El salario promedio de la economía registrada fue en diciembre último de $53.308 antes de los descuentos para la jubilación, PAMI y obra social, principalmente, aumentó en un año 46,9%, y en la media de los 12 meses 43,1%, en valores nominales, mientras que el poder de compra, deducido el efecto de la aceleración de la inflación, se contrajo 4,5% y 6,8%, respectivamente, según surge de relacionar la masa salarial pagada por un conjunto de poco más de 544 mil empleadores a un total de casi 8 millones de trabajadores en relación de dependencia, en el sector público y privado, registrados por la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).
Por tamaño de empleador, según cantidad de personal declarado a la Anses, sólo la franja de 1.501 a 2.500 trabajadores mostró en diciembre un ingreso medio superior en términos de poder adquisitivo al de cierre de 2018; aumentó 3,5%, a un promedio de $78.814 en términos brutos, y unos $65.400 de bolsillo; aunque se trató de un fenómeno puntual, porque el promedio de los 12 meses no pudo escapar a la pérdida generalizada, aunque unos 4 puntos porcentuales inferior a la que registró el conjunto.
En esa calificación, la estadística oficial reveló un cuadro con alta heterogeneidad en las variaciones de los salarios, aunque en el último cuatrimestre de 2019, cuando el gobierno saliente, y también el entrante en sus primeros 20 días de gestión, dispusieron medidas tendientes a paliar los efectos de un segundo año en recesión, se pudo apreciar la mayor capacidad de las empresas con más de 50 empleados a conceder ajustes que posibilitaron recortar la caída en términos reales, respecto de las pequeñas y micro empresas, pese a la persistencia de un cuadro contractivo.
Se pudo apreciar la mayor capacidad de las empresas con más de 50 empleados a conceder ajustes que posibilitaron recortar la caída en términos reales, respecto de las pequeñas y micro empresas
De todas formas, esa disparidad no cambió la brecha de remuneraciones por ocupado entre el promedio más alto de $78.814 y el menor del segmento de 6 a 10 personas, que fue de $24.909, en comparación con un año antes, se mantuvo en torno de poco más de 2,1 veces.
Cuadro heterogéneo por rama de actividad
Por el contrario, el mapa laboral de los salarios en la economía formal por rama de actividad mantuvo en 2019 la disparidad histórica, tanto en lo que respecta a los salarios promedios declarados a la Anses, como en su variación respecto del año anterior, y la brecha entre sectores.
Según los datos a los que accedió Infobae, al cierre de diciembre sólo 3 de 19 grandes rubros de la economía finalizaron con ingresos en el rango de los 6 dígitos, excluido el efecto del medio aguinaldo: los ocupados en la explotación de minas y canteras (principalmente en la extracción de petróleo y gas, y minerales preciosos) con un promedio de $163.795; en el suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado $121.473; y en la intermediación financiera y servicios de seguros 117.007 pesos.
Un segundo grupo se ubicó bien por detrás, con un rango de $52.000 a $82.000: salud humana y servicios sociales; administración pública y defensa; industria manufacturera; servicio de transporte y almacenamiento; servicios profesionales, científicos y técnicos; suministro de agua, cloacas y saneamiento público; e información y comunicaciones, en ese orden.
La estadística reflejó también una brecha entre los extremos de salario medio por rama de actividad de 5,6 veces
Mientras que los ocupados registrados en restaurantes y hoteles; agro; enseñanza; actividades administrativas y de apoyo; construcción; inmobiliarias; comercio; servicios artísticos, culturales, deportivos y de esparcimiento; y servicios de asociaciones y personales; finalizaron con remuneraciones brutas entre $29.400 y 46.000 pesos.
La estadística reflejó también una brecha entre los extremos de salario medio por rama de actividad de 5,6 veces. Y más acentuada en términos de variación en términos reales entre los extremos del año.
En ese caso, por un lado, sobresalieron el repunte en 2,5% de los ingresos de los ocupados en la construcción y 1,3% en el suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado, mientras que por el otro, perdieron más poder adquisitivo los empleados en el servicio de hoteles y restaurantes 8,8%; sistema educativo 8,2%; comercio 8,1%; salud humana y servicios sociales 7,2%; transporte y almacenamiento 7,1%, la industria manufacturera 6%; y suministro de agua y saneamiento público 5,4 por ciento.
De todas formas, los efectos de la recesión originada en diciembre de 2017 determinaron que en el promedio de los 12 meses de 2019, en comparación con igual tramo del año anterior, todas las grandes ramas de actividad, de la producción de bienes como la de servicios, agregadas, concluyeron con caídas en los salarios ajustados por inflación, entre 3% en la intermediación financiera y seguros y casi 12% en hoteles y restaurantes.
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