El abogado Dennis Hranitzky, conocido por haber representado al fondo NML Capital de Paul Singer en la lucha legal que incluyó el embargo de la Fragata Libertad, tendrá a su cargo la representación de cuatro fondos con importantes tenencias de deuda Argentina. La firma en la que se desempeña está trabajando en la conformación de un comité de bonistas y, según informaron agencias, ya cuenta con cuatro grandes fondos. El grupo se focaliza sobre los títulos de deuda surgidos del canje 2005, los que tienen las condiciones más difíciles para una reestructuración.
Los fondos Monarch Alternative Capital, HBK Capital Management, Cyrus Capital Partners y VR Capital Group forman parte de un “steering committee” (comité directivo) que será asesorado por Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan, una firma legal que recientemente sumó a Hranitzky a sus filas, según informó la agencia Bloomberg.
Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan ya había anunciado que buscaba juntar voluntades para sentarse a negociar con el Gobierno argentino y, de la mano del renombre de su nueva incorporación, ya consiguió sumar a acreedores de peso.
aHranitzky se volvió una celebridad en materia de litigios por deuda soberana cuando en octubre de 2012 abordó personalmente la Fragata Libertad que estaba fondeada en el puerto de Tema, Ghana, para oficializar el pedido de embargo
Hranitzky se volvió una celebridad en materia de litigios por deuda soberana cuando en octubre de 2012 abordó personalmente la Fragata Libertad que estaba fondeada en el puerto de Tema, Ghana, para oficializar el pedido de embargo. La acrobacia por si misma no le arrojó grandes resultados legales a NML Capital, una subisidiaria del fondo Elliot, ya que en diciembre de ese mismo año un fallo internacional forzó a liberar la embarcación y la autoridad portuaria del país africano terminó cargando los costos de la retención de la fragata a los demandantes. Pero fue parte de una exitosa estrategia de acoso que terminó con un bloqueo legal a los pagos de deuda Argentina, un nuevo default, y el pago del juicio a los principales holdouts en el año 2016.
En estos días el ministro de Economía, Martín Guzmán, encabeza un intento por renegociar unos USD 311.000 millones de deuda con acreedores privados y el Fondo Monetario Internacional. El gobierno se reune con funcionarios del FMI esta semana y planea elegir asesores financieros para las conversaciones sobre la deuda a finales de febrero.
El grupo no es el único que se está preparando para las conversaciones con el gobierno. Grandes fondos que incluyen a BlackRock y Fidelity Investments -la firma que bloqueó el intento de la Provincia de Buenos Aires por postergar el pago de uno de sus bonos- comenzaron un grupo de tenedores de bonos trabajando con la firma de abogados White & Case, mientras que otro grupo de tenedores de bonos contrató a UBS Securities LLC y Mens Sana Advisors como asesores financieros.
El grupo encabezado por Monarch Alternative y asesorado por Hranitzky se focaliza en los bonos que formaron parte de los canjes de deuda de la nación en 2005 y 2010. Esos valores tienen cláusulas de acción colectiva más estrictas que las de los bonos argentinos emitidos a partir de 2016, en cuyos contratos se establece que con los tenedores de un tercio del monto principal de un bono se consigue la capacidad de bloquear cualquier acuerdo de reestructuración que no aprueben.
Las condiciones en los bonos surgidos del canje son aún más extremas. Para que esos bonos se modifiquen en una amplia reestructuración de deuda, el Gobierno necesita el consentimiento del 85% de los titulares del monto total de capital en circulación, así como del 66,7% de los titulares de cada uno de los bonos involucrados en el acuerdo. El resultado es que un número relativamente pequeño de inversores el poder de vetar cualquier acuerdo que no respalden.
Hranitzky condujo su litigio contra la Argentina en el estudio de abogados Dechert, pero a principios de este año pasó a Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan donde formó una unidad especializada en litigios por deuda soberana, con todo el equipo que lo acompañó en su estudio anterior. El momento no podría haber sido mejor para atraer clientes, justo cuando la Argentina se preparaba para iniciar un nuevo proceso de renegociación de su deuda.
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