Los equipos legales del Gobierno le están dando la última mirada al proyecto de la nueva Ley del Conocimiento que será enviado al Congreso en los próximos días para su tratamiento en las sesiones extraordinarias. Y una vez aprobada, el sector deberá esperar algunos meses más para que salga la reglamentación final.
Desde la cartera que dirige Matías Kulfas se mantienen herméticos en torno a los detalles del proyecto, pero varios puntos han trascendido de las charlas que los funcionarios tuvieron en las últimas semanas con distintos referentes del sector. ¿Cuáles son entonces las cuestiones que el Ejecutivo cambiará con esta nueva iniciativa, que surgió como idea a partir de un error cometido al sancionar la Ley de Solidaridad y Reactivación Económica?
-En primer lugar, como con esa norma de Emergencia Social, sin querer se derogó el decreto 814, que se usaba para calcular el beneficio impositivo, ahora con la nueva se reestablecerá y, según dijeron a Infobae fuentes de la industria, sería como en la vieja Ley del Software, es decir, con porcentajes.
En el caso de las cargas patronales, el 70% estarán incluidas en el beneficio; ya no habrá más mínimo no imponible. Lo mismo ocurrirá con el Impuesto a las Ganancias. Habría un descuento del 60%, equivalente al 15% de tasa que establece la ley sancionada durante el gobierno de Mauricio Macri. “Económicamente, en los dos casos es casi lo mismo, por lo que eso no sería un problema”, dijeron las fuentes.
-La cláusula de estabilidad fiscal será modificada. Este es el gran punto de preocupación entre las grandes compañías, ya que según contaron a este medio fuentes del sector, hubo un claro mensaje por parte del Gobierno de que la nueva iniciativa no garantizaría estabilidad tributaria por diez años, como sí contempla la norma actual. Funcionarios de Desarrollo Productivo les dijeron que debido a la actual coyuntura fiscal, el Gobierno no está en condiciones de garantizar eso. Fuentes oficiales no dieron precisiones al respecto.
“Se lo explicamos a este gobierno y también al anterior. El desarrollo de este sector es de mediano plazo, nunca es de corto. Es necesario dar estabilidad económica, tributaria y normativa. Muchas empresas habían organizado planes de crecimiento para este año y ahora se encuentran con que la ley está suspendida, el nuevo texto no se conoce y el nuevo reglamento va a tardar algunos meses más”, dijo un importante directivo de la industria.
-Además, trascendió que el proyecto de ley tendría cupos de empleados para recibir los beneficios tributarios. Es decir que las empresas que adhieran a la norma podrán gozar de los descuentos en las cargas patronales y en Ganancias sobre un porcentaje de su plantilla, no sobre el total. Y también sobre los nuevos trabajadores que incorpore la empresa, según les adelantaron los funcionarios del equipo de Kulfas.
-Otro cambio que el Gobierno considera fundamental radica en que las pequeñas y medianas empresas no tengan que cumplir con los mismos requisitos que las grandes para acceder a los beneficios de la ley. De acuerdo con la ley actual, tienen que cumplir con ciertas condiciones en materia de capacitación, inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) o exportaciones, por ejemplo, mientras que ahora esos parámetros serían flexibilizados para las compañías más chicas.
-La nueva norma contemplaría un tratamiento más favorable en los beneficios previsionales para los casos de creación de empleo en provincias menos desarrolladas, empleo femenino y contratación de personal con alguna discapacidad.
-Por último, se crearía un consejo consultivo integrado por organismos técnicos del Estado con el objetivo de evaluar los encuadramientos de prácticas cuya inclusión en la ley no esté clara.
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