Avalado in extremis por Alberto Fernandez, Martín Guzmán ejecuta una estrategia de negociación de la deuda externa con los bonistas extranjeros y los fondos de inversión que tiene la estética de un partido de ajedrez.
La partida tiene reglas explícitas, pero la muerte política o la debacle financiera son circunstancias azarosas que pueden escapar a la voluntad de los protagonistas de la trama. No importa si se trata del Presidente, su ministro de Economía, un inversor billonario que leyó a Borges o el banquero más influyente de Wall Street.
Horas después de explicitar su estrategia en la Cámara de Diputados, Guzmán recibió un dossier secreto que refleja la opinión de los principales tenedores de bonos bajo legislación extranjera que litigan con el ministro de Economía. El dossier fue elaborado en una capital importante de Europa y remitido a Guzmán que apuesta a un discurso único para cerrar un acuerdo con los acreedores externos privados.
El ministro propone a los bonistas y a los fondos de inversión un recorte de capital, una poda de los intereses en el cupón, y una postergación de los pagos de ese capital hasta fines de 2023. Los acreedores entienden el juego sutil de Guzmán, pero no aceptan una estrategia que apuesta a una abrupta suba de los bonos (up side), tras aceptar los recortes anunciados en la Cámara de Diputados.
Los bonistas y los fondos de inversión ya saben que Alberto Fernández no quiere el default y aguardan una señal para acordar con el ministro de Economía. Por eso retienen sus bonos que no están en caída libre y por eso fueron muy críticos respecto a su exposición en la Cámara Baja.
El dossier enviado a Guzmán, escrito en inglés y adelantado vía WhatsApp, está dividido por tenedores de títulos y definidos por un slang característico del mundo financiero. Por ejemplo, al comienzo del paper se lee: “Top 5 Real Money Holder”, es decir, los cinco fondos de inversión que tienen la mayor cantidad de bonos emitidos durante la administración de Mauricio Macri.
Y esos Top 5, acorde a lo explicado en Wall Street a Infobae, serían Templeton, Ashmore, Fidelity (que complicó la estrategia de Axel Kicillof con el BP21), BlackRock y Pimco. Los Top 5, señala el informe remitido a Guzmán, “interpretaron el discurso como negativo para los precios de mercado y la realización de una rápida reestructuración".
Y agrega el dossier: “Ellos sostienen -Templeton, Ashmore, Fidelity, BlackRock y Pimco- que los precios aún están muy altos en relación al tono y la sustancia del discurso (de Guzmán en Diputados), quizás porque el mercado no cree totalmente que es lo que ellos están viendo o escuchando”.
El paper reservado explica al ministro de Economía que los fondos de inversión no creen que Alberto Fernández acepte un default como resultado de la negociación, y considera que se menea esa amenaza para que baje el valor de los bonos y de esta manera cerrar más rápido un acuerdo con los tenedores de títulos soberanos.
Estos fondos aceptan que el discurso de Guzmán afecta el valor de mercado de los bonos, pero no tanto aún para aceptar una quita mayúscula con la promesa de recuperación cuando haya una suba del titulo empujado por la baja del riesgo país.
El redactor del dossier, asentado en el corazón financiero de Europa, no solo recogió las opiniones de los Top 5. Además hizo llamadas a los Estados Unidos. En este sentido, consultó a los fondos de inversión que operan en New York. Y a continuación escribió lo siguiente: “El discurso fue definitivamente negativo. De todas maneras, si los representantes del Gobierno abren las negociaciones, entonces quizás hay esperanzas de alcanzar un acuerdo razonable. Will wait and see”, termina este tramo del informe redactado en inglés.
Tras cortar la comunicación con New York, el redactor del dossier marcó el número de un conocido economista que trabaja en Boston con importantes tenedores de bonos soberanos argentinos. En este punto, el informe enviado a Guzmán revela una comida que tuvo el prestigioso economista con un funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI) que sigue el caso argentino.
“Un economista tuvo una cena con un representante del FMI. El mensaje en la cena fue que el gobierno argentino observa el canje del 2005 y su correspondiente recorte del 75% a los inversores como un éxito tremendo. El inversor, y el mercado mayoritariamente, no comparte esa mirada", dice el dossier que llegó a manos del ministro de Economía.
Y añade: “La perspectiva del Representante (del FMI) fue que el gobierno argentino estaría planeando algo más severo que lo propuesto en 2005, lo cual sería profundamente negativo para los precios del mercado y su recuperación. Ellos -el economista y el representante del FMI- no salieron de la cena con una esperanza muy positiva".
El informe enviado a Guzmán reproduce además las opiniones de un importante fondo de inversiones basado en Londres. La perspectiva de este fondo abarca el discurso del ministro de Economía, la posición de Cristina Fernández de Kirchner respecto a una quita del capital adeudado al FMI y las dudas que existen en el exterior acerca del poder real que detenta Alberto Fernández como presidente.
“Fondo de inversión establecido en Londres: Sorpresivamente los precios del mercado no estuvieron bajos después del discurso (de Guzmán en Diputados). Se considera que parte del discurso es retórica, pero fue sorpresivo que haya dicho que no habrá superávit hasta 2023. Considera que las proyecciones fiscales muestran cuán complicado está el asunto con el Fondo Monetario Internacional”, sostiene el paper casi al final.
Y agrega respecto a la vicepresidente y Alberto Fernández: “Los comentarios de Cristina sobre la ilegalidad (de una improbable quita del capital adeudado al Fondo) no ayuda, especialmente cuando sectores del mercado todavía cuestionan la autoridad y la credibilidad de (Alberto) Fernández".
Por último, sobre una posible reestructuración antes que termine marzo, el paper recoge una opinión terminante del fondo de inversión que opera en Londres y tiene millones de libras y dólares puestos en bonos soberanos de la Argentina: “Piensa que una rápida reestructuración es improbable. Anticipa problemas con los tenedores en 2021 y anticipa una batalla sucia y prolongada”.
Al final del dossier, el experto en mercados emergentes y con llegada a fondos de inversión y bonistas, presentó a Guzmán sus propias conclusiones: “Como pueden ver, la vasta mayoría del mercado observó el discurso y proyecciones concomitantes como negativos desde el punto de vista del crédito y recuperación”.
Y remató: “Los inversores están preparados para que un recorte mucho más severo sea propuesto y están anticipando un periodo de negociación más largo y prolongado. Sin embargo, algunos (bonistas) permanecen esperanzados en que partes del discurso estaban destinadas a guiar el mercado a la baja de manera que un acuerdo pueda ser alcanzado”.
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