La cantidad de turistas extranjeros que arribaron al país en 2019 tuvo un aumento del 11,1% respecto del año anterior, en tanto los residentes que optaron por viajar al exterior fueron un 11,9% menos que en 2018, con lo que el saldo deficitario de la balanza se redujo un 48,7%, de acuerdo con los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
La devaluación del peso tornó más atractivos los precios internos para los turistas extranjeros y a la vez más caros los destinos del exterior para los argentinos, que a su vez contaron a partir de septiembre y especialmente fines de octubre con restricciones a la compra de moneda extranjera, a lo que en los últimos días del año se añadió el recargo del 30% del impuesto PAIS.
A raíz de la mencionada depreciación de su moneda “la Argentina se ha vuelto competitiva y vienen muchos latinoamericanos para disfrutar de las bellezas del país. Brasil, Chile y Uruguay son los grandes aportantes y eso sin ninguna duda ayuda a los números de la economía”, señaló a Infobae Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT).
“El achicamiento del déficit por turismo, respecto a los años anteriores, es explicado en su mayoría por el tipo de cambio alto para los argentinos”, sostuvo por su parte el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), que aclaró que “aún así, el sector del turismo mantiene déficit en el balance de divisas por unos USD 500 millones mensuales”.
En todo el año pasado se registraron 3.065.200 turistas no residentes procedentes de vía aérea (el universo medido por el INDEC) y hubo 3.950.000 turistas residentes que se trasladaron a otros países, con un flujo negativo de 885.100 viajeros, notoriamente inferior al 1.725.300 de 2018 y con una trayectoria declinante con el transcurso de los meses, al punto que diciembre fue el único mes con saldo favorable.
En el último mes de 2019 hubo un resultado superavitario de 61.258 personas para toda la vía aérea internacional, “el saldo positivo más alto de los últimos 4 años”, destacó el IARAF en un análisis de Nadin Argañaraz y Bruno Panighel.
Ese saldo fue producto de la llegada de 304.000 no residentes a la Argentina (un 3,3% de incremento interanual) y la salida a otros países de 243.142 residentes (una caída del 13% respecto de diciembre de 2018).
La caída interanual del turismo emisivo en 535.000 personas redundó a su vez en un aumento de la actividad turística interna, en un proceso para el que Elías distingue “tres cuestiones mandatarias”. Además del “dólar muy alto” y “un cepo cambiario que hace virtualmente imposible la compra de dólares”, el presidente de la CAT puso de relieve que “la actualización de los precios respecto de la temporada pasada fue del 30% al 45%, muy por debajo de la inflación” y, por último, “hubo avances en materia de conectividad, que permite que a los argentinos les sea más fácil viajar por el país, al aumentar la oferta de vuelos”.
En cuanto a los países de procedencia de los turistas del exterior que arribaron al Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires, en diciembre Brasil lideró cómodamente la lista con el 23% del total, levemente por debajo del 23,1% de todos los países de la Unión Europea.
Para el corto plazo, IARAF prevé que el déficit de la balanza turística seguirá reduciéndose, con el antecedente del superávit de diciembre y la continuidad de las restricciones cambiarias.
Al respecto, puntualizó que “el turismo es una de las principales filtraciones de dólares de la economía y las restricciones a la compra de divisas y los impuestos a las compras en el exterior apuntar a reducir el déficit por esta vía”.
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