El gobierno de la provincia de Buenos Aires supo desde el primer momento que la negociación con el fondo Fidelity para que acepte postergar el vencimiento del BP21 hasta mayo sería complicada. Aunque la tensión se fue incrementando con los días, de entrada tuvo una posición distinta a la del resto de los acreedores: poca respuesta a los llamados oficiales, intentos permanentes de dilatar las conversaciones, las típicas características de un fondo que “tuvo una posición bloqueadora”, según reconoció el propio gobernador Axel Kicillof durante la rueda de prensa en la que anunció que finalmente hará frente al pago de los USD 250 millones para evitar que la provincia caiga en default.
“No fue fácil. Fue un proceso muy complejo y finalmente no logramos que este fondo tuviese una posición constructiva”, reconocen los funcionarios cercanos al ex ministro de Economía. Al mismo tiempo aseguran que Fidelity sólo sería tenedor de este 25% del BP21, no así del resto de los títulos provinciales a reestructurar, lo cual genera alivio de cara al proceso de reestructuración que está por arrancar el gobierno bonaerense. De todos modos, “siempre hay grandes fondos que pueden bloquear el proceso y querer beneficiarse. Hay variados casos en el mundo y la Argentina no está ajena", dijeron fuentes de la cartera económica de la provincia.
Por las actitudes que rápidamente demostró este fondo desde el comienzo de la negociación, el gobierno de Kicillof siempre tuvo en mente que deberían buscar un plan B para evitar la cesación de pagos. Y cerca del 20 de enero, seis días antes del vencimiento, definieron que harían una colocación en pesos para recaudar parte de los fondos necesarios, en el caso de que el final no sea próspero. Y así fue. La cartera que dirige Pablo López ya venía haciendo emisiones de letras del tesoro exitosas, a tasas decrecientes, y esta urgencia los convocó a realizar una nueva colocación de deuda por $ 10.000 millones, de los cuales obtuvieron $ 9.300 millones.
El gobierno consiguió así el 62% de los $ 15.000 millones que iba a tener que pagar si no lograba la adhesión del 75% de los acreedores, que fue lo que finalmente ocurrió. “Teníamos el 40% para pagar, pero para no entrar en default era necesario hacer frente a todo el vencimiento, así que no nos alcanzaba; por eso decidimos emitir”, dijeron en la cartera económica.
Pese a las especulaciones de los últimos días en torno a un posible salvataje del gobierno nacional, quienes adquirieron los títulos del tesoro bonaerense fueron fondos privados y organismos públicos, entre los que se incluyeron algunos municipios y fondos específicos de la provincia, aclararon las fuentes. La Anses no participó, según confirmaron a Infobae allegados a Kicillof.
De esta manera, el gobierno realizó hoy el pago de USD 27 millones de intereses y USD 250 millones de capital del BP21, que los acreedores verán acreditados mañana miércoles. Ello no pondrá en riesgo los gastos esenciales de la provincia, como por ejemplo el pago de salarios, que se está realizando de forma normal, dijeron en el equipo de Kicillof, aunque remacaron que “igualmente, la situación sigue siendo estresada”.
El gobierno realizó hoy el pago de USD 27 millones de intereses y USD 250 millones de capital del BP21, que los acreedores verán acreditados mañana miércoles
En línea con la estrategia que viene llevando adelante el gobierno nacional, la Provincia también avanzará por dos caminos diferentes con la deuda en pesos y en dólares. En el primer caso, buscará refinanciarla a menores tasas, como se ha ido haciendo, ya que el mercado local lo permite; mientras que en el caso de la deuda denominada en dólares bajo legislación extranjera, el objetivo es que sea parte del proceso de reestructuración que se está llevando adelante a nivel nacional.
El próximo vencimiento de deuda en dólares es el 1 de mayo por unos USD 110 millones, y en junio habrá otro por USD 750 millones. Sin embargo, en el entorno del gobernador están convencidos de que ya serán parte de la próxima reestructuración. El gobierno de la provincia dará a conocer en los próximos días su cronograma a seguir, que estará en línea con el ya anunciado por el ministro de Economía, Martín Guzmán. “Son dos procesos independientes, pero coordinados”, aclaran en el equipo de Kicillof.
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