Uno de los pocos beneficios que trae el cepo cambiario para el Gobierno, la posibilidad de que el Banco Central (BCRA) compre reservas para ayudar a enfrentar pagos de deuda, desapareció en las últimas semanas. La entidad conducida por Miguel Pesce supo cazar en el zoológico desde que los ahorristas y empresas que buscan atesorar dólares tienen vedada la entrada al mercado, pero en febrero una menor entrada de sojadólares sumada a una inconsistencia entre la baja de tasas y la necesidad de evitar que el dólar se atrase interrumpieron esas compras. Aún con estrictos controles, hoy esperar un día más para vender divisas rinde más del 47% anual en pesos, un resultado mejor que el que ofrece la tasa de referencia al 44%.
En lo que va del mes el Central tuvo que vender USD 147 millones según cálculos de operadores privados. Los datos oficiales, que tienen 6 días de retraso, de hecho muestran ventas mayores, pero están tergiversadas por los dólares que la Provincia de Buenos Aires tuvo que comprarle de emergencia el 4 de febrero para pagar en torno a USD 270 millones del vencimiento del bono Buenos Aires 2021 justo antes de caer en default.
No son cifras importantes en comparación con los USD 44.700 millones de reservas brutas con los que cuenta la entidad, pero sí un cambio de tendencia respecto de lo que venía pasando desde que el cepo reforzado se instauró a fines de octubre.
Sin la competencia de los ahorristas y las empresas -gracias a las trabas cambiarias- el BCRA compró USD 2.202 millones en noviembre, USD 1.121 millones en diciembre y otros USD 782 millones más en enero. Así, recuperaba parte de los dólares perdidos durante la corrida cambiaria de los meses previos.
Para los operadores, en el cambio de suerte del Central se combinan varios factores. Uno, que esta no es época de salida fuerte de exportaciones del país, con lo cual hay menos liquidaciones de divisas. Y el bajón es aún mayor si se tiene en cuenta que las ventas al exterior se adelantaron al cambio de Gobierno para evitar un predecible aumento en las retenciones a las exportaciones.
“No suma reservas porque no compra nada, el mercado está operando siempre sobre el precio de venta de él, y nadie vende mas abajo de su precio de venta por eso no recupera nada”, dijo Francisco Díaz Mayer de ABC Mercado de Cambios.
Hay una inconsistencia, porque a la par que mueve el dólar hacia arriba para evitar que se atrase -algo entendible- este mes siguió bajando la tasa de referencia. Con eso se le cierra la posibilidad de comprar dólares. Por lo menos dejó de emitir pesos para comprar reservas
Pero, también entró en juego la modificación en la estrategia cambiaria del BCRA que preocupado por la ampliación de la brecha cambiaria y el efecto de la inflación, empezó a subir al dólar este mes. Preocupado por el atraso de la divisa respecto del avance de los precios, el movimiento de monedas como el real brasileño y la suba de los dólares paralelos, Pesce empuja al dólar oficial a la suba casi a diario.
"Cuando el sistema de actualización es diario y algo previsible, quien tiene para vender y puede (por razones legales) postergar algo los ingresos, lo hace en la espera de mejores precios”, dijo Gustavo Quintana de PR Corredores de Cambio. “La baja de tasas también contribuye a eso, porque la penalización por no vender es más barata”, agregó.
En cada rueda, el Central ofrece al mercado una postura de venta de USD 50 millones a precios que tienden a subir todos los días. Eso, dentro de las estrictas normas cambiarias, hace que convenga esperar antes de vender cada dólar y apurarse antes de comprarlo.
En los primeros 12 días hábiles de febrero el dólar promedia avances de 11 centavos por día, o del 0,19%. Comparados con las 2 milésimas de peso (o 0,004% diario) de avance que promedió en la misma cantidad de días de enero, es una aceleración considerable.
Puesto de otra forma. Si el dólar mayorista avanzara durante un año entero a la misma velocidad que mostró en lo que va de febrero, en doce meses marcaría un avance en pesos 47%, por encima del 44% que rinde una Leliq. En cambio, un año de avances como los que se vieron en enero supondría un avance anualizado del 1%.
“Hay una inconsistencia, porque a la par que mueve el dólar hacia arriba para evitar que se atrase -algo entendible- este mes siguió bajando la tasa de referencia. Con eso se le cierra la posibilidad de comprar dólares. Por lo menos dejó de emitir pesos para comprar reservas, que era la principal fuente de expansión monetaria”, dijeron en la mesa de un banco.
La diferencia de rendimientos es mayor si se tiene en cuenta ya no a la tasa de Leliq, que sólo perciben los bancos, sino a tasas más accesibles. La Badlar que se paga por depósitos a plazo fijo de más $ 1 millón cayó 33,93%. Esto es lo mismo que decir que paga 2,78% mientras que un avance del dólar que de mantenerse al mismo ritmo rendirá en octubre 3,78%.
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