La balanza comercial con Brasil cerró enero con un déficit de USD 18 millones, con lo que se interrumpió una seguidilla de tres meses de superávit, aunque se prevé que el año terminará con un saldo favorable superior al de 2019.
Las consultoras ABECEB y Ecolatina proyectaron un superávit para todo el año de USD 680 millones y USD 1.000 millones, respectivamente, supeditado a la evolución de la actividad económica de los dos países y de la paridad de sus dos monedas, si se tiene en cuenta la apreciación del peso argentino en el segmento mayorista y una depreciación del real brasileño que no es acompañada por un salto inflacionario en el país vecino.
El saldo negativo en el intercambio comercial de enero fue el resultado de una caída del 16,8% en las exportaciones, que quedaron en USD 662 millones y una leve suba del 0,6% en las importaciones, que concluyeron el mes con USD 680 millones, según los datos del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, que difunde los datos el primer día hábil de cada mes.
El déficit comercial de enero fue el producto de una baja interanual del 16,8% en las exportaciones y una suba de 0,6% en las importaciones.
Al respecto, Ecolatina destacó que la caída de las exportaciones argentinas a Brasil fue muy superior al del resto de los orígenes, cuya retracción fue del 0,5%.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer su informe del intercambio comercial de enero el viernes 21 de febrero.
El déficit de enero contrasta con el superávit de USD 120 millones del mismo mes de 2019, aunque evidencia una mejora en comparación con el saldo negativo de USD 485 millones de enero de 2018.
Asimismo, el comportamiento de las importaciones fue similar a la suba interanual de 0,5% de diciembre del año pasado, pero marca una significativa diferencia respecto de las caídas del 28,2% de octubre y del 25,5% de noviembre, principalmente por la baja base de comparación de 2018.
La suba de las importaciones se explica por los aumentos en las compras de alcoholes y derivados, maquinaria y aparatos para uso agrícola, máquinas de manipulación de carga, neumáticos y chasis con motor para automóviles.
Por su parte, la caída en las exportaciones se debió a las contracciones en las ventas de automóviles de pasajeros, vehículos de carga, polímeros plásticos, cebada de grano, grano de trigo, autopartes, granos de poroto negro, aceite de soja crudo y cloruro de polivinilo.
El intercambio comercial entre los dos países estará condicionado por la evolución de la paridad del peso y el real.
Pese al déficit de enero, ABECEB advirtió que “dicha evolución no sería extrapolable al resto del año”, ya que se espera una mejora en el mercado interno de Brasil que implicará un aumento de la demanda.
Asimismo, en lo que respecta al mercado automotor se espera el lanzamiento del nuevo Peugeot 208 a partir del segundo trimestre, que se fabricará en la planta de El Palomar y “buena parte de su producción se destinará al país vecino”, destacó la consultora que, en base a esa información, proyecta un aumento de las exportaciones totales a Brasil del orden de 5,9% a USD 11.005 millones, con vehículos creciendo al 9,2%.
En cuanto a las importaciones, ABECEB espera una “modesta recuperación” del 1,6% a USD 10.327 millones, con vehículos contrayéndose al 4%, de lo que resultará un superávit del orden de los USD 680 millones, el triple de los USD 229 millones de 2019.
Por su parte, Ecolatina proyecta un superávit “menor a los USD 1.000 millones”, cuya continuidad en años posteriores dependerá de la evolución de las paridades del peso y el real.
“De que las expectativas de recuperación de la economía brasileña efectivamente se materialicen y que el real no siga depreciándose y el peso argentino apreciándose, dependerá que este tibio superávit no se transforme en un equilibrio o, peor aún, nuevamente en un déficit”, señaló.
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