Melconian: “El discurso de Guzmán en el Congreso fue de cabotaje”

El economista planteó que el mensaje del funcionario buscó satisfacer a los legisladores pero no define cuál será la estrategia para negociar ante los acreedores externos. Además, aseguró que el plan del gobierno es “ochentista” y su corazón es “el cepo hard”

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Carlos Melconian analizó cuál es
Carlos Melconian analizó cuál es el programa económico del gobierno de Alberto Fernández

Carlos Melconian definió el mensaje del ministro de Economía, Martín Guzmán, ante el Congreso Nacional como “un discurso de cabotaje”. Su planteo -explicó- no es despectivo, sino que busca marcar un contraste entre las inquietudes que debe enfrentar el gobierno en el plano local con respecto a las respuestas que exigen los acreedores internacionales.

Lo de ayer fue de cabotaje, es lo habitual que sucede cuando un ministro va al Congreso y tiene que salir airoso de las preguntas que le hacen. ¿Creen que después va a ir a negociar la deuda con ese discurso? Esa es otra historia”, planteó el ex presidente del Banco Nación en diálogo con radio Mitre.

Al desmenuzar el discurso en la Cámara de Diputados, el economista puntualizó una frase donde Guzmán habló de senderos que tienen rangos en cuanto a la política fiscal y comercial. “Esa es la frase que define el programa, que es un programa históricamente ochentista, peronista, que implica la compra de dólares con emisión de pesos para honrar las obligaciones con los acreedores”, desarrolló.

De acuerdo a su visión, el corazón del programa económico del gobierno de Alberto Fernández es el cepo “hard”, que vino para quedarse porque si el Banco Central no logra comprar entre USD 8 mil y USD 9 mil millones al año, el país deberá enfrentar severas dificultades.

Con la lágrima del comercio exterior y de las exportaciones, tenés que llevar a cero la dolarización y el turismo. Y la columna vertebral de eso es el cepo, el equilibrio basado en la presión fiscal y el grano de la deuda, que es un foco de emisión que no quisieras tener... Mientras tanto das la batalla de querer revitalizar el peso y toda esa historia... Y ahí arrancás”, graficó Melconian.

El especialista aseguró que el Presidente deberá enfrentar dos temas pendientes muy ásperos: jubilaciones y tarifas. En el primero, Fernández dispuso congelar la movilidad de los haberes y patear para mitad de año una solución. Mientras tanto, analiza otorgar un aumento fijo que beneficiará a los que menos ganan y perjudicará a quienes perciben pensiones más altas. En el segundo, la gran incógnita es qué sucederá con la masa de subsidios que el Estado utiliza para evitar que los consumidores paguen la totalidad de los servicios que consumen.

Las principales frases de Melconian

“Cuando un ministro dice ‘tenemos muy claro lo que queremos, tenemos un programa macro integral muy definido y tenemos todo muy bien pensado’ y en la primera intervención de una persona moderada como el diputado (Jorge) Sarghini es ‘tuvo gusto a poco, no vemos programa institucional’, más allá de las institucionalidades, muchos más no hay”.

“Lo de ayer fue de cabotaje, es lo habitual que sucede cuando un ministro va al Congreso y tiene que salir airoso de las preguntas que le hacen. ¿Creen que después va a ir a negociar la deuda con ese discurso? Esa es otra historia”.

“Con suerte, equilibrio fiscal antes del final del mandato. Honestamente, el mundo externo –a quien no está dirigido esto, esto es de cabotaje puro– está esperando un sendero fiscal de carácter comunicacional más que real. Nadie seriamente trabaja con un sendero alternativo cuando ves los componentes del fisco”.

“Cuando mirás el gasto público y la presión fiscal en Argentina y creés que puede haber algo diferente a lo que ayer dijo el ministro... Esto arranca desde un equipo, que encabeza el presidente y que ha venido con la contundencia de su mandato para arreglar ese tema en la Argentina; y eso no está presente en la Argentina”.

El presupuesto 2020 no está porque primero hay que resolver la deuda. El programa monetario tampoco, porque el BCRA lo publicó –por primera vez en la historia el otro día– conceptual y sin número. Un programa monetario que es conceptual y no tiene números no existe”.

Audio de Melconian en Radio Mitre

“El presupuesto 2020 está a merced de la deuda y el programa monetario está a merced del rollover, la deuda, la compra de dólares. Todavía no está definido”.

“Guzmán hizo una muy buena diferenciación entre pesos, dólares y FMI. Da la impresión que el Gobierno con la deuda en pesos quiere seguir con el rollover en el mercado. Pero cuando mirás los números del año es muy difícil eso".

"El traspié con el bono dual va a continuar en el resto de la deuda en pesos por un tema de magnitud. El monto de deuda en pesos a rolloverear en la Argentina es como querer bañar a un elefante en una bañadera en una casa. Ahí tenés un problema”.

“El Fondo Monetario Internacional es un capítulo aparte. El sueño del pibe y si de repente los números dan como para…, es ignorar al Fondo. ¿Por qué es el sueño del pibe? Porque no quiero plata. Aunque el Fondo va a cobrar los intereses, no quiero que me joda en la negociación con los bonistas”.

“Lo más importante, el corazón del programa, es una frase que pasó desapercibida: ‘nosotros trabajamos con senderos que tienen rangos; tenemos un sendero fiscal y otro comercial para hacer consistente el programa’. Esta es la frase y el programa".

"Este es un programa ochentista, lo que llamamos programa peronista, que compra dólares con emisión monetaria para honrar a acreedores privilegiados y lo que quede del acuerdo con la deuda en dólares, que Argentina va a pagar con dólares comprados con emisión monetaria”.

Ese nexo de que tengo que tener superávit fiscal para pagar la deuda es un mecanismo higiénico de país estable que corresponde, que este modelo no le va a dar bola. Decir que no voy a tener primario o decir que voy a tener primario es irrelevante para ver si es un signo para ver si se va a pagar la deuda o no”.

“Este es un programa que va a comprar dólares con emisión monetaria, que quiere tener relativo equilibrio fiscal, si puede, para que el BCRA no tenga que emitir pesos para el Tesoro; que tiene el lío de la deuda en pesos que si no se la rolloverean tiene que emitir y es imposible y si no la tiene que reperfilar; y que le quedaron varadas las leliq, otro factor de emisión monetaria, y se traba con la idea de bajar rápidamente la tasa de interés para reactivar la economía”.

“En el corto plazo vamos a convivir con una incertidumbre natural como la que existe ahora. No sé si usar la palabra crecimiento en el corto plazo pero hay un mango más en la calle. Si venís de 10 meses donde la emisión monetaria da cero y en dos meses pasas a 600 mil millones de pesos, eso a algún lado va, con todos los riesgos que eso tiene. En la ideología keynesiana riesgo cero, en la ideología ortodoxa, al borde de la la hiper. Se van a equivocar los dos. El ‘biri-biri’ de corto plazo va a ser la emisión de moneda”.

“Hay una incertidumbre residual muy grande aun después del acuerdo de la deuda”.

“El programa es esto. Se lo impuso la realidad al anterior presidente. El programa es: el cepo duro, que es vital y vino para quedarse. Si el BCRA no compra 8 o 9 mil millones de dólares al año, están liquidados. En este país para comprar ese monto con la lágrima del comercio exterior y con exportaciones estancadas, tenés que llevar a cero dolarización y turismo. Y como no querés que aumente el fideo y la polenta, tiene que venir el impuesto. Por convicción, por genética, por ideología, la columna vertebral del programa es el cepo y el equilibrio fiscal”.

“Si no va a haber equilibrio fiscal, el ministro va a tener que ver quién le pone la plata entre gasto corriente y recaudación. La pretensión del modelo es que con el paquetazo fiscal y el gasto corriente, intente ir a un equilibrio. Aunque tiene dos temas pendientes muy ásperos: cómo continúa lo provisional y lo tarifario. Un problema que arrastra muchos años de echarse culpas”.

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