El bono de Kicillof costó caro, hizo fracasar una licitación clave de bonos en pesos y expondrá al país a una peligrosa decisión

La demorada resolución del pago del bono BP21 dejó en evidencia diferencias entre la Nación y la principal provincia del país

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Que la provincia de Buenos Aires haya evitado el default pagando en tiempo y forma el vencimiento de capital e intereses por USD 267 millones del BP21 no dejó bien parado a Axel Kicillof. Se trata de un título de un costo relativamente bajo pero peligroso, porque está bajo la ley de Nueva York con la posibilidad de provocar “cross default”, es decir, que todos los demás bonos en dólares con legislación neoyorquina caigan al mismo tiempo y abran la posibilidad a los acreedores de reclamar un pago anticipado de la deuda,

El gobernador demostró que las negociaciones no son su fuerte. De querer situarse a mediados de enero en una posición de fuerza y pretender postergar el vencimiento del capital para fines de mayo, terminó pagando el monto total después de hacer perder credibilidad al gobierno nacional y ser parte del fracaso de la licitación de los cuatro bonos en pesos que licitó y que recaudaron USD 164 millones, 10% del monto ofrecido cuando esperaban captar entre USD 500 y 600 millones.

Este dinero es para hacer frente a los $ 105 mil millones del AF20 que vence el 13 de febrero. Este es un bono en pesos que ajusta por el dólar oficial y el Gobierno pretende rollearlo para 2021. Las trabas que puso gobernador de Buenos Aires para negociar el BP21 provocaron que se postergue la licitación y que se haga desde una posición más débil.

Fuente: Rava
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Si Kicillof hubiera aceptado pagar la deuda desde el principio, hoy el AF20 no sería un problema tan grave. Con esta recaudación, el Gobierno debería emitir 7% de la base monetaria para pagar a los tenedores del AF20, pero como vence el 13 de febrero, el 11 habrá otra licitación donde se espera que mejore la oferta a los acreedores y cree instrumentos más rentables que tienten al canje.

Si toma una medida compulsiva como reperfilar por decreto, quebrará la curva de pesos y la escapada del dólar será inevitable.

El “efecto Kicillof” jugó negativamente en los días previos porque hizo menos tentadora la licitación de los bonos en pesos por el aumento del riesgo. Pero no toda la culpa fue de Kicillof, hubo una subestimación del mercado y una sobreestimación de la fe que hay en la gestión económica. De hecho, preveían una fuerte demanda del exterior y solo ingresaron órdenes por reducidos montos que fueron la contracara de las que vinieron para hacerse de los bonos de la deuda soberana a largo plazo. En otras palabras, desde el exterior apostaron a los bonos en dólares y despreciaron los nominados en moneda local.

Si no hubiera existido el problema del BP21, el bono bonaerense, el riesgo país no estaría en este nivel ni los bonos de la deuda ni las reservas hubieran bajado tanto.

Es clave que el Banco Central mantenga consistente la política monetaria y que no se pase de rosca bajando la tasa (Federico Furiase).

No hay que olvidar, que con la incertidumbre creció el retiro de depósitos en dólares, bajaron las acciones -algo que repercute en el consumo- y subieron notablemente los dólares alternativos. Demasiado costo para volver con las manos vacías.

A pesar de que el pago del BP21 mejoró el humor del mercado, el fracaso de la licitación de los bonos en pesos neutralizó ese efecto.

Los bonos de la deuda de largo plazo fueron los que más subieron. El Discount con ley Nueva York que vence en 2033 y es el de mayor ponderación para medir el riesgo país, subió 3,64%. Esto hizo que el índice que confecciona JP Morgan, perdiera más de 110 puntos (-6,18%) y bajara a 1.891 puntos el menor nivel desde el 21 de enero cuando comenzaron los conflictos de la deuda bonaerense.

El dólar en bancos y casas de cambio, siguió inmutable en $ 63,07, pero el mayorista siguió con sus alzas, que lo llevaron al nivel récord de $ 60,59 al subir 12 centavos a pesar de la venta de USD 40 millones del Banco Central. La idea del Gobierno es impedir que se atrase el tipo de cambio que rige las exportaciones e importaciones.

Fuente: Rava
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Pero esta decisión lo hizo perder reservas por novena vez consecutiva. Ahora están en USD 44.632 millones porque cayeron USD 136 millones. Desde el 22 de enero, otra coincidencia con el “efecto Kicillof", perdieron casi USD 800 millones.

El dólar libre, que sigue siendo irrelevante para las manos grandes, pero importante para público y ahorristas, cerró en $ 78. Los dólares alternativos tuvieron otra rueda de subas. El dólar Bolsa y el contado con liquidación aumentaron 0,4% a $ 82,90 y $ 84,92, respectivamente.

Para Federico Furiase, de la consultora Eco Go y profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, uno de los economistas que desde el principio insistió en que por no iba a haber default en la provincia de Buenos Aires, señaló que “era demasiado arriesgado que la provincia no pagara mientras se está negociando la deuda soberana y hay presión en la brecha cambiaria que termina primando en el riesgo del sistema. Esto es una buena señal tanto para la restructuración de la Nación como para moderar la suba de los dólares alternativos ante los vencimientos de depósitos en pesos y de las LELIQ del Banco Central. La recuperación del precio de los bonos en dólares permitirá bajar la brecha cambiaria”.

“Más allá de la buena señal, ahora los desafíos para la Nación son reconstruir la curva de los bonos en pesos frente a los altos vencimientos que tenemos estos meses y para eso es clave que el Banco Central mantenga consistente la política monetaria y que no se pase de rosca bajando la tasa, cuando el Tesoro pretende rollear vencimientos de pesos con bonos que pagan Badlar más spread y desea mantener una buena imagen para la negociación de la deuda externa bajando el riesgo país”, agregó Furiase.

Fuente: Rava
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La Bolsa, en tanto, comenzó bien y los bancos alcanzaron un buen nivel de precios, pero cuando comenzó a trascender en forma de rumor el fracaso de la licitación de los bonos en pesos, todo empezó a derrumbarse y el S&P Merval, el indicador de las acciones líderes, cerró 1,31% abajo con un alto monto de negocios de $ 775 millones.

Los ADR’s argentinos -certificados de tenencias de acciones que cotizan en dólares en Wall Street- después de la euforia del lunes, tuvieron una rueda de depresión. BBVA (-7,96%), Central Puerto (-7,12%) y Pampa Energía (-5,78%) fueron los papeles de peor comportamiento.

Federico Sidi de Compass Group dijo que el dilema del Gobierno es alto. “Deberá jugarse todo en la próxima licitación para reducir al mínimo la emisión de pesos y no verse obligado a reperfilar la deuda lo que cambiaría todas las reglas del juego”.

La economía quedó amenazada por un bono provincial que no parecía tan complicado, porque estaba el dinero para pagarlo. Pero que el gobernador se encargó de crear un problema con daños colaterales. Lo que sucedió no traerá solo consecuencias económicas, sino políticas porque la mala sintonía entre Nación y Provincia quedó en evidencia.

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