El martes fue un día de malas noticias para Mercado Libre, la plataforma de comercio electrónico más grande de la región y la empresa local de mayor valor según el precio de sus acciones en la Bolsa.
Ayer se supo que el fiscal federal Guillermo Marijuan denunció a Marcos Galperin –fundador y CEO de la empresa que el año pasado cumplió dos décadas– y todo el directorio por presunta defraudación al Estado. El fiscal cree que la empresa podría haber accedido a información privilegiada para vender letras del tesoro luego de la crisis económica post PASO, en 2019, y unos días antes de que el gobierno de Mauricio Macri reperfilara esos papeles. Así, asegura la denuncia –basada en una noticia de La Política Online–, la empresa se garantizó evitar importantes pérdidas en el fondo común de inversiones que maneja Mercado Pago –el sistema de pagos digitales de la compañía y uno de sus negocios más prósperos– con dinero de sus clientes. Mercado Libre desmiente todo y asegura que es una actitud que tomaron todos los fondos en ese contexto y que jamás recibieron información sensible del gobierno anterior.
Algunas horas más tarde, los cuatro bancos privados más grandes del país lanzaron una app conjunta para transferencias y pagos QR, uno de los negocios en los que reina por el momento Mercado Pago. La “guerra” entre las entidades financieras tradicionales y Galperin no es nueva, pero ahora hay causa común de parte de los gigantes del sector y le apuntan como nunca a los servicios de Mercado Libre.
Wall Street
Todo eso en la Argentina. En el resto del mundo las cosas parecen marchar mejor para Galperin y compañía.
Si bien Mercado Libre es una empresa “argentina”, está radicada desde el día uno de su vida en Delaware, EEUU. Aquí tiene su headquarters y la mayor cantidad de empleados (casi la mitad de los 10.000 regionales), pero el 64% de su negocio está en Brasil (Argentina, 20%; y México, 13%). Desde 2007 cotiza en Wall Street como un ADR, los American Depositary Receipt o certificados de acciones extranjeras que están listadas en alguno de los índices bursátiles de ese país. En este caso, Nasdaq.
Allí, el ticker de la empresa, MELI, no deja de subir y ayer alcanzó un nuevo récord: USD 710, lo que da un valor de mercado de USD 35.600 millones. Y subía a USD 725 en el premarket de hoy miércoles. Para ponerlo en dimensión, eso es igual a casi 10 veces más que el market cap de YPF por estos días (unos USD 3.800 millones) y 35 veces más que lo que vale Despegar, otro de los “unicornios” que nacieron en en el país.
Además, fue una de las pocas acciones locales en EEUU que “salvó el 2019”, y lo hizo con una increíble suba de casi 100%. O sea, el año pasado, Mercado Libre duplicó su valor.
“EEUU está en una tendencia alcista. Y las tecnológicas más aún. Meli se beneficia directamente de este contexto que aún no terminó”, asegura Gustavo Neffa, director de Research for Traders. “Forma parte del Nasdaq 100, de las 100 empresas de un índice con alto componente de tecnológicas más grandes de ese país. Juega en otra liga y su apuesta es mucho más allá del ecommerce. Va por un ecosistema con medios de pagos digitales, préstamos a pymes, administración de fondos (excedentes) y apuntando a una región complicada pero que busca solucionar muchos problemas de medios de pagos, bancarización y compras más baratas online, como lo es América Latina”, dice el analista.
¿Qué pasó? ¿Por qué se dio el alta de los últimos días? La empresa no hace comentarios al respecto y se aferran al extremo el mantra de Galperin, quien jura que no sigue el día a día de la cotización de la acción. Hablan de que las acciones suben y bajan todos los días y solo mencionan que el lunes se presentan los resultados de la compañía correspondientes al último cuatrimestre del 2019 y los datos consolidados para todo el año. Si bien en el tercer trimestre la empresa anunció una pérdida de USD 150 millones (con un acumulado hasta septiembre en rojo por USD 118 millones), explicaron que se debía a una fuerte inversión en marketing, adelantos impositivos en México y Colombia. Aseguraron que era algo momentáneo y que las finanzas estaban más que sólidas.
Una previsión de un buen resultado del 2019 podría haber empujado la acción en las últimas horas, además del viento de cola de los mercados en EEUU. Por otro lado, la empresa de análisis financiero estadounidense Susquehanna le subió la calificación y proyecta que la acción podría valer USD 820 en breve. En ese caso su valor de mercado superaría los USD 40.000 millones. Una cifra similar, por ejemplo, a la suma de los desembolsos que le hizo el FMI a la Argentina en el contexto del fallido préstamo por USD 57.000 millones. El mismo que se firmó en 2018 y que ahora está en el centro de la escena económica local en un contexto de renegociación vital.
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