La fuerte suba que registró el precio del trigo desde fines del año pasado está ejerciendo cada vez más presión sobre el costo de los alimentos derivados del cereal, como el pan, la harina, las pastas o las galletitas, lo que encendió las señales de alerta en el Gobierno. La estabilidad del programa Precios Cuidados y de los precios de los alimentos en general están al tope de las prioridades de la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, quien ya le pidió al sector de la molinería y de la exportación una propuesta para resolver el problema y garantizar el abastecimiento y valores razonables en la góndola para los próximos meses.
Por lo pronto, desde las empresas advierten que si los costos del trigo y de la harina se mantienen en los valores actuales, en la próxima revisión del programa oficial deberían actualizarse los precios. “Nuestro compromiso con Precios Cuidados lo vamos a cumplir pase lo que pase hasta el 7 de abril. Lo mismo hicimos con Esenciales el año pasado, cuando había habido una gran devaluación. Pero en abril deberemos revisar los precios porque con los nuevos costos de la materia prima, no tenemos rentabilidad”, afirmó a Infobae el dueño de Morixe, Ignacio Noel.
“El precio del trigo aumentó casi USD 50 la tonelada en poco más de un mes; eso le mete presión a todos los productos farináceos que están en Precios Cuidados. De todos modos, la ventana para discutir todo esto es marzo, de cara a la revisión del programa, a comienzos de abril”, dijeron en otra de las alimenticias afectadas por este aumento en sus costos.
Desde que las empresas acordaron los precios del programa por tres meses, el trigo subió 21% y la bolsa de harina de 50 kilos trepó 13%, ya que el 80% del costo de la harina es el trigo. En las pastas, en tanto, la incidencia es menor, pero aun así es un costo importante. Para citar un ejemplo, el kilo de harina 000 de Morixe incluido en el programa oficial tiene un precio de $33. De este valor, $3 corresponden al 10,5% del IVA y de los $30 restantes, $10 quedan en la cadena de comercialización y $20 para la industria. A los precios de hoy, en un kilo de harina, $20 corresponden al trigo. “No hay ganancia”, admiten en la industria.
El Gobierno viene advirtiendo de este problema desde hace unos quince días, cuando convocó a representantes de la industria y la exportación a un encuentro tendiente a buscarle una solución al tema. Participaron Español, por Comercio Interior, y el secretario de Agricultura, Julián Echazarreta, además de los presidentes de la Federación de la Industria Molinera (Faim), Diego Cifarelli, y de la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y del Centro de Exportadores de Cereales (CEC), Gustavo Idígoras.
“Comercio y Agricultura nos pidieron que trabajáramos para buscar algún tipo de solución, pero por ahora la seguimos buscando. El mercado del trigo está muy duro, se consigue poca oferta y el precio está muy firme, por encima de USD 210. Nosotros no formamos el precio del trigo y del valor de la harina, el 80% es trigo”, aseguró a este medio Cifarelli, al tiempo que agregó que “va a ser un año muy duro donde no habrá problemas de abastecimiento pero el precio se verá”. El valor de la tonelada de trigo hoy se ubica entre $12.000 y $13.000 y la bolsa de 50 kilos de harina, $1.200. Ambos valores subieron fuerte desde diciembre, aunque aún no llegaron al pico de octubre del año pasado, cuando el trigo valía $14.300 y la harina, 1.350 pesos.
El problema es que la exportación compró gran parte del trigo cosechado y otra porción todavía está en manos de los productores (se calcula unos 4,5 millones de toneladas). Una de las propuestas de CIARA-CEC fue que se pueda acordar con algún banco oficial alguna línea de crédito para que los molinos tengan capacidad de compra a los productores. Desde la entidad están intentando colaborar con propuestas a los fines de evitar ser perjudicados en esta negociación. De hecho, Comercio Interior ya les sugirió a los exportadores que le vendan ellos el trigo a los molinos, alternativa que fue descartada por el sector.
Consultadas fuentes de Comercio Interior, aseguraron que “hay conversaciones con la cadena y que se le pidió una propuesta al sector”. Enmarcaron estas reuniones dentro de todas las que Español está realizando con cada una de las cadenas productivas, a los fines de evaluar los costos y hacer un seguimiento más preciso de los precios.
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