El Ministerio de Economía realizará mañana el segundo llamado a dos licitaciones de Lebad, el nuevo instrumento de deuda ajustado por la tasa mayorista Badlar, luego de la primera subasta del lunes pasado, tras cuyo cierre dos agencias bajaron la calificación de la deuda argentina y el riesgo país aumentó 15% en una semana.
La nueva licitación coincidirá con la llegada a Nueva York del ministro de Economía, Martín Guzmán, donde tomará contacto con inversores institucionales que esperan definiciones tanto sobre la propuesta de renegociación de la deuda que hará la Argentina como la situación derivada del incumplimiento del pago del bono BP21 de la provincia de Buenos Aires.
La licitación del lunes 20 fue considerada como “una señal de confianza” del mercado por parte del secretario de Finanzas, Diego Bastourre, debido a que el canje de las lecap por $ 99.612 millones implicó una reducción del stock de deuda de $ 1.978 millones, además de la extensión de los plazos de pago para el segundo semestre.
Para el secretario de Finanzas, Diego Bastourre, la licitación de lebad del lunes 20 fue “una señal de confianza” del mercado ya que implicó una reducción del stock de deuda de $ 1.978 millones
No obstante, y a pesar de que algunos analistas financieros consideraron un “éxito” el canje, dos calificadoras de riesgo bajaron la nota de la deuda soberana: Standard & Poor’s (S&P) la rebajó a “default selectivo” por considerar a la operación “un incumplimiento” al haberse realizado en “condiciones desfavorables”, en tanto Fitch Ratings lo hizo a “default restringido”.
La reacción del mercado se reflejó en una suba del 15,1% en el riesgo país que en la semana pasó de 1.807 a 2.080 puntos básicos, revirtiendo la tendencia favorable que venía experimentando después de las elecciones del 27 de octubre, si se tiene en cuenta que desde los 2.513 bp del 13 de noviembre mostraba un descenso del 28,1%.
Las apreciaciones de los analistas financieros difieren en cuanto a cómo calificar el canje del lunes.
Al respecto, Diego Martínez Burzaco, de MB Inversiones, descartó que la licitación haya implicado un default técnico: “las calificadoras tendrán sus argumentos, pero también es cierto que hubo una subasta y se trató de hacerla lo más amigable posible”, indicó, para remarcar que “desde la lógica de situación de crisis y urgencia no hay otra solución que patear para adelante”.
“En principio, fue más agresivo lo que hizo (el ex ministro de Economía, Hernán) Lacunza con el reperfilamiento en agosto”, argumentó al respecto, al tiempo que planteó que “a los (inversores) institucionales no les queda otra que rollovear (estirar los vencimientos con una nueva colocación de deuda)”.
En ese sentido, admitió a Infobae que “lógicamente, no se puede hablar de un canje 100% voluntario, pero dadas las circunstancias es lógico que todos los vencimientos de corto plazo se extiendan a la espera de ver cómo termina la renegociación global”.
“Seguramente habrá habido negociaciones con los inversores, pero para llegar a un acuerdo. Peor hubiera sido un default declarado”, completó.
La consultora Economía & Regiones, dirigida por Diego Giacomini, expresó una postura diferente, al entender que “el Ministerio de Economía redujo el valor económico del contrato a través de los tres canales posibles: monto de la deuda, tasa y extensión de plazos”.
Para Economía & Regiones “el reciente canje de las LECAP por LEBAD constituye un default técnico, ya que no se cumple con las condiciones del préstamo original, cambiándolas por unas nuevas que disminuyen el valor económico del contrato y lesionan la propiedad privada del acreedor”
“Para que no haya default técnico, el Estado debe preservar el valor económico del contrato para el privado”, explicó, en tanto señaló que “si el Estado decide extender los plazos en una reestructuración de deuda, no le queda otra que aumentar el valor nominal de la deuda y/o subir la tasa de interés, o un mix de ambas cosas”.
En ese sentido, E&R subrayó que “si el Estado extiende los plazos sin subir tasa ni incrementar el valor nominal de la deuda se destruye valor económico perjudicando al privado” y en consecuencia “el reciente canje de las LECAP por LEBAD constituye un default técnico, ya que no se cumple con las condiciones del préstamo original, cambiándolas por unas nuevas que disminuyen el valor económico del contrato y lesionan la propiedad privada del acreedor”.
Por su parte, para la consultora Econviews, dirigida por el ex secretario de Finanzas, Miguel Kiguel, el canje debe entenderse como un intento del gobierno de “dar un tratamiento preferencial a la deuda de Lecaps en pesos”, en un esfuerzo “por evitar un re-perfilamiento, como ocurrió con las Letes en dólares, y tratando de recrear el mercado doméstico con un nuevo instrumento, las Lebads, al que se espera dar mayor liquidez”.
El llamado de mañana consistirá en dos subastas, una de letras del Tesoro en pesos a cuatro meses, ajustada por Badlar privada más 175 puntos básicos, que a los valores actuales representaría una tasa del 36,3125%, con un tramo general y otro minorista, este último limitado a un monto máximo de $ 3 millones, a un precio de colocación de $ 1.022,1073 por cada $1.000.
La otra licitación, también en pesos y a siete meses con vencimiento el 28 de agosto, se realizará por indicación de margen, con un tramo competitivo y otro no competitivo, en la que también el monto máximo a ofertar será de $ 3 millones.
El cronograma de licitaciones de letras en pesos seguirá en febrero, mes en el que Economia tiene previsto realizar cuatro nuevos llamados: el lunes 3, el martes 11, el jueves 20 y el miércoles 26.
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