Advierten que la inversión extranjera directa volverá a caer en 2020 y encadenará así tres años consecutivos de retroceso

Las consultoras privadas prevén que los capitales externos seguirán esquivando el mercado argentino durante este año como consecuencia de las restricciones cambiarias y de la falta de perspectivas de reactivación

El sector metalúrgico, entre los que más han caído en términos de inversión en los últimos tres años

La inversión extranjera directa volverá a caer este año en la Argentina pese a la alta capacidad ociosa que existe, por las restricciones del mercado cambiario y ante la falta de perspectivas de una rápida reactivación económica.

Así lo indica un informe de la Fundación Capital que señala que “la inversión se contraerá un 9,8% interanual, acumulando un descenso del 30% respecto al año 2017. No obstante, si efectivamente se lograra un repunte económico para la segunda mitad del año, la inversión mostraría un signo positivo hacia el último cuarto treimestre, tras nueve trimestres consecutivos en rojo”, indicó la FC que lidera el ex presidente del Banco Central, Martín Redrado.

En 2019 la inversión se habría contraído un 17,9% según la FC, mientras que el estudio Ferreres estimó que la reducción fue del 11,1% , luego de una caída del 5,7% en 2017.

La inversión en equipo durable, según la FC, “se viene contrayendo a una tasa anual de dos dígitos desde el segundo trimestre de 2018; de este modo, el año pasado habría cerrado con una merma del 27,2% por ciento, restándole nueve puntos a la inversión”.

La caída de la construcción y de la obra pública repercute en la caída de la inversión externa directa

El rubro que registró la mayor caída es el material de transporte importado, con una caída del 55 por ciento el año pasado: en 2019 apenas se vendieron en el mercado interno 372.500 mil vehículos, la menor cantidad desde 2004.

Para 2020, la FC estimó que estos equipos volverán a retroceder, aunque a una tasa menor, del 14,7 por ciento.

Un fenómeno similar se observa en el equipo durable nacional, que viene cayendo a una tasa de dos dígitos (-28,6% estimado 2019), también con la baja más fuerte en el material de transporte. La producción local de automóviles cayó un 48, el menor valor en al menos 25 años.

El freno en la obra pública, la capacidad ociosa instalada por la recesión, la volatilidad, el desconocimiento de los lineamientos económicos macro y las dificultades que presenta el mercado cambiario local, conforma un combo lo suficientemente explosivo para que los capitales externos se mantengan esquivos con la Argentina

También la industria metalúrgica cae hace más de un año y medio, con una caída acumulada en torno a los ocho puntos. Se destacan los descensos en la producción de carrocerías, remolques y semirremolques (-15,1% acumulando a noviembre), bienes de capital (-10,2% acumulada) y equipos y aparatos eléctricos (-7,5% acumulada).

La construcción, indicó la FC, también viene contrayéndose hace un año y medio, aunque a menores tasas que los otros componentes de la inversión.

El equipo que comanda Redrado entiende que durante 2020 los capitales se mantendrán esquivos para la Argentina por la contracción de la obra pública que llevó adelante en los últimos dos años de la gestión Cambiemos debido a la necesidad de reducir el déficit fiscal; de hecho uno de los principales focos de ajuste fue la partida de los gastos de capital. Este concepto, señala el trabajo, “se expandió en 2019 -la inversión en obra pública- apenas un 12,4%, mientras la inflación acumuló un alza del 53,5% anotando el segundo año consecutivo en rojo, y el peor registro desde 2009”.

La creciente capacidad instalada ociosa también atenta contra la llegada de inversión para la industria

Otra consultora económica que realiza el seguimiento del indicador es Orlando Ferreres y Asociados y, al igual que la FC, prevé que la inversión directa será muy baja durante le 2020.

El informe de diciembre respecto de la inversión bruta de OJF muestra que la Inversión Bruta Interna Mensual (IBIM), que combina ocho series estadísticas para construir un indicador que permite medir mensualmente y con menos de un mes de demora la evolución de la Inversión Bruta Interna Fija en su totalidad, muestra que la contracción de 2019 “estuvo empujada particularmente por los menores niveles de inversión en equipos durables de producción, especialmente en los de origen importado, que sufrieron los golpes devaluatorios de abril y octubre”.

La inversión directa cayó 11,1% durante el 2019 respecto de 2018, año en el que había caída 5,7% respecto de los doce meses anteriores

Con estos datos, relevados por el IBIM-OJF la consultora estimó para diciembre una caída de la inversión de 9,2% anual, medido en términos de volumen físico (descontando el efecto precios), lo que significa que en el acumulado para 2019 muestra una contracción de 11,1%. respecto de 2018, cuando había caído 5,7 por ciento. Por su parte, en la medición a precios constantes la inversión representó el 21,1% del PIB en diciembre, mientras que medido en dólares, se invirtieron US$ 5.706 millones. Para el total de 2019, se contabilizó una inversión de US$ 73.673 millones

Al igual que la FC, la consultora de Ferreres señala que el sector de la construcción se encuentra “aletargada desde mediados de 2018, y no logró recobrar dinamismo durante 2019. Cabe destacar que los últimos meses del año estuvieron signados por una larga transición de gobierno, la cual generó incertidumbre en los agentes, que anticipaban un cambio de la política económica, pero sin contar con precisiones”.

“Para el año que acaba de comenzar, esperamos que continúen los bajos niveles de inversión, en el contexto de un entorno macroeconómico desordenado, y sumidos en una renegociación de la deuda de la que aún no se tienen muchas detalles”, sentencia el informe de OF & Asociados.

El director del estudio, Fausto Spotorno, dijo a Infobae que “no hay razón para que la inversión crezca por el cepo y por la falta de perspectivas de crecimiento económico, aunque pueda haber un rebote corto una vez que se solucione el problema de la deuda; pero será corto porque para los privados la restricción no es la deuda sino problemas estructurales que cada vez son más difíciles de resolver".

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