague la diferencia con un plan de obras públicas en donde la provincia señale las urgencias.
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