El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) le dio una muy buena noticia al Gobierno este jueves, y también a toda la población, dada la importante caída del poder adquisitivo en los últimos dos años. El ente estadístico informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicó en enero en 2,3%, el dato más bajo desde julio del 2019 y el primero de un mes completo bajo la administración de Alberto Fernández.
Además, la inflación de enero fue más baja que el 3,1% registrado en el mismo mes de 2019, lo que posibilitó una moderada desaceleración de la inflación interanual, de 53,8% a 52,9% acumulado en los últimos doce meses.
El titular del INDEC, Marco Lavagna se refirió en las últimas horas a los factores que ayudaron a que la inflación cediera desde el umbral más alto en los últimos 28 años, a la vez que aseguró que “los problemas no se solucionaron pero es un dato positivo”.
“El número de inflación de enero es un dato positivo porque es menor al de diciembre, pero hay que seguir trabajando para solucionar la inflación estructural", puntualizó Lavagna, por radio Continental.
“Esto tampoco significó que los precios se fueron para atrás y que de pronto la plata que tenías en el bolsillo te alcanza para más. Lo único que significa es que la inflación venía creciendo a un ritmo y ahora crece un poquito más bajo. No es que te soluciona los problemas: hay que ser muy cauto con este número”, consideró.
La capacidad de relevamiento que tiene el INDEC respecto de las mediciones privadas no te la gana nadie
Especificó que el descenso del índice se produce además “cuando tenés tanta volatilidad y tenés acuerdos de precios, y algunas regulaciones que te pega sobre lo todo en la parte de los regulados que son los que el Gobierno -con una regulación- fija el precio”.
La inflación resultó inferior a la de los pronósticos privados, que estimaban un nivel superior al 3% en el primer mes de 2020 y fue producto de una desaceleración de los valores de estos bienes y servicios regulados -combustibles, electricidad, agua, salud, transporte, entre otros- que evolucionaron muy por debajo del índice general por efecto del congelamiento dispuesto por el gobierno nacional.
“Cuando tenés tantos cambios, que fue lo que pasó desde diciembre hasta enero, suele pasar que las expectativas no ajustan tan rápido. El INDEC lo ajusta inmediatamente. En alimentos viste que en la primera semana estaba más alto y después fue bajando”, continuó Lavagna.
“Si bien uno lo compara con el 3,7% de diciembre es un dato, si se quiere, positivo, porque da un numero bastante más bajo, pero a la inflación hay que solucionarla estructuralmente, no solo con un dato más bajo”, precisó Lavagna.
La inflación sigue creciendo pero a un ritmo más bajo, es positivo la baja pero hay que trabajar mucho para solucionarla
Detalló que “la inflación impactó más en recreación y cultura”, aunque se advirtió muy elevada “también alimentos y bebidas”, un rubro muy sensible para la canasta de consumo de los sectores de menores ingresos de la población.
El incremento de los alimentos durante enero duplicó el nivel de la inflación general en ese mes, con subas de casi 15% en algunos artículos de primera necesidad. El rubro Alimentos y Bebidas mostró un avance de 4,7%, con fuertes ajustes en productos de consumo masivo.
El kilo de azúcar tuvo un aumento de 14,7%, la carne picada común, de 13,5%, y la papa 13,2 por ciento. El yogur firme mostró un alza de 11,7%; el arroz blanco simple, de 11,1%, y el asado de 11% por ciento.
El limón tuvo una variación de 10,6%; el pan de mesa, de 10,4%; la lechuga, de 10,1%; la yerba mate, de 9,8%; la paleta de 9,2%; el tomate entero en conserva, de 9,3%, y el aceite de girasol de 8,7 por ciento. En tanto, la leche fresca entera en sachet de litro subió 7,9%; el kilo de nalga, 5,5%, y las hamburguesas congeladas de cuatro unidades, de 5,1% mensual.
Los acuerdos de precios y el congelamiento de regulados permitieron una clara desaceleración inflacionaria en enero
En tanto, en diálogo con A24, el titular del INDEC enfatizó que la desaceleración inflacionaria se fundamentó en “factores muy puntuales”. Destacó lo ocurrido en algunos rubros medidos, como con “los medicamentos, donde la retracción de precios fue por un acuerdo que se firmó el 16 de diciembre: a partir de ahí hubo una retracción que tuvo un arrastre estadístico en enero”.
El economista defendió el indicador presentado y recalcó que la desaceleración se dio porque hay congelamientos en servicios (tarifas) y bienes (combustibles y prepagas) que impactaron favorablemente.
Lavagna reconoció que “la clave” será cómo el Gobierno va a ir administrando el descongelamiento de tarifas de servicios públicos para que no haya un salto fuerte en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en un mes determinado.
“Siempre en la cabeza el Gobierno debería tener cómo genera un sendero descendiente de la inflación. Cuando lo logre durante varios meses recién se podrá decir que se está ante una tendencia a la baja”, dijo el funcionario.
Lavagna aclaró que Precios Cuidados es un programa que tiene “baja incidencia” en el IPC del INDEC porque contiene pocos productos de los que se relevan para la conformación mensual del indicador de inflación.
Señaló, no obstante, que es un programa “importante” porque establece precios de referencia para los consumidores y coopera en que las familias puedan tener más claridad a la hora de pararse frente a la góndola.
Siempre en la cabeza el Gobierno debería tener cómo genera un sendero descendiente de la inflación
Explicó que “hay mucha inercia” en la dinámica de los precios y “cuando hay valores un poco más bajos que lo que había antes, se corta esa inercia”.
“Encontré un INDEC funcionando y el equipo técnico era muy sólido y muy bueno, de ahí mi decisión de mantener el equipo y la metodología. Queda un desafío importante para incorporar un salto de calidad, como introducir los indicadores ambientales en las estadísticas, por ejemplo”, añadió Lavagna.
En este aspecto, el Banco Central dispuso la sexta reducción consecutiva de la tasa de interés de las Letras de Liquidez (Leliq) en 4 puntos porcentuales, con lo que descendió de 48% a 44% en términos nominales anuales, tras el informe del INDEC sobre el costo de vida. La autoridad monetaria subrayó que la decisión fue adoptada"tomando como referencia la consolidación de la desaceleración inflacionaria".
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