La industria automotriz vive un contexto para al olvido, con un 2019 de caída fuerte en la producción –32,5%, con exportaciones que retrocedieron un 16,7%– y ventas por el suelo, con una baja de 42,7%, el menor valor de los últimos 13 años.
En ese contexto, Volkswagen, la marca con más patentamientos el año pasado –69.625 unidades con un 15,4% de participación y un liderazgo de 15 años– está llevando a cabo una inversión de USD 800 millones que incluye una nueva línea en la se producirá el primer SVU local. Los principales ejecutivos del fabricante alemán se reunieron con el presidente Alberto Fernández esta semana en Berlín, en medio de la gira presidencial por Europa, y confirmaron ese desembolso.
“La reunión fue muy positiva, buen espíritu de los dos lados. Confirmamos la inversión porque creemos en la Argentina. Queremos generar empleo. El Presidente también se mostró abierto a trabajar con la industria en cuestiones estructurales, principalmente impuestos, para que se reactive la economía”, le aseguró a Infobae Pablo Di Si, presidente y CEO de Volkswagen América Latina.
En Alemania el Presidente reiteró que la prioridad en los próximos meses es renegociar la deuda para aliviar los pagos en moneda extranjera. Otro punto importante es que dijo que siempre Argentina iba a honrar la deuda; solamente están negociando
Radicado en Brasil desde 2017, Di Si, de 48 años, se formó en contabilidad por la Northwestern University y también estudió Administración, con especialización en Finanzas, en la Loyola University of Chicago. Además, completó el CEO Global Program en Wharton, se graduó en Harvard Business School y tiene MBA Ejecutivo de International Management por Thunderbird, School of Management. Ingresó a la automotriz en 2014 y antes ocupó posiciones en las áreas de Finanzas y Desarrollo de Negocios en la FCA-Grupo Fiat Chrysler en Estados Unidos y Brasil, donde vivió durante 11 años.
“En Alemania el Presidente reiteró que la prioridad en los próximos meses es renegociar la deuda para aliviar los pagos en moneda extranjera. Otro punto importante es que dijo que siempre Argentina iba a honrar la deuda; solamente están negociando. No es menor, es un tema muy importante para la credibilidad de Argentina en el mundo. Habló de generar políticas sectoriales para estimular la economía y dijo que quiere que todos ganemos: las empresas, la industria, el Gobierno. Todos”, aseguró Di Si, quien también fue presidente de la Cámara de Industria y Comercio Argentina-Alemania.
En Brasil, los bancos estimulan y están prestando mucho dinero; con criterio, no es un viva la pepa, pero hay mucho crédito y eso empuja a la industria automotriz
— En este contexto, ¿qué cosas tendrían que pasar para que todos ganen?
— En la reunión se puso sobre la mesa la situación tributaria en Argentina, que es muy compleja y cara. Ya existen mecanismos para dar créditos a la exportación, pero esto no es darle un crédito a la industria para que gane más plata. Si bajamos los impuestos y si aumentamos el crédito a la exportación, podemos vender mucho más en el exterior. El mercado es elástico y si exportamos más van a entrar más divisas a la Argentina. Con una política de Estado, la industria, los trabajadores y todos vamos a ganar. No habrá suspensiones, el Gobierno podrá recaudar más y entrarán más divisas.
— ¿Los USD 800 millones de inversión anunciados a que serán destinados?
— Se hizo una fábrica de pintura que ya está al 75% de construcción. E instalamos la nueva plataforma MQB [Plataforma Modular Transversal] con la que a fin de este año estará terminada en un 80%. Ahí haremos el nuevo modelo, el proyecto Tarek, que es un nuevo SUV de cual el 70% se va a exportar. Hoy, se producen autos y en paralelo se está construyendo la línea. Este año planeamos terminar toda esta etapa.
— ¿Qué tipo de SUV será el nuevo modelo?
— No están anunciados aún los detalles, ni siquiera el nombre comercial que tendrá. Somos la primera terminal en producir un SUV en Argentina y eso no es menor porque aumenta el valor agregado del auto y de la cadena. Será un SUV mediano, aspiracional y con mucha tecnología.
Con una política de Estado, la industria, los trabajadores y todos vamos a ganar. No habrá suspensiones y el Gobierno podrá recaudar más por volumen exportado y entrarán más divisas
— ¿Cuándo saldrá el primero de esos modelos de esa nueva línea de producción?
— A fines del primer semestre comenzaremos con el pre selling y otros procesos que ya están diseñados. La producción real será un poco más adelante y lo lanzaremos a fin de año, o comienzos de 2021. Estamos cumpliendo con las fechas, los plazos y los costos.
— ¿Cómo ve la industria regional en 2020?
— La región va a crecer y Brasil será el motor de ese crecimiento. Brasil va a continuar fuerte porque sus tasas de interés siguen bajando y eso ayuda, las cuotas se achican. Los bancos estimulan y están prestando mucho dinero; con criterio, no es un viva la pepa, pero hay mucho crédito y eso empuja a la industria automotriz.
— ¿Y a nivel local?
— Empezamos mal, con una caída, pero la producción total de enero aumentó un 40% contra enero del 2019 porque hubo una fuerte reducción en el stock en los últimos meses del año y las empresas empezaron a producir para exportar. El mercado argentino va a ser similar o ligeramente superior al de 2019. Venimos de un año complicado, con ventas que cayeron 42%. En 2019 llegamos al fondo del pozo, ahora hay que estabilizarse e intentar crecer.
— ¿Cómo ve las políticas del nuevo gobierno hacia el sector?
— En enero tuvimos una reunión en el sindicato con los presidentes de las empresas, el ministro Matías Kulfas y el presidente Fernández. Se anunció un pacto entre todos. Ahora hay que sentarse a trabajar como industria, específicamente con el ministro, y poner algunas políticas en práctica. Tenemos que ir a la acción. Si eso ocurre, va a ser muy positivo. Los próximos tres o cuatro meses son fundamentales.
— ¿Qué medidas se tendrían que concretar, por ejemplo?
— Lo mencionado de exportaciones. Exportamos un auto, no importa el modelo, con 2.000 a 4.000 dólares de impuestos argentinos. Si se baja esa cadena impositiva se va a vender más. Tenemos que pensar no en quién va a ganar o cuál es el beneficio, tenemos que ver la cadena. También está el tema de créditos y microcréditos a las Pymes, para nuestra industria y otras. Si el Gobierno empieza a estimular el microcrédito habrá más proveedores para las fábricas. Y los créditos para consumidores ayudan mucho a la renovación de flota.
En enero se anunció un pacto entre todos. Ahora hay que sentarse a trabajar como industria, específicamente con el ministro, y poner algunas políticas en práctica. Tenemos que ir a la acción
— ¿Habrá cambios en el esquema flex para el comercio con Brasil que se aprobó el año pasado?
— No creo. Es una buena política, un muy buen acuerdo entre los gobiernos para reducir asimetrías. Claro, si no se toma ninguna decisión en este período, en cuatro años vamos a estar hablando de lo mismo. Este acuerdo le da un tiempo al Gobierno para que vaya mejorando la situación fiscal y el costo de Argentina. Si no se hace nada, habrá problemas.
— ¿Cómo ve a la Argentina desde Brasil?
— Se ve una situación compleja, una economía frágil con una caída muy grande del PBI y un problema de empleo serio. Todo el mundo está esperando cuáles son los cambios de políticas hacia adelante.
— ¿Cómo impacta en la industria la tensión que va y viene entre Bolsonaro y Fernández?
— Alberto Fernández está manejando bien esa tensión. Hay que bajarles el nivel a los conflictos ideológicos. Brasil, desde el punto de vista económico tiene un pensamiento liberal, de reducir el Estado de una forma agresiva, con reformas importantes. Empresarios, sindicatos, periodistas y la sociedad en general, estaban de acuerdo con la reforma de la jubilación. Y fue aprobada. Estuvo también la reforma de la ley de trabajo, hace dos años, con costos menores que terminaron estimulando al empresario a contratar más.
— ¿Tienen suspensiones de operarios programadas para este año?
— Como dije, el año pasado fue muy difícil para Argentina y también para Brasil. El 70% de los productos que se venden acá son brasileros, o sea que se perdió producción aquí en Argentina y se perdió producción allá. Este año creo que va a aumentar la producción en ambos países y se van a ir reduciendo algunas suspensiones. Para fin de año nosotros vamos a producir el doble porque lanzaremos el nuevo vehículo. Dependerá de cada empresa. Nosotros estamos con suspensiones, pero por un motivo diferente: paramos la línea de Suran el año pasado para hacer las obras y ejecutar la inversión. Hay personal en suspensión, pero entrenando para cuando lancemos el SUV. Toda esa gente vuelve a trabajar.
Exportamos un auto, no importa el modelo, con 2.000 a 4.000 dólares de impuestos argentinos. Si se baja esa cadena impositiva se va a vender más y las suspensiones van a ser menores
— ¿Cómo marcha la alianza con Ford en la región?
— La alianza a nivel mundial está anunciada, por el momento nosotros no tenemos novedades. Continuamos conversando y la relación es buena. Si alguna de dos empresas decide un proyecto a nivel mundial, se estudiará. No hay nada definido ni puedo comentar nada específico sobre la región.
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